jueves, diciembre 31, 2009

De Emanuel Kant: la necesidad del conflicto entre individuo y sociedad

Idea de una Historia Universal desde
una Perspectiva Cosmopolita (1784)
Cuarta Proposición
El medio de que se sirve la naturaleza para efectuar el desarrollo de
todas las capacidades humanas es el antagonismo de las mismas en la sociedad en la medida en que éste llega a ser finalmente causa de un ordenamiento de la misma conforme a leyes. Por antagonismo entiendo aquí la sociabilidad insocial de los hombres, es decir, su inclinación a entrar en sociedad, unidad, sin embargo, a una resistencia permanente que sin cesar amenaza disolver la sociedad. Esta tendencia reside evidentemente en la naturaleza humana. El hombre posee una propensión a socializarse, porque en tal estado siente que es más hombre, esto es, que desarrolla sus disposiciones naturales. Pero posee también una gran inclinación a individualizarse (aislarse), porque halla en sí a la vez el carácter insocial de querer dirigirlo todo según su arbitrio y por eso espera resistencia de todos lados, así como sabe también de sí mismo que tiende a resistir a los otros. Pero es esta resistencia la que despierta todas las fuerzas del hombre, haciéndolo superar su inclinación a la pereza y, arrastrado por el afán de honra, de poder y de riqueza, forjarse un lugar entre sus semejantes, a quienes no puede soportar
pero de quienes tampoco puede prescindir.
Así se dan los primeros pasos auténticos desde la primitividad hacia la cultura, que consiste propiamente en el valor social del hombre; así se desarrollan poco a poco todos los talentos, se forma el gusto y aun, mediante una continua ilustración, se inicia un modo de pensar que puede transformar con el tiempo la grosera capacidad natural de discriminación moral en principios prácticos determinados, y convertir así finalmente a la sociedad reunida por motivaciones patéticas en una totalidad moral. Sin esa cualidad, en sí misma nada amable,de la insociabilidad de que surge la resistencia que cada uno deberá enfrentar necesariamente en sus pretensiones egoístas, todos los talentos permanecerían
eternamente ocultos en germen en un arcádica vida pastoril de completa armonía, suficiencia y amor recíproco; los hombres, bondadosos como los corderos que pastorean, no habrían dado a su existencia un valor mayor que a la de su ganado; no llenarían el vacío de la creación con respecto a su meta como naturalezas racionales. ¡Demos gracias, pues, a la naturaleza por la intolerabilidad, por la vanidad competitiva y envidiosa, por
el apetito jamás saciado de posesión y de poder! Sin ellos, todas las excelentes
disposiciones naturales de la humanidad dormitarían eternamente sin desarrollarse. El hombre quiere concordia; pero la naturaleza sabe mejor qué le conviene a su especie y quiere discordia. El quiere vivir cómoda y agradablemente; pero la naturaleza quiere que deba salir de la inercia y de la satisfacción inactiva, y entregarse al trabajo y al esfuerzo para que descubra los medios de evadirse nuevamente de éstos por su habilidad
. Los estímulos naturales para ello, las fuentes de la insociabilidad y de la resistencia permanente de que nacen tantos males pero que conducen a una nueva expansión
de las fuerzas y a un variado desarrollo de las capacidades naturales, ciertamente delatan el orden de un sabio Creador y no la mano de un espíritu maligno que hubiera contrahecho o deteriorado envidiosamente su magnífica obra.

De Hayek, otro de mis maestros

INTRODUCCIÓN A "LA FATAL ARROGANCIA"


El argumento fundamental de este libro es que nuestra civilización depende, tanto en sus orígenes como en su mantenimiento, de la existencia de lo que sólo con relativa precisión puede describirse como «un amplio orden de cooperación humana», más conocido por el poco afortunado término «capitalismo». Para captar adecuadamente el íntimo contenido del orden que caracteriza a la sociedad civilizada, conviene advertir que este orden, lejos de ser fruto de designio o intención, deriva de la incidencia de ciertos procesos de carácter espontáneo. Vivimos en una sociedad civilizada porque hemos llegado a asumir, de forma no deliberada, determinados hábitos heredados de carácter fundamentalmente moral, muchos de los cuales han resultado siempre poco gratos al ser humano -y sobre cuya validez e intrínseca eficacia nada sabía-o Su práctica, sin embargo, fue generalizándose a través de procesos evolutivos basados en la selección, y fue facilitando tanto el correspondiente aumento demográfico como un mayor bienestar material de aquellos grupos que antes se avinieron a aceptar ese tipo de comportamiento. La no deliberada, reluctante y hasta dolorosa sumisión del ser humano a tales normas facilitó a dichos entornos sociales la necesaria cohesión gracias a la cual accedieron sus miembros a un superior nivel de bienestar y conocimientos de diversa especie, lo que les permitió «multiplicarse, poblar y henchir la tierra» (Génesis, 1, 28). Quizá sea este proceso la faceta más ignorada de la evolución humana.
Los socialistas ven las cosas de distinta manera. No se trata tan sólo de que lleguen a conclusiones diferentes: perciben la realidad de manera distinta. Que los socialistas yerran en cuestiones de hecho tiene -como subrayaré más adelante- una importancia crucial para mi línea de razonamiento. Si su interpretación del orden social-así como de las alternativas que proponen- reflejaran verdaderamente la realidad, estaría plenamente dispuesto a aceptar que corresponde al ser humano la responsabilidad de garantizar una distribución de ingresos que de alguna manera se ajuste a determinados principios morales. Y estaría dispuesto a admitir igualmente que, a tal fin, se asignara a alguna autoridad central la responsabilidad de establecer el destino que deba darse a los distintos recursos, aun cuando ello implicara la supresión de la propiedad privada de los medios de producción. Si, por ejemplo, fuera cierto que la gestión centralizada de la economía es capaz de conseguir un producto global por lo menos similar al actual, se plantearían sin duda difíciles problemas de tipo moral en torno a cómo, en justicia, deberían asignarse los ingresos. La realidad, sin embargo, es totalmente distinta. Porque, con excepción del mecanismo a través del cual el mercado competitivo procede a distribuir los ingresos, no existe ningún método conocido que permita a los diferentes actores descubrir cómo pueden orientar mejor sus esfuerzos al objeto de obtener el mayor producto posible para la comunidad.
El núcleo principal de mi argumento consistirá, pues, en precisar que las diferencias existentes entre los partidarios del orden espontáneo de extenso ámbito, característico del mercado, y quienes propugnan la existencia de una autoridad centralizada que controle con el debido rigor el comportamiento de todos y se encargue de gestionar colectivamente la asignación de los recursos productivos radican en una falsa apreciación por parte de los segundos acerca de cómo la información requerida surge y es utilizada por la sociedad. Por tratarse de una cuestión de hecho, tales discrepancias deben dirimirse a través del estudio científico, que evidencia que la aceptación de las normas morales transmitidas por tradición -normas sobre las que el orden de mercado descansa y que en modo alguno coinciden con las supuestamente racionales recomendaciones que los socialistas suelen plantear- es los que nos permite generar y uti1izar un volumen de información y recursos mayor del que pudiera poner al a1cance de la comunidad una economía centralmente planificada. Los partidarios de esta ultima, sin embargo, siguen empecinados en sostener que todo lo hacen al amparo de las más estrictas exigencias de la «razón». Los objetivos y programas socialistas son, en definitiva, inviables, tanto en cuanto al logro de los objetivos propuestos como a la eficacia de su gestión. Y, a mayor abundamiento, el modelo carece hasta de la necesaria consistencia lógica.
Tal es la razón por la cual -contra lo que generalmente se afirma - estas diferencias no dependen sólo de la perspectiva que adopten los distintos intereses involucrados, ni pueden ser reducidas a meras diferencias de valoración. Porque el análisis de cómo fueron adoptadas determinadas normas de comportamiento y esquemas morales y de sus efectos sobre la evolución de nuestra civilización, es fundamentalmente una cuestión de hecho. Tal análisis, desarrollado a lo largo de los tres primeros capítulos integra la línea argumentativa fundamental de la presente obra. Las exigencias socialistas no son conclusiones morales que puedan derivarse de esas tradiciones que hicieron posible la aparición de la moderna sociedad civilizada. Se pretende mediante ellas más bien sustituir tales esquemas por otros diseñados a fuerza de raciocinios cuya aceptación se intenta asar en la satisfacción de algún primitivo instinto. Parten los socialistas de la idea de que, puesto que la humanidad ha sido capaz de establecer determinados esquemas de colaboración para coordinar los esfuerzos de todos, debe también ser capaz de diseñar otros todavía mejores, a la par que más gratificantes. Ahora bien, aunque debamos nuestra propia existencia a la presencia de esos conjuntos de normas de comportamiento que han evidenciado su mayor eficacia a lo largo del tiempo, la humanidad es incapaz de establecer otros sólo basados en que algunos de sus visibles e inmediatos efectos parezcan más gratificantes a nuestras instintivas predisposiciones. El debate entre el orden de mercado y el socialista es una cuestión que afecta, en definitiva, a la propia supervivencia de la especie humana. La asunción por la sociedad de las recomendaciones socialistas en materia ética implicaría la desaparición de gran parte de la población y la pauperización del resto.
Todo lo anterior contribuye a centrar la atención en un tema sobre el que desearía dejar inmediata y explícita constancia de mi opinión. Aunque critico la presunción de la razón por parte de los socialistas, en modo alguno quisiera que ello pudiera considerarse como rechazo por mi parte de la razón correctamente interpretada. Y con «correctamente interpretada» quiero decir que se recurra a ella teniendo clara conciencia de sus intrínsecas limitaciones; y que, aceptando las lógicas consecuencias, el actor se muestre en todo momento dispuesto a hacer frente a esa sorprendente realidad -constatada tanto en el campo de la economía como en el de la biología- consistente en que un orden no intencionado puede ser superior a cualquier otro que sea fruto de intencionada creación.
¿ Cómo podría quien escribe estas líneas rechazar el recurso a la razón, cuando se esfuerza por demostrar que el ideal socialista constituye un error tanto de tipo «fáctico como lógico»? Lejos de mi ánimo queda también la idea de que no sea posible, a través de la razón -aunque siempre cauta, humilde y parcialmente-, mejorar las costumbres heredadas, perfeccionando algunas de ellas y hasta eliminando otras. En este ensayo, sin embargo, al igual que en los que le precedieron, mi argumento se dirigirá fundamentalmente contra esa tradicional manera de interpretar la razón que constituye la base del modelo socialista, así como contra ese planteamiento ingenuo y acrítico en cuanto al contenido de la función racional que, en otras ocasiones, he denominado «racionalismo constructivista» (1973).
Lejos de mí, insisto, cualquier intento de negar la posibilidad de perfeccionar racionalmente nuestros esquemas morales o nuestras realidades institucionales. Entiendo, sin embargo, que no es posible reorganizar nuestro sistema moral en la dirección sugerida por lo que hoy se entiende por «justicia social», aunque sin duda resulte posible realizar algún esfuerzo reformista contrastando cada una de las partes del sistema con la coherencia interna del esquema global. En la medida en que tal moralidad pretenda dar solución a problemas que, en realidad, no está capacitada para resolver -por ejemplo, desempeñar en el ámbito colectivo funciones de organización y de búsqueda de información que, en razón de sus mismas normas, es incapaz de facilitar-, esa misma imposibilidad se convierte en contundente argumento contra el sistema moral en cuestión. Conviene abordar con el debido rigor estas cuestiones, ya que admitir que el debate gira sólo en torno a diferencias valorativas y no a la estricta apreciación de la realidad es lo que fundamentalmente ha impedido a los estudiosos del orden de mercado evidenciar con la necesaria claridad que e1 socialismo es incapaz de cumplir lo que promete.
Tampoco debe suponerse que el autor no coincida en algunos de los ideales ampliamente compartidos por los socialistas. Entiendo, sin embargo, que, según explicaré más tarde, el popular concepto de «justicia social» ni describe situaciones reales ni es coherente. Señalaré, por último, que tampoco soy de la opinión -cual pueden sugerir determinados defensores de la ética hedonista- de que resulta posible llegar a conclusiones morales sobre bases meramente utilitarias.
Mi exposición puede quizá arrancar de la afirmación de David Hume según la cual «las normas morales... no son conclusiones de nuestra .razón» (Tratado, 1739/1886:11, 235). Este concepto desempeñará, a lo largo la presente obra, un papel preponderante, puesto que enmarca debidamente el núcleo de la cuestión planteada, es decir cómo surgen nuestros esquemas morales, y qué implicaciones puede tener su proceso de formación sobre las instituciones políticas y económicas.
Nuestra afirmación de que la humanidad se ve en la ineludible necesidad de mantenerse fiel al sistema capitalista por su superior eficacia en el aprovechamiento del cúmulo de informaciones dispersas plantea el interrogante de cómo tan eficaz orden social llegó a materializarse, si tenemos en cuenta que son muchos los instintos primarios y las reacciones supuestamente racionales que incesantemente se rebelan contra las instituciones y la moralidad de las que el orden capitalista no puede prescindir.
La contestación a tal interrogante -que constituye la materia fundamental de los tres primeros capítulos de esta obra- enlaza con una antigua concepción, ampliamente extendida en el pensamiento económico, según la cual nuestros esquemas morales y nuestras instituciones sociales no son sólo consecuencia de determinadas decisiones intencionales, sino que surgen como parte de un proceso evolutivo inconsciente de autoorganización de una estructura o un modelo. La validez de esta afirmación se extiende no sólo al campo de la economía, sino a otras muchas áreas del conocimiento, en especial a la biología. Este enfoque constituye tan sólo el primero de un creciente conjunto de modelos teóricos tendentes a explicar la formación de ciertas estructuras complejas sobre la base de procesos que no pueden ser objeto de observación en lo que atañe a las particulares circunstancias y a sus específicas manifestaciones. Cuando comencé a ocuparme de estas cuestiones creí encontrarme prácticamente solo en el estudio del desarrollo evolutivo de tales complejos órdenes que se autosustentan. Desde entonces, sin embargo, investigadores dedicados al estudio de otros problemas semejantes -bajo diferentes apelativos, tales como los de autopoiesis, cibernética, homeostasis, órdenes espontáneos, autoorganización, sinergética, teoría de sistemas, etc.- han proliferado de tal manera que aquí sólo podemos aludir a un reducido número de ellos. La presente obra es, por lo tanto, simple tributaria de una corriente, cada vez más caudalosa, que acabará conduciéndonos, probablemente, al desarrollo de una ética de carácter similar y complementaria de lo que hoy es ya una evolucionada ciencia epistemológica basada en un tipo de evolución que, por cierto, nada tiene que ver con el neo-darwinismo.

