Por sobre la mirada amenazante de los inquisidores, de los dictadores, de los nazis, mujahidines, estalinistas, leninistas, castristas, ecofanáticos, maoístas, fascistas, nacionalistas, aristocratizantes o populistas, la llama de la libertad sigue ardiendo.
martes, diciembre 15, 2009
El virus blogger . Yoani.
Eramos tan pocos
Como el estornudo de una gripe deseada, la blogósfera alternativa cubana no deja de propagarse. Ya no se parece a ese páramo que mostraba −si acaso− unos pocas páginas con seudónimo en abril del 2007, cuando comencé con Generación Y. He perdido la cuenta de cuánto somos ahora porque cada semana me entero que han nacido, al menos, dos nuevos espacios virtuales. El bloqueo de varias plataformas bloggers y los constantes ataques sólo han servido para que el virus de la opinión libre mute hacia formas más complicadas de callar. El ADN de la expresión ciudadana no cederá ante vacunas basadas en la intimidación y la difamación: terminará por infectar a todos