Por las razones expuestas, esta obra aborda difíciles cuestiones de índole científica y filosófica, si bien su objetivo fundamental seguirá siendo demostrar que uno de los movimientos políticos que mayor incidencia han tenido en el acontecer moderno, es decir el socialismo, se basa en premisas cuya falsedad puede demostrarse y que, pese a haberse inspirado en las mejores intenciones y haber tenido por mentores tal vez a lo más selecto de la sociedad, no deja de constituir una grave amenaza para el nivel de vida y la existencia misma de una gran parte de la población actual. Tal es el sentido de los capítulos cuarto al sexto, en los que examino y refuto la visión socialista de la evolución y mantenimiento de nuestra civilización expuesta en los tres primeros capítulos de esta obra. En el séptimo me ocupo de la degradación de que ha sido objeto el lenguaje por parte del socialismo, al tiempo que pondero la importancia que para el observador tiene no dejarse confundir por el erróneo empleo de los vocablos hasta el extremo de quedar preso de los citados planteamientos. En el capítulo octavo salgo al paso de la posible objeción, por parte de los socialistas o críticos de otra especie, en el sentido de que la amenaza de la superpoblación echa por tierra todos mis argumentos. Finalmente, en el noveno ofrezco algunas reflexiones sobre la influencia que puede haber ejercido la religión en la evolución de nuestros esquemas morales.
Dado el papel preponderante que en esta obra tiene la teoría de la evolución, considero necesario recordar al lector que uno de los acontecimientos más importantes que han tenido lugar durante los últimos tiempos ha sido la aparición de una epistemología evolucionista (Campbell, 1977, 1987; Radnitzky y Bartley, 19 7), una teoría del conocimiento que interpreta la razón y sus manifestaciones como fruto de un proceso evolutivo. Interpretación que, además de haber dado lugar al alumbramiento de una más adecuada visión de la verdadera génesis y función de la razón (Popper, 1934/1959), ha facilitado un enfoque más correcto de un amplio conjunto de órdenes de carácter espontáneo y complejo (Hayek, 1964, 1973, 1976, 1979). En diversos pasajes de esta obra hago referencia a los numerosos problemas relacionados con este nuevo planteamiento, indebidamente desatendido hasta ahora pese a su indudable trascendencia.
En mi opinión, no necesitamos sólo esa nueva epistemología evolucioncita, sino también una justificación -igualmente evolucionista- de los esquemas morales generacionalmente recibidos de índole muy diferente de las hasta ahora propuestas. Claro está que fue en el estudio de los tradicionales esquemas de cooperación social -y aun antes en los relativos al lenguaje, el derecho, el mercado y el dinero- donde primero aparecieron semejantes planteamientos. La ética es la última fortaleza en la que el orgullo humano deberá avenirse a admitir la humildad de sus orígenes. Está en fase de formulación en nuestros días esta teoría evolutiva de nuestros esquemas morales. Sus principales conclusiones apuntan a que estos esquemas no derivan simplemente de nuestros instintos, ni tampoco del ejercicio de la razón; tienen más bien un origen diferente que debe situarse «entre el instinto y la razón», circunstancia que destaca el título del primer capítulo de esta obra. Nos hallamos ante un fenómeno de excepcional importancia que ha permitido a la humanidad hacer frente a situaciones cuya solución excedía enormemente el alcance del mero ejercicio de la razón. Nuestros esquemas morales, al igual que muchos otros aspectos de nuestra cultura, surgieron al compás de la razón, no como productos de esta última. y por paradójico que a algunos les parezca, estas tradiciones morales superan ampliamente los límites de lo que nuestra capacidad racional hubiera podido alcanzar.

De Rubén Zorrilla, uno de mis maestros

Prólogo de "Sociedad de Alta Complejidad"

Desde que apareció, apenas intuida, a la sombra de una cada vez más extensa –e intensa– economía dineraria, la sociedad de alta complejidad –cuyo fundamento y sostén es el capitalismo– fue encarnizadamente combatida por la cultura tradicional y los personeros conspicuos de su herencia, quienes recogieron imprecaciones y condenas, a veces sólo insinuadas, de un pasado milenario.
El dinero, el interés, el capital, su acumulación y concentración, el lucro, la célebre plusvalía, el monopolio, entre otros términos críticos, fueron –en simple metáfora– los muñecos miserables, reiteradamente vilipendiados por una ética convencional, discrimi-natoria y sensiblera, que se negaba a comprender la nueva realidad del proceso histórico moderno, desencadenada por la audacia de la aventura, la inteligencia de la innovación y la porfía del trabajo incesante y meticuloso.
Las grandes máquinas, coordinadas en vastas organizaciones (pensemos en el ferrocarril), fueron caracterizadas como demonios. La tecnología, y la misma ciencia, han sido reiteradamente desestimadas por creadoras de incertidumbre y problemas (lo que es cierto) como si ésas no fueran las consecuencias necesarias de elegir entre opciones perentorias –realizadas por millones de personas–, todas las cuales tienen los mismos resultados inciertos y problemáticos. Pero mientras la tecnología y la ciencia nos lanzan al itinerario azaroso de vivir y aun exprimir lo desconocido y misterioso de la sociedad y la historia, su quiebra, o la abstención de producirlas, nos llevarían a la estabilidad de la inacción y a la nada, sin superar o enfrentar los problemas de vivir. Rifaríamos la propuesta imprevisible de crear y saber frente a lo desconocido que nos asedia. Dejaríamos de ser los astronautas del misterio, para gozar de la seguridad –por completo ilusoria– en el nicho de la ignorancia.
Las meras relaciones sociales de la sociedad compleja han recibido la condena de insolidarias, desalmadas, opacas e intrincadas, en elogio implícito o explícito, por contraste, de la sociedad simple, en la que todos sus miembros serían hermanos, compañeros o camaradas, y sus relaciones transparentes, signadas por la bondad y la comprensión. Este colectivismo idealizado choca estruendosamente con la realidad que ofrece la antropología, y sus inferencias acerca del remoto pasado humano. También es contradictorio con lo que sabemos de historia sobre el pasado de las sociedades actuales.
Las fallidas predicciones relativas a la “decadencia de Occidente” y “la caída del capitalismo” y de la sociedad de alta complejidad desde que esta se insinuó en la prime-ra mitad del siglo XIX –junto con el advenimiento de las propuestas socialistas– se han mostrado hasta ahora completamente equivocadas, aunque siempre se podrá decir que algo que existe habrá de terminar, y con razón, porque la vida medra en la dimensión incomprensible de lo perecedero. La cuestión radica en demostrar cómo y cuándo, porque todo, repito, muy probablemente es cierto que desaparecerá.
Aparte de estas atendibles advertencias, es indudable que la segunda mitad del siglo XX ha deparado un admirable progreso –en todos los planos– de la sociedad de alta complejidad, allí donde el capitalismo pudo desarrollarse. No obstante, cubre una porción minoritaria del planeta, aunque sin duda está en la proyección de todos los países que cuentan con una economía dineraria en crecimiento. Además, las resistencias a tole-rar su expansión han desatado terribles oposiciones, como el comunismo, el nacional–socialismo, el anarquismo, los nacionalismos populares, el terrorismo y sus mezclas diversas.
Todos los datos que podemos recoger, sin embargo, y las inferencias más probables que ellos hacen posible, sugieren que la sociedad de alta complejidad, con sus heladeras, sus hazañas médicas y astronáuticas, sus servicios de información plurales y libres, y el fantástico desarrollo de la ciencia y la tecnología, además de la vastedad inaudita de sus entretenimientos, entre otros aspectos que podrían agregarse –acaso más importantes– navegará airosamente, aunque no sin tragedias, entre los asedios de la incomprensión.
Es claro que no sabemos a dónde va. Pero en cualquier otra opción –si la hay– nos pasaría lo mismo, fuera diferente o contradictoria. Ni de nuestro vivir, ni de la misma vida sabemos por qué existe, ni para qué, ni cuál será su destino. Esta regresión a las raíces de la filosofía parece justificada porque a veces se hace necesario recordar lo obvio.
Los prodigiosos hallazgos de la sociedad de alta complejidad y del capitalismo han sido separados quirúrgicamente por quienes los combaten –sin darse cuenta, puesto que son valores compartidos por todos–, del progreso institucional y ético, surgidos de la matriz sociológica y cultural que los originó. Los fogonazos deslumbrantes de un descubrimiento cultural que llevó dos milenios y medio –con los inesperados anticipos del Renacimiento– fueron salvajemente arrancados de las raíces que los hacían posible, y sin las cuales no hubieran existido, ni siquiera en atisbos. Más: los elementos dinámicos de esa increíble mutación histórica fueron criminalizados como promotores de la pobreza material y la miseria ética, cuando, en rigor, abrían nuevas exploraciones en la tierra incógnita de la creación moral, que debía traducirse –penosamente, como siempre ocurre– en nuevas instituciones políticas, como el ejercicio de la democracia y la justicia independiente.
Los presuntos monigotes de la historia, aquellos que recibían las afrentas (el capital, el interés, el lucro, el dinero, para citar algunos), en tanto, seguían actuando imperturba-bles –como compete a su naturaleza inanimada– en la práctica ruin de la vida cotidiana, activando las pasiones, los cálculos y las acciones de toda la gente, desde príncipes y mendigos a los revolucionarios y reaccionarios del statu quo; desde los genios a los do-tados con poca inteligencia. ¿Por qué?
Es que la sociedad de alta complejidad y el capitalismo activan mecanismos vitales de la psicología humana. Por eso se mueven y triunfan en la acción de la gente común, a pesar de que el ambiente cultural es anticapitalista y añora la simplicidad, ingenua y desgraciada, de San Francisco, el mínimo y dulce. Aun los países del socialismo real, para sorpresa de sus inamovibles autócratas, incorporaban masivamente
–cuando podían– las gracias incomparables de los muñecos asesinos. ¿Por qué?
Aquí yace la trágica cantera del más grande de los malos entendidos de nuestro tiempo. Es que 250 años de progreso hasta ahora incesante –si bien plagado de conflic-tos, hecho común en la historia del homo sapiens– no son todavía convincentes para gran parte de la masa intelectual o intelectualizada. Muchos más de los que serían espe-rables de sus miembros –entre ellos una considerable cantidad de premios Nobel– no se han informado de datos y conocimientos elementales: por ejemplo, que desde hace ape-nas dos siglos el homo sapiens, en una pequeña porción de la Tierra, está sacando la nariz de las cavernas, allí, precisamente, donde reside la sociedad de alta complejidad.
Si siempre nos diéramos cuenta de nuestros errores; si la realidad fuera transparente, entonces –inclusive la vida de animales y plantas– no sería lo que es: una exploración incierta en las coerciones de los trabajos y los días. Además, no puede dejar de ser así.
No pienso lamentarme aquí de esos errores, dado que nuestra ignorancia es y será infinita. Pero podemos aprender indefinida aunque dolorosamente, si “nos damos cuenta”, a través de mejores argumentos y mejor información, que algo importante pasa a nuestro lado sin ser percibido. Darnos cuenta de que ahora contamos en Occidente con una gran sociedad, mejor que ninguna en el pasado, pero –como todas– con inmensos problemas, medidos desde la estatura de sus hazañas –aunque tratables desde un nivel completamente distinto al de la ignorancia de antaño–. Si no “nos damos cuenta” perde-remos la oportunidad de mejorarla y, lo que es peor, acaso la perdamos para siempre.
Este libro es un intento y una propuesta para “darse cuenta” de la naturaleza de la sociedad de alta complejidad y de sus relaciones con el subsistema capitalista. Como su contradictor –que pasa siempre como su alternativa teórica y práctica– es el socialismo, sus diferencias con él ocupan el núcleo central de las reflexiones que siguen.
Siento que esa polémica, implícita y ostensible a un tiempo, esté plagada de reitera-ciones. Pero lo que es o parece redundante está justificado para tener presente hipótesis, términos teóricos, datos empíricos y argumentaciones.
Todos estos elementos interpretativos forman parte de una perspectiva sociológica, que es dominante, pero que se halla relacionada con la ciencia política, la economía, la historia y la antropología social.
Agradezco a mis amigos Elena Valero Narváez, Luis Balcarce, Horacio Domínguez y Jorge Mercado su contribución en documentos y libros raros, o difíciles de hallar.
Inesperadamente, se me imponen a la memoria estos versos conclusivos y sin duda gratuitos, que expresan la atmósfera de mi intencionalidad:

Incógnito e irreparable,
muevo los hilos de estas trasgresiones inútiles,
secuestrado por la inocencia y la veracidad,
circunstanciando presentimientos e hipótesis
en los límites mismos de la plegaria y la indigencia.

miércoles, diciembre 30, 2009

El buen fracaso de Copenhague. Por Guy Sorman



En Copenhague, nos hemos librado por los pelos: un acuerdo vinculante sobre la energía nos habría sumido en el caos. Pero al borde del abismo, el sentido común salió victorioso frente a la ideología del calentamiento. A la mayoría de los participantes les vienen bien las circunstancias del fracaso: los occidentales pueden culpar a China y a India, lo que exime a los gobiernos de toda responsabilidad. En su fuero interno, un gran número de dirigentes estadounidenses y europeos deben alegrarse por este no-acuerdo, ya que muchos no creen en el calentamiento global y un acuerdo vinculante habría sido una especie de suicidio industrial para el mundo occidental. Y los indios y los chinos podrán proseguir su desarrollo, el cual exige, de acuerdo con el estado actual de sus recursos, el consumo de carbono. Recordemos que, sin el carbón, la humanidad se encontraría todavía en la edad de piedra.

¿Quiénes son los perdedores de Copenhague? La inmensa burocracia que lleva aparejada la ideología del calentamiento verá que se reducen sus créditos; lástima por ella que soñaba con una ONU del medio ambiente que concediera prebendas. Otras víctimas: el bando de los ideólogos y de los activistas anticapitalistas que se habían reciclado en ecologistas profundos. El golpe de Estado de estos antiguos rojos disfrazados de verdes ha fracasado. También es una ocasión perdida para los jefes de Estado cleptócratas que reclamaban compensaciones financieras en nombre de la Justicia climática: en Copenhague, el tercer mundo intentó reciclarse en ideólogo del calentamiento de la misma manera que los anticapitalistas lo hicieron en amigos de la Naturaleza. Doble fracaso para una doble impostura.
Pero ¿sobrevivirán la Naturaleza y nuestra madre Tierra al fracaso de Copenhague? ¿No debía esta reunión de jefes de Estado salvar al planeta? ¿No se trataba del último límite a la locura humana? ¿Transmitiremos «una bola de fuego» a las generaciones venideras? Volvamos al terreno del conocimiento y de la moral. La moral primero: las civilizaciones se basan en el dominio de la Naturaleza al servicio del Hombre y no al contrario. La ideología del calentamiento llevada al extremo es una subversión del orden occidental, una negación de la herencia grecorromana y judeocristiana: un neo-paganismo cuyos sacerdotes serían los ecologistas. Es comprensible que algunos jefes de Estado se dejen tentar por esta retórica que les permitiría dictar los buenos comportamientos y la moral justa: es más cómodo servir a la Naturaleza que no dice nada que a los pueblos exigentes. Por lo tanto, el fracaso de Copenhague es un chollo para la democracia y también un chollo para la Ciencia.

Hasta Copenhague, en efecto, había que creer que reinaba un consenso sobre el calentamiento climático: pero, ¿qué es un consenso que no comparten ni los chinos ni los indios? En realidad, los investigadores occidentales también están perplejos: el Climagate lo puso de manifiesto poco antes de Copenhague. Recordemos que la divulgación de correos electrónicos enviados por los climatólogos del Climate Research Unit de West Anglia revelaba la manera en que los defensores de la teoría del calentamiento manipulaban sus pruebas e impedían que los escépticos y los disidentes publicaran sus trabajos. De repente, sale a la luz que el GIEC, la organización de la ONU que apoya la ideología del calentamiento, es menos la consecuencia de un consenso científico que de un complot político para que se crea en el consenso. En ese complot, los gobiernos de los países pobres, debido a la ventaja que les da su número, han utilizado la mala conciencia permanente de Occidente: África, víctima del imperialismo, también lo es ahora del calentamiento mundial. Por lo tanto, habría que indemnizarla antes que desarrollarla: un razonamiento del cual son víctimas, desde hace 50 años, los pueblos africanos.

Una vez que se bajó el telón y que se acabó el espectáculo (eso esperamos), volvamos al principio de realidad: diferenciemos, en la controversia, lo que sabemos de lo que ignoramos y así obtendremos un buen comportamiento, una verdadera ciencia y una buena economía.

No cabe ninguna duda de que el clima se calienta, con lentitud, como ha ocurrido varias veces en la historia contemporánea. Pero no sabemos a ciencia cierta si la industrialización y el dióxido de carbono causan o no ese calentamiento. La hipótesis del calentamiento por el CO2 no se basa -contrariamente a lo que nos quieren hacer creer los ideólogos del calentamiento- en ningún hecho probado: sólo se basa en modelos teóricos. Si tiene que haber calentamiento, para la humanidad sería, como en el pasado, tanto beneficioso (para el sector agrario en particular) como perjudicial (enfermedades tropicales, inundaciones). Por lo tanto, conviene preguntarse si es mejor contener el calentamiento o si es mejor, en el futuro, luchar contra sus consecuencias. En pocas palabras, ¿se debería frenar el crecimiento industrial por un riesgo lejano o aleatorio? ¿O se debería continuar el crecimiento, dotándose de medios adicionales para, si se diera el caso, contrarrestar los inconvenientes del calentamiento? Antes de Copenhague, sólo oíamos el discurso predominante de la escuela catastrofista. Después de Copenhague, sería deseable el reequilibrio de los discursos y de las políticas en beneficio de los progresistas: ellos dicen sí al desarrollo para afrontar mejor los posibles riesgos. En esta escuela progresista, hay que distinguir a los negacionistas y a los escépticos. Los negacionistas niegan el calentamiento por completo o consideran que ya habrá tiempo de ocuparse de él cuando sea un hecho comprobado. El progresista escéptico -tendencia en la que me veo reflejado- es partidario de una vía intermedia y del principio de precaución. Por lo tanto, nos plantearemos que el dióxido de carbono, aunque no estemos seguros de ello, puede contribuir al calentamiento y que éste podría acarrear peligros nuevos que quizás no sepamos controlar (como por ejemplo las pandemias virales).

Por consiguiente, en nombre del progresismo, la diversificación de las fuentes de energía es en sí misma un procedimiento deseable: aportaría también una serie de ventajas estratégicas mediante la disminución de la dependencia de las fuentes inestables. Para impulsar esta diversificación de las fuentes de energía, existe un verdadero consenso entre los economistas a favor de un impuesto sobre el carbono, con la condición de que no sea elevado, de que sustituya al resto de impuestos sobre la producción y de que sea universal. El riesgo que conlleva este impuesto es que algunos gobiernos lo usen para prohibir las importaciones de los países que no lo apliquen. Por lo tanto, convendría definir el equilibrio justo entre el libre intercambio que beneficia a todo el mundo y la diversificación de las fuentes de energía que también beneficia a todo el mundo, si se cree en el calentamiento. Asimismo, convendría que las subvenciones absurdas a las manías ecológicas sin mucho futuro parecidas a unos molinos de viento, no impidieran la búsqueda de nuevas energías.

De acuerdo con estas bases plenamente objetivas, sería posible y deseable que se establecieran un diálogo en las naciones y entre ellas a fin de conseguir unas estrategias y unos acuerdos viables. Esto es menos llamativo que Salvar el Planeta, pero podría, al menos, mejorar la condición humana.

martes, diciembre 29, 2009

Amando en silencio a Mussolini

Irán asesina a diez manifestantes opositores. Cuba persigue a los blogueros “contra”, Venezuela denuncia una conspiración por semana.
A nadie le preocupan demasiado estos excesos, a juzgar por el mínimo espacio que le dedica la prensa. Y leyendo los foros de lectores, la cosa queda aun más clara.
Pase lo que pase, Iran es un ícono antinorteamericano y siempre tendrá el apoyo de las multitudes progresistas europeas. La manifestaciones fueron “armadas por la CIA y el Mossad”, según el relato predominante en estos foros, a fin de justificar la inminente invasión norteamericana a Teherán. Y así sucesivamente: Yoani Sanchez es una agente de la CIA, Cuba es un gloriosos símbolo de resistencia, al igual que Irán o Sudan.
Es el asqueante discurso, predominante, hegemónico en el mundo occidental que ama a sus enemigos. Ponen en el altar a Pol Pot, a Mao, al Kim il Sung: a la peor furia represiva y dictatorial, siempre que sea claramente antinorteamericana.
Pregunta: ¿qué los detiene a elevar al altar a Hitler? Lula, en sus años juveniles, ya lo hizo (y no le fue nada mal). O sea, en esta fiesta orgiástica donde todos los enemigos de EEUU son nuestros amigos (Ben Laden, Khomeini, Gadaffi, Por Pot, Kim il Sung) ¿por qué no incluir a Hitler y Mussolini en el banquete? No se entiende.
Ayer , el embajador de Irán en México acusó a las multitudes opositoras de “fascistas”. Chávez no deja de acusar de “fascista” a sus enemigos públicos, empezando por Uribe y Bush. El “fascismo” que ellos aborrecen es una etiqueta acomodaticia: en realidad aborrecen la “democracia liberal” y admiran en silencio - no podría ser de otra manera- a Mussolini, por sus audacias antioccidentales y anticapitalistas. Como los admiraba el co-fundador del Club, Juan Domingo Perón. Coherencia chicos: defiendan a Irán, a Sudan, a Corea del Norte, aborrezcan a Israel y a EEUU: amen a Mussolini, también.

Dudas

Ya que el liberalismo – al cual adscribo- tiene pocas “verdades absolutas”, pero muchas hipótesis sobre cómo funciona la realidad, queda un amplio campo para la duda, la polémica y aun el enojo. No existe “un” liberalismo , sino diversas tradiciones que comparten una base común pero disienten en aspectos concretos.
Yo no termino de ponerme de acuerdo en varios temas centrales, que paso a describir.

Cristianismo y liberalismo. Estoy poniendo en duda la visión tradicional, según la cual el catolicismo es fuertemente antiliberal y el protestantismo, fuertemente inclinado al liberalismo. Desde Santo Tomas y sobre todo, con los neoescolasticos españoles de la Escuela de Salamanca , más muchos pensadores italianos católicos del siglo XVI y XVII aparece una vigorosa corriente católica liberal en lo político y aun en lo económico. Límites al poder del Rey para extraer impuestos, para gastar, para crear moneda de baja ley, derecho a la rebelión, obligación del rey de considerar los deseos y necesidades del pueblo, advertencias sobre la tentación de la tiranía, resguardos contra esa tentación, etc. constituyen un aporte absolutamente esencial y previo a las reflexiones de Locke y Hume, creadores del liberalismo moderno.

Liberalismo y Moral. No veo claro el límite entre defensa de un código moral-base del liberalismo moderno- y la “caída” en el más clásico conservadorismo (en lo sexual, lo procreativo, lo cultural, las “costumbres”, etc.). El conservador la tiene clara, no así el liberal: liberalización de las drogas? Matrimonio gay? Aborto? Libertad absoluta de expresión, aun para los fascistas y stalinistas? Política de seguridad?

Estado mínimo. Para las variantes más extremas del liberalismo el Estado no tiene razón de ser, es una estructura al servicio de una mafia enquistada en la sociedad, apropiándose de su trabajo y regulando la vida privada de millones de individuos, etc. Sospecho que el Estado mínimo, sí tiene una razón de ser y que no puede soslayarse fácilmente, cayendo en ensoñaciones ácratas y utópicas. Me imagino un Estado activo generando información, ayudando a coordinar entre grupos de la sociedad, anticipando el largo plazo, generando políticas generales con consenso, etc.

Seguridad Internacional. Menos aun comparto el “aislacionismo” de los liberales extremos, según los cuales EEUU no debió haberse metido en ninguna guerra europea. Si hubiera sido así, Hitler y Stalin - sus herederos- aun gobernarían el Viejo Mundo. Y el Holocausto se hubiera llevado no a seis , sino a diez millones de judíos.
Hoy el tema es el Islam. Se le puede criticar a EEUU toda su estrategia frente al Islam, pero si no existiera la postura de enfrentarlo, de ponerle límites, Eurabia sería una realidad y America Latina, una sucursal del Califato Universal. Israel hace tiempo que hubiera desaparecido y posiblemente otro Holocausto se hubiera desencadenado allí.

O sea. Cuestionar el Estado sin caer en la Utopía Acrata. Ha ahí el desafío para los liberales. Y no caer en la trampa “de derecha”, aliándose incondicionalmente con los conservadores.

Tarea difícil. Con muchas dudas. Pero vale la pena: frente a las locuras islámica, ecologista, neosocialista, indigenista y relativista el liberalismo moderno ofrece un territorio de esperanza y optimismo, un despliegue de pensamiento y creatividad, una huida de los clichés y los libretos de las minorías “esclarecidas” que persisten en sus delirios anticapitalistas, antimodernos, neomedievales.

lunes, diciembre 28, 2009

Iran اعتراضات شبانه الله و اکبر Tehran Ashura Nightly Protest

Protesta nocturna: GRITOS

Iran...y la valentía


represion en Iran, 27 de diciembre 2009


Así asesinan los amigos de D élía y Padre Farinello



La gente les pega a los policias con sus propios bastones!

MUST SEE,Brutality against an Old woman,27decزخمی شدن یک زن مسن

Los "Basijis" (la guardia paramilitar vdel regimen) atacando a mujeres en protesta

Así se comunica la resistencia iraní, a traves de Twitter

Realtime results for #iranelection

1. Stevereds_normal srsmith667 RT @Populista: The lack of coverage in the U.S. of ongoing events in Iran is disappointing, but not suprising. #IranElection (via @Brand ... half a minute ago from web
2. Twitterprofilephoto_normal zorinsmom RT @revmagdalen: RT @foxbutters: Hope #SoG takes over the country soon so we can all get some sleep! #iranelection LOL! true half a minute ago from web
3. Ahmaddadkhah_normal piroozi13aban http://www.youtube.com/watch?v=oUJysUeyxQw خامنه اي شياده #iranelection #mousavi half a minute ago from API
4. Yes_we_did_normal algarman Could the Mullahs Fall This Time? - The Daily Beast - http://shar.es/a93I5 #iranelection #fb half a minute ago from ShareThis.com
5. 436_normal ripple1967 RT @Populista: The lack of coverage in the U.S. of ongoing events in Iran is disappointing, but not suprising. #IranElection (via @Brand ... less than a minute ago from web
6. Photomariage_normal DR4WARD Follow #iranelection for current events fr Iran. While media is catching up to today it is already tomorrow in Iran less than a minute ago from Tweetie
7. Header_normal PrecycleOnline CNN - Rajabzadeh-Security forces didnot posses firearms #SOG #IranElection #Ashura http://PrecycleOnline.com/forum/posts/id_2515/ less than a minute ago from web
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9. Clock_face_green_normal Time_in_Iran The time in Iran is now... 7:30 AM, Mon Dec 28 (what this is: http://bit.ly/UhBWa ) #IranElection #gr88 #neda #iran #tehran less than a minute ago from Perl Net::Twitter
10. Obi_wan_karrubi5small_normal jhod RT @revmagdalen: RT @foxbutters: Hope #SoG takes over the country soon so we can all get some sleep! #iranelection LOL! true 1 minute ago from TweetDeck
11. United4iran-130x130_normal United4Iran RT @austinheap: CNN doing a special at 10:30pm ET on the violence in #Iran (via @stevebruskCNN) #IranElection 1 minute ago from web
12. 12467_199138665783_139517835783_3270281_3433321_n_normal Simcha32 RT @Family_Zirak: Zvi Barel / Iran unrest isn't a riot, it's an earthquake - Haaretz - Israel News http://bit.ly/5ZOySv #iranelection 1 minute ago from TweetDeck
13. Moon-2_normal bantrybay #SOG, it is time to end this farce of a government. STRIKE TODAY! Bring your oppressors 2 their knees! Azadi!! #iranelection #iran 1 minute ago from TweetDeck
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17. 4069307181_00e1644a05_normal media4iran RT @IranStreets 2 professional photographers post pictures of #Ashura protests http://kosoof.com/ http://tehranlive.org/ #IranElection 2 minutes ago from Power Twitter
18. 2213851-1_normal GordBarnes RT @JonHutson: Obama administration condemns violence against protesters in Iran #iranelection http://viigo.im/1TLM 2 minutes ago from web
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20. Green_5316_cri_122016_1__normal nosbohk RT @revmagdalen: #IranElection GOOD MORNING IRAN!!! STRIKE STRIKE STRIKE STRIKE STRIKE!!!! Bring the hammer down!!! RT

domingo, diciembre 27, 2009

Irán!

Los Castro, los Chavez, los Evo, los Correa, los Ortega, los jefes militares de Myanmar, El Monarca de Corea del Norte, los de China y Vietnam, los dictadores de Libia o Sudan, Arabia Saudita y Siria, el Jefe Stalinista de Estado de Bielorusia, todos sus voceros, propagandistas, intelectuales orgánicos, pedriodistas, cineastas - del tipo Oliver Stone- toda la Gauche Divine que saluda Cuba a orillas del Sena, todos ellos no soportan la imagen de un pueblo en las calles protestando contra un régimen letal como el iraní, que entre ayer y hoy asesinó a ocho ciudadanos. Miren:






sábado, diciembre 26, 2009

Esa cosa esquizofrénica que es el Justicialismo (Duhalde)

A confesión de parte, relevo de pruebas

Forma y contenido

Para simplificar, forma es de derecha y contenido es de izquierda. O sea: Borges (un formalista) es un escritor de derecha y Walsh un escritor revolucionario. Cortázar fue un exquisito escritor “formalista” hasta que insistió en sus mamarrachos progresistas como “El libro de Manuel” y otras intoxicaciones parecidas, a fin de transformarse en un escritor de izquierda. Por suerte no lo logró.
Si una historia es "individual", estamos en el reino de la "forma": amor, odio o celos a nivel individual son "formalismos, nimiedades". Cuando, en cambio, el sujeto es colectivo (clase, pueblo, nación) sus historias se cargan de "contenido" social, y entonces valen la pena.
Lo mismo con el cine: las maravillas de Cameron – como el inminente “Avatar”- son fantasías alejadas de cualquier simbología social, por lo tanto redundantes, ya que “no te queda nada en la cabeza” después de verlas. En realidad te queda una EXPERIENCIA inolvidable ya que alguien te puso en contacto con la aventura, con los mitos, los prototipos que luchan desde Homero en adelante en un relato inacabable entre bien y mal, entre belleza y fealdad, entre juventud y decrepitud, entre poder y resistencia a la autoridad…pero eso no es importante, porque no hay “mensaje”.
Así estamos: la cultura solo puede ser auspiciada y financiada por el Estado si como mínimo aborda algunas de las siguientes problemáticas: discriminación, sexismo, homosexualidad, ecología, defensa de intereses sociales, luchas populares, pueblos originarios, dictaduras militares.
En cambio para hablar de amor, odio, celos, pasión, venganza, belleza, optimismo, dudas personales, conversiones…no hay dinero del Estado. Que cada uno se arregle como pueda.
El Estado está para proveer “contendidos”, no “formas”.

jueves, diciembre 24, 2009

Felicidades de Yoani

Un abrazo fuerte en este fin de año a todos esos “palitos chinos” regados por el mundo, a los comentaristas de este blog, a los bloggers cubanos de adentro y de afuera, de una tendencia u otra, a los traductores de Generación Y que –de manera voluntaria– hacen mis textos asequibles a tantos, a los que transcriben los textos que dicto vía telefónica y después los colocan en Twitter, a los que envían mis posts a miles de emails en todo el mundo y me llaman a casa para contarme lo que mi minusvalía como internauta no me permite saber. A todos, felicidades, suerte y constancia para este 2010 que comienza en unos días.

Leyes necesarias

La ley de talles se basa en el supuesto de que la oferta actual está restringida a determinados talles, impidiendo que los que estén por encima de esas medidas encuentren las vestimentas que necesitan. Por ello, se obliga a TODOS los negocios de ropa a tener disponibles TODOS los talles. Sabia medida.

Con la misma filosofía, están en estudio las siguientes leyes.

1- Ley de comidas. Todos los restaurantes deberán tener: comida bajas calorías, comida para celíacos, comida para vegetarianos, comida kasher, comida para macrobióticos, comida de los pueblos originarios, árabe, china, hindú, griega, armenia, brasilera, comida francesa italiana, española, alemana, báltica, eslava.

2- Ley de contenidos artísticos. Para diarios, revistas, radios, televisoras, sitios web. Se deberá contar con espacio para tener contenidos de origen argentino (30%) y de cada uno de los 180 países de la ONU, proporcionalmente a su población

3- Ley de columnas. Todos los medios deberán tener columnistas de la siguientes ideologías: populistas, nacionalistas, socialistas, comunistas, nazifascistas, liberales, conservadores, monárquicos, ecologistas, anarquistas, etc. en las proporciones que la regulación de la presente ley disponga.

4- Ley de libros y discos. Todas las librerías / disquerías deberán tener en stock unidades de los autores / compositores /intérpretes argentinos e internacionales, actuales o clásicos, que la reglamentación disponga.

5- Ley general de oferta de servicios. Todos los oferentes de servicios personales (peluquería, pedicuría, masajes, cosmetología, manicura, etc.) deberán ofrecer todos los tipos de servicio disponibles, tal como la futura reglamentación dispondrá. Por ej., un peluquero deberá brindar cortes a máquina, a tijera, a navaja, cortes al ras, cortes a la garzón, cortes a la romana, etc.

Se abre en este blog la propuesta de nuevas y necesarias obligaciones de comerciantes y proveedores de servicios, a fin de evitar cualquier tipo de discriminación o exclusión.

miércoles, diciembre 23, 2009

Navidad judía

Según mis recuerdos más remotos, la Navidad no era exactamente la mejor época del año. Hasta esa semana, en Argentina, éramos todos iguales. Pero en esos días se levantaba un muro invisible pero eficaz, que separaba a los judíos del resto de la humanidad. Ese día no festejábamos nada, a diferencia de todos los vecinos. Ese día , Papá murmuraba en voz baja que Jesús era judío, pero que después su figura se convirtió en el símbolo de los antijudíos. La dialéctica, quizás, nació allí: de cómo un judío asesinado por los romanos, pasaba a ser un “católico” asesinado por los judíos. De cómo se podía festejar la judía Pesaj - la Última Cena- antes de convertirse en el primer mártir cristiano. Difícil de entender a los ocho años, y a los sesenta: dialéctica pura, ser y no ser, extrañamente mezclados.
No había arbolito en casa, ni regalos ni esas cosas extrañas como ir a Misa de Gallo, desearse la paz, y tirar cañitas voladoras. Si bien, extrañamente, recibíamos regalos de reyes- quizás era demasiado cruel impedirnos ese disfrute infantil- estaba claro que, en lo que a navidades se refiere éramos extranjeros, extraños. No argentinos.
El hecho de que las fechas navideñas eran posteriores al cierre del año escolar nos ha ahorrado a los niños judíos muchas amarguras, sospecho. Puedo imaginarme a los Robles o a los Martínez de mi clase, mofándose de mi, o preguntado qué me había dejado Papa Noel. Yo le hubiera contestado que Papa Noel no existe y vaya a saber en qué hubiera terminado el entredicho. Por suerte, el 24 de diciembre estaba lejos del colegio.
Más de grande, más “asimilado”, me animé a festejar con amigos. Hasta hace poco, había un arbolito de navidad en casa, para las nenas. Pero como las nenas crecieron, hace varios años que no hay pinito en el living. Pero sí hay festejo en la familia de mi mujer, reducido a su esencia puramente social y tradicional.
Pero muy en el fondo de mi, algo se rebela.
Siento que nadie ha sido capaz hasta hoy de explicarle la Navidad a los judíos. No existe una navidad judía, un principio de reconciliación que recupere la historia judía de Joshúa y su madre Myriam, de su padre Iosef, de su hermano Iacof, de Myriam de Magdala, y de cómo esos magníficos personajes fueron arrancados de su esencia judía y transformados en íconos arrojados con odio hacia los judíos.
El primero de enero, según el calendario se festeja “La circuncisión de Nuestro Señor”. Razonaba entonces yo: si el Señor fue circuncidado - o sea le hicieron el “bris”- el Señor es judío,¿ por qué no festejamos su nacimiento?
En fin, nadie se acuerda de los niños judíos y su inexplicable ausencia de Navidad.

martes, diciembre 22, 2009

Palabras afines

Policía brava- intendentes, concejales, secretarios- narcotraficantes- redes de prostitución-boliches- patovicas- clubes de futbol- barras bravas- aprietes a deudores- asesinatos por encargo- negociados-sindicalistas- obras sociales- remedios truchos- financiamiento de la política- efedrina- robo de medicamentos oncológicos - piratas del asfalto- redes comerciales en negro- inspectores municipales- venta de protección- seguridad privada- trafico de información- robo de autos- desarmaderos- homicidio en ocasión de robo- sálvese quien pueda...

Desiderata 2020

Vuelvo a publicar mis deseos para los próximos diez años (cosa que hago desde 2007). Cada año agrego los comentarios



" 2007- Quisiera que para el 2018 el engaño del Calentamiento Global se haya desinflado como globo olvidado. Este último estertor del Iluminismo universalista (Grandes Males Universales Deben Ser Combatidos Con Grandes Revoluciones Mundiales) se niega por ahora a reconocer sus tremendos errores. La forma en que en el siglo XXI adquiere la Reacción se llama “Calentamiento Global”: no a las industrias, no a la actividad humana, disolvámonos en el bosque como pigmeos primitivos, volvamos a la animalidad.

2008- Afortunadamente, vamos hacia allí: en 2008 hubo tanta evidencia científica de la falacia “calentonista” (hielos crecientes en el artico, enfriamiento en el Atlantico norte, etc.) que parece que a la Nueva Religión le queda poco oxígeno…y morírá por congelamiento


2009- El descubrimiento del obsceno intercambio de emails entre los eco-alarmistas, sus maniobras para alterar los datos y para acallar a los escépticos yo son el escándalos ed la década. El "fracaso" de Copenhague es la carta de defunción del "calentamiento global antropogénico". Deberan inventar otra catastrofe más creíble.


2007 - Quisiera que la Malaria desaparezca por la aplicación de DDT a las poblaciones de mosquitos que transmiten el terrible mal -que causa dos millones de muertes al año, especialmente en África-. Gracias al Ecologismo Reaccionario, fue prohibido hace cuarenta años y aun hoy, pese a que la OMS levantó la prohibición, nadie se anima a enviar a África el producto, por el intenso lobby de los Eco-reaccionarios.

2008- No hubo cambios: siguen muriendo niños africanos mientras Bono se rasga las vestiduras y Greenpeace mira para otro lado…

2009- Idem



2007- Quisiera que de una vez por todas América Latina se encuentre con el Mundo, deje de poner cara de niño enojado y aprenda de Singapur, de Nueva Zelanda, de Irlanda y siga el camino de Chile: apertura comercial, libertad de empresa, autoridad monetaria independiente, reglas claras, Justicia independiente, Inversión en Educación, Tecnología y Ciencia, Responsabilidad individual, Estado Democrático de Derecho.
Basta de Nacionalismo, Dignidad Nacional, Soberanía, Líder, Comunidad Organizada, Poder Popular, Socialismo, Igualdad, Control de Precios, Constituciones Fundacionales, Reelección permanente, Voluntad General, Partido Único.

2008- Ahí vamos mal, cada vez peor: ahora Cuba a reingresado al sistema latinoamericano con pleno derecho como si fuera una Democracia, respetuosa de la libertad, los derechos humanos, con 50 años de Socialismo y por lo tanto un pueblo bien alimentado, feliz, próspero (?)…

2009- La única mejora es la derrota inapelable de los Kirchner en Argentina y la consolidación de la alternativa NO- bolivariana en Chile, Perú y Colombia. Uruguay, con Mujica a la cabeza, está en la cuerda floja



2007 - Quisiera que el asesinato realizado en nombre de ideales sea perseguido como el cometido por feroces dictadores. Sean Gobiernos represivos o Guerrilleros asesinos, la Justicia debe perseguir y juzgar a los delincuentes que secuestran y asesinan como las FARC , como la Jihad islámica, los nacionalismos vascos, bretones, croatas o serbios, los iluminados de Sendero Luminoso, y los herederos de los Montoneros, Tupamaros, Mir, ERP, FAR, FAP o Brigadas Rojas.

2008- Ahí hay avances, gracias a nuestro Moreno Ocampo, que ha declarado el procesamiento del actual presidente de Sudan, por someter a holocausto al pueblo de Darfur

2009- Pocos avances


2007 - Quisiera que el empeño fanático de los fundamentalistas del Islam se diluya gracias a un esfuerzo de racionalidad de todas las partes. Reconocer identidades distintas no significa abolir los valores universales que nos diferencian de la tribu ancestral: la libertad, la justicia, la piedad, la aceptación del otro. En nombre de religiones o ideologías no puede justificarse la masacre de inocentes, la opresión de las mujeres o los homosexuales, la persecución religiosa, las restricciones a la libertad.

2008- En Bombay se vivió una locura, una caza al occidental y el asesinato en un lugar de rezos, de ocho judíos, que poco tienen que ver en el conflicto entre India y Paquistan..Hamas acaba de liquidar la tregua de seis meses con Israel, así que la serpiente anda suelta por el living, mientras el bebé duerme solo…

2009- Pocos avances: la progresía mundial sigue excitada con el fundamentalismo islámico, que les parece una gloriosa forma de resistencia. En Irán, una valiente oposición ha hecho su aparicion, acosada por represión y asesinatos


2007- Quisiera ver a Israel y Palestina como dos estados libres, comerciando entre ellos y con el resto del mundo, dando ejemplo de convivencia entre tradiciones y religiones distintas, conformando un espacio de paz que sea una guía para el resto del mundo.

2008- Idem


2009- Idem


2007 - Quisiera ver a Cuba libre de embargos internos y externos, con propiedad privada, partidos politicos, elecciones libres, acceso libre a Internet, sin presos políticos, con prensa libre y diversa, con libertad para entrar y salir de su territorio, comerciando con el mundo, atrayendo al turismo, exportando su música y su cultura.Y a Corea del Norte siguiendo, al menos, el camino de China. Y a Venezuela, liberada de su patán. Y a Africa, recibiendo inversiones y terminando con sus gobiernos parasitarios, que la ahogan en la miseria. Con el 10% de la población mundial, Africa concentra el 40% de las muertes de recien nacidos...

2008- Nada por aquí, nada por allá…

2009- Idem


2007 - Quisiera que las empresas privadas se democraticen, se horizontalicen, se relacionen intensamente con los consumidores, que dejen de ser Burocracias Privadas en busca de Prebendas Estatales. Que compitan, que capten a los mejores, que gasten millones en capacitación, que se llenen de gente diferente, que aporten la visión de la mujer, del indio, del blanco, del joven, del rockero, del filosofo, del viejo. Que caigan los Peces Gordos y tomen el poder los que saben cómo crear valor.

2008- Quizás la actual crisis sirva para eso. Muchos peces gordos están cayendo


2009- El proceso está liderado por las empresas web-basadas, que está generando un nuevo mmodelo de relación empresa-cliente


2007 - Quisiera que Estado se transforme: que caiga la Burocracia autista, preocupada por las normas y nunca por los resultados, que se abra al ciudadano, que escuche, que premie a los exitosos y eche a los zánganos improductivos, que no combata la desocupación incorporando desocupados a su planta, o haciéndolos trabajar en planes sociales indignos, sino administrando un Estado apto para servir a un país que crece.

2008- La otra cara de la crisis: más intervención estatal en todo el mundo, más burocracia, mas confiscaciones a privados, más estatizaciones, nacionalizaciones, reestatizaciones y requeterecontraestatizaciones, viejo e inútil remedio.


2009- El Estado ha crecido con la crisis que él mismo generó, en un circulo vicioso sin fin: las burbujas las crea la emisión de dinero apañada por la FED, hay un crack, luego debe venir el "salvataje", y asi sucesivamente...

2007 - Quisiera que por acción de ciudadanos activos y por desaparición del Estado Patrón, terminen las mafias locales, los caciques, jefes territoriales, Intendentes vitalicios, punteros de barrio, gerentes de comité, politiqueros que compran votos para ser Concejales , barones feudales de provincia, dueños del Diario, el Canal y el Gobierno, coimeros, sobreteros, retornistas, dieguistas, vamo y vamo, ana ana, corruptos, cometeros, malversadores.

2008- Bueno, algo de eso tuvimos a partir de la crisis del campo: la gente entendió como es la trama política de este pais, como se pagan lealtades con la Caja y como para eso el Gobierno requiere compulsivamente de fondos que roba de las AFJP, pero que deberá gastar en la reestatizada Aerolíneas. La utilizacion del “capital político” del conurbano en esas patéticas movilizaciones a Plaza de Mayo demostraron la antigüedad e inutilidad del método peronista-kirchnerista de “movilizar a las masas”.

2009- Las elecciones de junio en Argentina le dieron el golpe de gracia a algunas de las expresiones más rústicas del clientelismo. Hubo cierto progreso.

Felicidades!

A los quince seguidores que Monología supo conseguir; a los blogeros cubanos en su magnífica lucha; a los resistentes iraníes, sudaneses, birmanos; a los que pelean por la libertad, la democracia; a los hombres de buena voluntad.

En cambio, les deseo todas las calamidades a los burócratas, los autoritarios, los demagogos, los torturadores, los simuladores, los ocultadores, los farsantes, los corporativos, los mafiosos, los oligarcas, los manipuladores.

Y mi deseo de que abran los ojos los bienintencionados, los honestos equivocados, los buenos desinformados, los rebeldes.

Artículo de Denise Dresser sobre México

Perro verde
Denise Dresser


MÉXICO, D.F., 21 de diciembre.- ¿Logró México transitar de un régimen autoritario, vigente durante más de siete décadas, a una verdadera democracia? ¿El régimen político que hoy impera representa cabalmente el sentir de las mayorías y se ejerce el poder desde la perspectiva del interés general? ¿La transición mexicana culminó? ¿Estamos aún en ella o, a la luz de lo que hoy vivimos y la perspectiva que se vislumbra, tendríamos que decir abiertamente que la transición fracasó? Preguntas necesarias que formula Carmen Aristegui en su nuevo libro Transición. Preguntas imprescindibles que debería hacerse todo ciudadano preocupado por el destino de su país. Preguntas definitorias para poder asumir una posición ante las iniciativas de reforma política planteadas por Felipe Calderón.
Porque las palabras usadas para describir al sistema político mexicano son métrica del desencanto y termómetro de la desilusión. Palabras como democracia incompleta. Transición truncada. Representación fallida. Impunidad institucionalizada. Simulación. Regresión. En vez de responder a los intereses públicos, la política promueve los intereses particulares. En lugar de resolver problemas, el andamiaje institucional los patea para delante. En vez de generar incentivos para la representación, las reglas actuales impiden que ocurra. En lugar de empoderar ciudadanos, la transición termina encumbrando oligarcas.
Como sugiere Juan Pardinas, la democracia mexicana es un “perro verde”. Es demasiado exótica. Es la única en el mundo –aparte de Costa Rica– en la cual no existe la reelección de legisladores o presidentes municipales. Es de las pocas en donde no se permiten las candidaturas ciudadanas. Es excepcional en cuanto a la ausencia del referéndum. Es inusual por la prohibición de la “iniciativa ciudadana”. Es extraordinaria por la ausencia de mecanismos para permitir la construcción de mayorías legislativas estables. Es mexicanísima por la forma en la cual encumbra a los partidos pero ignora a los ciudadanos. El perro mexicano se empeña en ser excepcional y para mal. Por eso su pelambre tiene un color tan distinto al de otros caninos. Por eso cojea en vez de correr. Por eso produce pleitos callejeros con tanta frecuencia. Por eso es una especie tan disfuncional.
Sobre su lomo están montados los sindicatos abusivos y las televisoras chantajistas y los partidos irresponsables y los gobernadores impunes y los oligarcas privilegiados. Todos ellos, progenitores del perro verde y beneficiarios de su excepcionalidad. Sin reelección no hay rendición de cuentas ni representación política completa ni profesionalización de la clase política ni manera de ir debilitando a los cacicazgos locales. Sin candidaturas ciudadanas no hay forma de romper el monopolio de los partidos y de los líderes sindicales sobre la vida política. Sin referéndum no hay manera de involucrar directamente a la población en la definición de los grandes temas nacionales. Sin la iniciativa ciudadana no hay forma de promover políticas públicas que la clase política no quiere tocar, incluyendo el combate a los monopolios. Sin elevar el nivel de votación para el mantenimiento del registro, seguiremos financiando a partidos pequeños –como el Verde o el PT– que se venden al mejor postor o promueven farsas como la de Juanito. Sin iniciativas preferentes no es posible obligar al Congreso a legislar sobre temas que rehúye, incluyendo la promoción de la competencia. Sin medidas como las que ahora se someten a debate nacional, los ciudadanos seguirán siendo poco más que pulgas de un perro rabioso.
Y sí, las propuestas provienen de un presidente impopular, acorralado, debilitado, que llegó al poder en condiciones cuestionables. Y sí, la lista es incompleta porque no resuelve todos los problemas del sistema económico o del régimen político. Pero eso no debería ser suficiente para descalificarlas de entrada; el odio al mensajero no debería oscurecer la importancia del mensaje que envió. México tiene una democracia descompuesta que necesita arreglar. México tiene una democracia atorada que necesita echar a andar. México tiene una democracia elitista que necesita ampliar. Abriendo espacios a la ciudadanía para que su participación cuente; generando incentivos para que los legisladores y los presidentes municipales se vean obligados a rendir cuentas, cosa que no hacen hoy; dando poder a los votantes para que puedan generar contrapesos sociales a los poderes fácticos; creando vínculos de exigencia y representación entre los gobernados y los gobernantes. Reformas con la capacidad de airear, sacudir, relegitimar, disminuir la excepcionalidad de la democracia mexicana y normalizar su funcionamiento.
Ante ellas, el PRI y el PRD se equivocan al posicionarse como lo han hecho, afirmando que las reformas son “una faramalla” o “reviven el presidencialismo agotado” o “pretenden que nada cambie” o “perpetúan el clientelismo electoral” o son “una distracción” o lo más importante es que “se controle al Ejecutivo con la ratificación de los secretarios de Estado” o “tengo serias reservas sobre modelos de organización política probados en otras latitudes, pero que no tienen historia, condición o idiosincrasia igual a las que tiene México” o “la ciudadanía no está preparada”. Al responder así, Carlos Navarrete y Jesús Ortega y Enrique Peña Nieto y Beatriz Paredes demuestran dónde están parados: cerca del statu quo y lejos de la ciudadanía; cerca de la partidocracia que quieren preservar y lejos de lo que México debe hacer para desmantelarla; cerca de prácticas que desacreditan a los partidos y lejos de empujar su rehabilitación; cerca del argumento espurio del excepcionalismo y lejos de la normalidad democrática que el país exige.
Para entrenar al perro verde hará falta más de lo que se ha propuesto hasta el momento, pero las medidas contempladas ayudan a colocar una correa democrática alrededor de su cuello. Para obligar al can a obedecer a los ciudadanos, en lugar de morderlos, será imperativo discutir la apertura de los medios y el financiamiento a los partidos y la desaparición del fuero y las acciones colectivas y el fortalecimiento de los órganos autónomos y el combate a la corrupción y todo aquello que les permita a los mexicanos proteger sus derechos. Todo aquello que obligue a los partidos a ceder parte de su poder. Todo aquello que refresque la representación política. Todo aquello que logre sacar a México de la jauría de las democracias exóticas, para colocarla en la camada de las democracias más normalitas. Y así, domesticar al perro verde.

Estatismo cultural

Qué arte es 'culturalmente único' y qué no, según los agentes de inmigración de EE.UU.

Por Miriam Jordan

The Wall Street Journal


LOS ÁNGELES. —Cuando Jordan Peimer contrató a una banda argentina que fusiona la música klezmer judía con el tango, pensó que tenía el show perfecto para su concierto "Fiesta Hanukkah".

"Es difícil imaginar una banda más adecuada que Orquesta Kef", dice Peimer, el director del programa en el Centro Cultural Skirball, en Los Ángeles. El evento fue concebido para atraer al público judío y a la creciente comunidad hispana.

Eso fue antes de que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos se involucrara con su propio comentario cultural. La agencia dictaminó que el grupo no podía viajar a EE.UU. porque no cumplía con el requisito de ser "culturalmente único" para recibir una visa de artista P-3.

"La evidencia repetidamente sugiere que el grupo toca un estilo híbrido o fusión de música... [que] no puede considerarse culturalmente único de un país, una nación, una sociedad, una clase, una etnia, una religión, una tribu o ningún otro grupo de personas en particular", decía la carta de rechazo. Estaba firmada por el funcionario CSC4672/WS24533.

Peimer estaba indignado. "¿Qué se puede pedir que sea más culturalmente específico que la música judía de América Latina?" recalcó. Cuando Peimer se desahogó en su página de Facebook, un lector bromeó diciendo que estamos en una era de "seguridad etnomusical".

De hecho, las leyes de inmigración le dan mucho poder a un grupo de burócratas del gobierno que puede decir qué bailarinas, músicos y artistas extranjeros califican como "sobresalientes", o lo suficientemente especiales para merecer una visa de entrada a EE.UU.

En última instancia, la mayoría de las solicitudes son aprobadas. No obstante, algunas organizaciones y representantes de artistas se quejan de que los fallos oficiales sobre el mérito artístico son a menudo arbitrarios.

Al grupo argentino Orquesta Kef se le negó una visa de artista.

La promotora de conciertos de Los Ángeles Grand Performances contrató a un grupo musical indio llamado Jaipur Kawa Brass Band para una presentación a mediados de este año. Las autoridades consulares estadounidenses aprobaron visas para seis miembros de la banda, pero rechazaron a dos, incluyendo al único miembro que hablaba bien inglés. No les dieron ninguna explicación. "El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. procesa la petición pero [la oficina consular] del Departamento de Estado debe otorgar la visa", explica una vocera de la agencia. "Queda fuera de nuestra jurisdicción". El Departamento de Estado sólo indicó que una razón común de rechazo es que se sospeche que el solicitante de visa quiera quedarse en EE.UU.

El patrocinador estadounidense del grupo de hip-hop brasileño Grupo de Rua solicitó una visa P-1 y entregó documentación y pruebas sobre las presentaciones de la compañía de baile en Tokio, Berlín, París y Edimburgo. El funcionario de inmigración número AA0089 pidió "pruebas de que el grupo había logrado reconocimiento y aclamación internacional".

"Ser internacionalmente aclamado no es equivalente a presentarse en el exterior", señala una vocera del servicio de inmigración.

"No sabíamos qué hacer", cuenta Harold Norris, presidente de H-Art Management en Nueva York. "Tuvimos que pasarle todo el caso a un abogado" para que lo aprobaran ya cuando se avecinaba la fecha del comienzo de la gira.

Según el Manual de Asuntos Exteriores del Departamento de Estado, "reconocimiento internacional" significa "un alto nivel de logro en un campo, evidenciado por un grado de destreza y reconocimiento sustancialmente por encima de lo normal, en la medida en que tal logro sea célebre, destacado o bien conocido en más de un país".

Artistas que desean viajar a EE.UU. para una presentación normalmente necesitan una visa P-1; una visa P-3, otorgada a artistas que participan en un programa culturalmente único; o una visa O-1, para individuos con habilidades extraordinarias en las artes, la educación o las ciencias. Una vez que se aprueba la visa, los artistas visitan una oficina consular estadounidense para que les estampen sus pasaportes.

Cada año, llegan más de 20.000 solicitudes de visas O y P a las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración en St. Albans, estado de Virginia, y en Laguna Niguel, California, donde son revisadas por 28 funcionarios. Las solicitudes de artistas representan una pequeña fracción del total. Por ejemplo, la oficina de California recibe más de 1,3 millones de solicitudes de visa por año.

Twitt de Yoani

Me gustaría que nuestro próximo presidente fuera un administrador honesto, que no llame a la crispación sino a la armonía ¿difícil, verdad?

viernes, diciembre 18, 2009

Testimonio cubano

En el primer año de la Revolución el apoyo popular era casi total. Entonces, tenía yo diez años y recuerdo el júbilo de los primeros días. Había terminado la dictadura, el tirano había huido; todo era esperanza. En ese mismo año de 1959 se promulgó la Ley de Reforma Agraria (que terminó siendo la primera, pues luego vendría una segunda ley) y el apoyo caso unánime continúo. Aquel pasó a ser el tema del momento en los medios y en el pueblo. La tierra iba a ser para el campesino. Por fin aquella gran aspiración de la nación cubana se iba a cumplir y el entusiasmo no decrecía.

Recuerdo que en mi pueblo, San Luis en Pinar del Río, la plaza que se forma entre la iglesia y el parque se llenó de arados, trilladoras y otros implementos agrícolas y algún tractor. Eran donaciones espontáneas de comerciantes y otras personas pudientes. Ya bien avanzado el año 59, comencé a escuchar las primeras voces de duda, muy tímidas al principio. Algún amigo de la familia se paraba a conversar y las discusiones de aquel momento eran más o menos en estos términos:

- Oye, cómo tú vas a decir eso. ¿Cómo va a ser comunista Fidel Castro? ¿A quién se le ocurre eso si ese muchacho es hijo de una familia rica, educado por los curas y abogado?

- Oye, mira que están poniendo a los comunistas en los puestos claves, decía el escéptico.

- Pero si él mismo ha dicho que no lo es, replicaba el otro.

Ya para el año siguiente todos sabían que el “escéptico” tenía la razón y que el pueblo había sido engañado. Pero hasta ahí, casi todos habían mirado con simpatía la Revolución: la iglesia católica, los norteamericanos, los ricos y la prensa toda. Incluso ya se habían producido un buen número de fusilamientos espurios y si bien fueron denunciados fuera de Cuba, de una forma u otra el pueblo los había justificado. En el país, el criterio de la mayoría era que hacía falta una Revolución. El más importante motivo de disgusto entre la población era que los gobernantes y otros políticos se enriquecían con el dinero del erario público.

Con el apoyo inicial que tuvo la Revolución, si hubiera seguido el curso prometido de reinstaurar la democracia y eliminar la gran corrupción gubernamental, Cuba se hubiera podido convertir en un país muy próspero y –más importante aún– de una gran riqueza moral y humana que hubiera podido servir de ejemplo a todas las naciones hermanas de Iberoamérica. Todo esto bajo un gobierno legítimamente constituido por Fidel Castro, que de todas formas habría sido la gran figura nacional y habría gobernado casi sin oposición y sin tener que reprimir a nadie. Pero la Revolución de 1959 nació sobre esa gran mentira que lo empañó todo.

Mirando lo ocurrido desde la comodidad de la retrospectiva, creo que todas las malas decisiones de aquellos primeros años estuvieron signadas por ese pecado original. Desde el mismo momentos de los fusilamientos de los batistianos, que empezaron desde el primer día. No dudo que entre los fusilados haya habido asesinos y torturadores, pero por qué no concederles la oportunidad de un juicio justo (peores, sin dudas, habían sido los nazis en la Segunda Guerra Mundial y los juicios de Nüremberg estaban muy frescos en la memoria colectiva. Algunos de aquellos jerarcas nazis salieron incluso absueltos, otros condenados a prisión y otros más a la pena de muerte) máxime siendo abogado el líder de la triunfante Revolución. ¿Cómo no les concedió a sus antiguos enemigos un verdadero juicio? Incluso ante una corte internacional. ¡Qué ejemplo habría sido un proceso como ese para nuestro pueblo! ¡Cuánto habríamos ganado en civilidad! ¡Cuánto habría prestigiado a una Revolución que se declaraba humanista y cuya generosidad había sido proclamada desde la tribuna! ¡Cuántas figuras de lo mejor de la humanidad habrían salido en apoyo a tal decisión!

Sin embargo, pesó más en la mente de aquellos líderes jóvenes la opción de matar, estimo que para ir radicalizando la Revolución y además para ir sembrando el terror y eliminando posibles enemigos futuros. Incluso aquellas medidas iniciales que beneficiaron a amplios sectores, estuvieron marcadas por la prisa. Fidel Castro fue muy habilidoso en tomar medidas de amplio apoyo popular, mientras abarcaba estratégicas parcelas de poder y desplegaba una retórica inflamatoria.

Opino que todo pudo haberse hecho mejor, con más sosiego. Haber beneficiado a los más humildes de todas formas, pero sin enemistarse con nadie. Un acierto fue la campaña de alfabetización ¿quién se va a oponer a que se alfabeticen a los iletrados? Pero ¿para qué había que ponerle a esa tarea el plazo de un año ni llevar a adolescentes alejados de sus familias a lugares que ya en 1961eran de peligro? Lo mismo pudo haberse logrado con mucha más calma y racionalidad. Claro que así se hubiera perdido un tanto el efecto propagandístico.

La traición llegó hasta la misma reforma agraria. Después de ésta, se promulgó una segunda ley que cambió el carácter de la primera. Ya los campesinos no iban a ser dueños de a tierra, sino asalariados de inmensa granjas estatales. El latifundio había cambiado de dueño. Años más tarde, siendo yo estudiante universitario (era obligatorio cursar y aprobar la asignatura de Marxismo-Leninismo) recuerdo que un día una profesora nos explicó la razón de aquel cambio. Como se trataba de una profesora de marxismo, que en aquellos tiempos era como decir el juicio inapelable de la sabiduría, asumo que esta sería la explicación oficial y no ninguna otra anterior. Ella nos dijo que entregarle la tierra a un campesino era convertirlo en un enemigo de clase. A mi mente vino un hombre de campo sin tierra, convertido en próspero campesino, haciendo producir una finca de su propiedad, con una buena casa y un auto. Pero ese sueño era convertir al pobre en un burgués, en un enemigo ideológico, en un “enemigo del pueblo”.

En resumen, que con el triunfo revolucionario Fidel Castro tuvo en sus manos la oportunidad dorada de haber conducido a este pueblo por el camino de la paz y la democracia. Hacia una gran prosperidad bien repartida y una civilidad armoniosa, para que se hiciera realidad la fórmula martiana “CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS”. Prefirió en cambio irse por la ruta del enfrentamiento y el comunismo, una ideología ajena a nuestra historia y a nuestro entorno y esencialmente violatoria de los derechos humanos. Esta jugada le permitió gobernar con un poder totalitario. ¿Cuál ha sido el resultado? Aquella economía próspera terminó convertida en un país en ruinas, un pueblo muy unido como el cubano está hoy más dividido que nunca, no sólo por cuestión de opiniones sino también separado geográficamente y dispersas las esperanzas de los jóvenes.

Pudo haber sido un gran libertador y eligió convertirse en el mandamás de una tiranía de cincuenta años. Nada, que se cumplió para nosotros lo que ya sabían los antiguos romanos: cuando lo mejor se corrompe, resulta lo peor (CORRUPTIO OMNIMI, PESSIMA)

Adolfo Fernández Sainz, prisionero de conciencia, prisión de Canaleta, Ciego de Ávila,

(El autor cumple 61 años hoy 30 de noviembre)

El verso anticapitalista

Seis son, según Murray Rothbard, las acusaciones que desde la socialdemocracia y el populismo se han disparado contra el “capitalismo” :

1)Hacia fines de la década del 30 se afirmaba que el capitalismo había entrado en una etapa de “estancamiento secular”: desempleo permanente, parálisis en las nuevas tecnologías. La solución: planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre y acelerar el crecimiento.

2)Durante los años 50, a pesar de la gran prosperidad de EEUU en la Postguerra , continuó el mal humor de los críticos: es verdad que el capitalismo crece, decían, pero es necesario obtener mayores tasas de crecimiento. La solución: planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre a fin de desarrollar mejor la Fuerzas Productivas.

3) Gracias a la obra de JK Galbraith, los progresistas descubrieron que no era cierto que el capitalismo estaba estancado: había crecido demasiado y el hombre había perdido su espiritualidad en medio de supermercados y automóviles. (Algún escritor habló de “la pesadilla del aire acondicionado” , añorando los viejos tiempos sudorosos) La solución: planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre, generador de hombres materialistas.

4) De pronto, de la mano de Michael Harrington, con su The other America, descubrieron que no había opulencia sino una enorme pobreza. La solución: planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre, con mayores impuestos a los ricos para redistribuirlos entre los pobres.

5) El problema , hacia 1965, no era el estancamiento: era la automatización creciente que destruiría todos los puestos de trabajo. El desempleo masivo solo podría eliminarse…con la planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre, generador de desocupación masiva.

6) Hacia fines de los 60, caído el mito de que la automatización generaría desocupación masiva, la socialdemocracia contraatacó con la línea argumental que hasta hoy sigue vigente (ahora con el ropaje de “Calentamiento Global”): el capitalismo crece demasiado rápido para la conservación, la ecología y la creciente escasez de recursos. Hay que llegar a crecimiento cero, atacando la tecnología destructora del medio ambiente. La solución: planificación estatal minuciosa para reemplazar el mercado libre, generador de contaminación, a fin de volver a la Naturaleza, de la cual nunca debimos salir.

Como dijo Joseph Schumpeter, "El capitalismo soporta su juicio ante jueces que tienen en sus manos la pena de muerte. La aplicarán, cualquiera sea la defensa que oigan. Todo cuanto podría lograr una defensa exitosa sería un cambio en la acusación"



En Copenhague, Greenpeace y otros amables y simpáticos progreverdes se ponen de acuerdo con Sudan (¡) y Bolivia(¡) para condenar al capitalismo de los países ricos que ha generado el calentamiento global. Posiblemente la aplicación de la ley islámica que propone Sudan o la ley Quichua que propone Bolivia logren regresar a la limpia Edad Media, sin polución y con 40 años de vida en promedio.
Esta comedia absurda es fomentada por los medios, para lo cuales el calentamiento- como todo catastrofismo- les asegura ventas crecientes.

Los millones de ex-pobres que India y China han producido en los últimos 20 años miran y no entienden nada. Sospechan: “¿No querrán estos bien alimentados progreverdes que yo vuelva a mi mísera aldea a vegetar plantando sandía?”




Calentamiento Global

La batalla de la ciencia contra la manipulación política

Los escépticos del cambio climático estamos ganando la batalla de la ciencia

Nature, Not Human Acivity, Rules the Climate Por S. Fred Singer
El Instituto Independiente

La Carta del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés) de la ONU declara que el propósito de la organización es procurar buscar el cambio climático inducido por los humanos.

El Panel Internacional No gubernamental sobre el Cambio Climático (NIPCC en inglés) carece de este problema. Si descubrimos que existen datos que apoyan el cambio climático inducido por los humanos, lo decimos. Si no encontramos fundamentos para el cambio climático inducido por los humanos, también lo decimos. De hecho, el primer informe del NIPCC, del cual fui su principal autor, se intituló “La naturaleza, no la actividad humana, gobierna el clima”.

No observamos evidencia alguna en los registros climáticos de que el aumento del C02, que es real, tenga algún efecto apreciable sobre la temperatura global. El IPCC se basa fuertemente en información sobre la temperatura en superficie, la cual se encuentra distorsionada por la supresión de varias estaciones de superficie. A las “mejores” estaciones se las mantuvo—aquellas situadas alrededor de las islas de temperatura y en los aeropuertos.

Ahora, la filtración del “climategate” ha demostrado que la información sobre la temperatura en superficie del IPCC está basada en datos sin procesar y algoritmos distorsionados que no comparten con la comunidad científica. Los científicos implicados en el “climategate” han hecho una mala utilización de la revisión inter pares y presionado a los editores de publicaciones científicas para impedir la divulgación de investigaciones que cuestionan a las suyas. Han asumido el control del proceso del IPCC y han difamado a los que piensan distinto con ataques hacia su persona, en vez de criticar sus trabajos.

El mandato del IPCC establece que su función es la de evaluar a la ciencia de una manera amplia, objetiva, abierta y transparente. Lamentablemente, el proceso ha sido cualquier cosa menos amplio, objetivo, abierto y transparente. El “climategate” dejó al descubierto a este viciado proceso, y ahora resulta que el calentamiento global podría haber sido “hecho por el hombre” después de todo.

He viajado por Europa durante un mes, conversando con colegas e individuos que están preocupados por las políticas draconianas que están siendo implementadas. Pero estamos ganando la batalla de la ciencia; el alarmista carece de toda evidencia.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU deseaba establecer el tono de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU en Copenhague mediante la publicación de una declaración que sostiene que la pasada década ha evidenciado algunas de las temperaturas más cálidas de la historia, sobre la base de los 160 años de información instrumental con la que contamos. Intencionalmente o no, la declaración dio la impresión de que el calentamiento global antropogénico es la causa del incremento de la temperatura y que el IPCC estaba en lo cierto después de todo. Nada podría estar más lejos de la verdad.

La OMM confunde (¿adrede?) dos conceptos muy disimiles: las temperaturas, que son medidas en grados Celsius, y las tendencias de la temperatura, que están medidas en grados Celsius por año. Las temperaturas se encuentran, por supuesto, actualmente en su punto más alto pues nos estamos recuperando de la Pequeña Edad de Hielo del siglo 18. Incluso pueden tornarse más altas sin ningún tipo de ayuda humana. Inclusive pueden llegar a alcanzar los altos valores observados en el Período Cálido Medieval alrededor del año 1.100 de nuestra era.

Pero las tendencias de la temperatura van cuesta abajo, incluso cuando los gases de efecto invernadero como el C02 están aumentando en la atmósfera. Esta correlación negativa contradice los resultados de los modelos del IPCC que se basan en, e indican que, el calentamiento global antropogénico es muy pequeño.

Estamos ganando la batalla de la ciencia sobre el cambio climático, porque la fabula del IPCC se está esclareciendo, pero aún no hemos ganado la guerra. Esto insumirá apenas un poco más de tiempo.



S. Fred Singer, físico atmosférico, es Investigador Asociado en The Independent Institute, Profesor Emérito de Ciencias Medio Ambientales en la University of Virginia, Académico Adjunto en el National Center for Policy Analysis, y ex director del U.S. Weather Satellite Service. Es también autor de Hot Talk, Cold Science: Global Warming's Unfinished Debate (The Independent Institute, 1999).

jueves, diciembre 17, 2009

Crisis ideológica

Confieso que Murray Rothbard me está produciendo una crisis ideológica importante. El se atreve a desafiar todos los preconceptos.
Digamos que hasta ayer yo era un liberal “prolijo”: para mi el Estado no tenía que intervenir en la Economía, no debía jugar juegos de mercado, a riesgo de hacer tambalear toda la estructura productiva de un país. La desastrosa política que implementa Guillermo Moreno es el ejemplo más evidente del bochorno intervencionista. Ahí terminaba mi audacia.
Pero Rothbard se hace la pregunta del millón “El Estado: ¿para qué?¿ Por qué su intervención solo es “mala” en la economía?¿ Y la Educación, la Seguridad, la Salud, la Justicia: acaso en alguna de esas áreas el Estado produce buenos resultados, le mejora la calidad de vida a la gente? “
O sea el latiguillo: “que el Estado se remita a sus funciones naturales: Educación, Justicia, Seguridad…” peca de ingenuo, según Rothbard. La lógica del dominio, de incrementar el poder, de no fijarse en los costos, de acrecentar el aparato burocrático, de no imponer premios ni castigos, de tomar decisiones arbitrarias sin control alguno, en fin, toda la operación gubernamental esta viciada de un problema estructural, sistémico, de ineficiencia, corrupción y burocracia. Más allá de las buenas intenciones de algún gobernante.
Tomemos el tema de estos días: la Policía Bonaerense. El caso Pomar y las propias y patéticas denuncias del ministro de Seguridad indican que la “Maldita Policía” volvió a sus buenos viejos tiempos. Si se escucha al Juez Arias , un escalofrío te recorre la espalda: la Policía no solo “apaña” el crimen: ES la cabeza del crimen en la Provincia de Buenos Aires. No es una actor más , es EL actor de la inseguridad, el que provee la logística , la información y la cobertura a las bandas, meros ejecutores de sus decisiones. Este monstruo burocrático y violento es el caso extremo de lo que describe Rothbard: el Estado como aparato de dominación al servicio de mafias, que usan todo el poder de la legalidad para esquilmar, aterrar y esclavizar a los ciudadanos. Un contrasentido: nuestros impuestos alimentan al monstruo que nos devora. Es un doble atropello: nos confiscan nuestros ingresos, y con eso se financia el aparato que luego nos roba en cualquier esquina del Gran Buenos Aires.
¿Qué hacer?
Rothbard es revolucionario y no se anda con chiquitas: el Estado mismo es el que debe desaparecer, reemplazado por ciudadanos libres que contratan libremente servicios de empresas dispuestas a proveérselos: educación, salud…y seguridad y justicia. Policía privada, justicia privada. No se anda con chiquitas Rothbard. Claro que uno , instintivamente, rechaza esas audacias y las cree producto de una mente imaginativa y utópica. El tema es que después de leer “Manifiesto por una nueva libertad” a uno le queda el germen de la duda: ¿no serán posibles , después de todo, esos excesos “libertarios”?
Al menos, a uno lo obliga a replantearse todo el esquema de organización social, desde la escuela (a cargo de la comunidad, nunca del Estado) hasta la justicia privada, pasando por las calles privadas…Todo parece un delirio, pero Rothbard argumenta con tal fuerza, aporta tantas pruebas, que a uno lo deja dudando.
En fin. Confieso mi entusiasmo y, a la vez, mis dudas. Pero el artículo que me publicó El Independent -escrito antes de haber leído nada de Rothbard- tiene enormes coincidencias con sus planteos contra el Estado-Nación y su monopolio del territorio. El murió en 1995, así que casi no pudo enterarse de lo que era Internet, pero ese espacio virtual y no-estatal parece cumplir algunos de sus sueños.

INTERNET LIBRE

INTERNET LIBRE
LIBRE ACCESO A LA WEB EN CUBA!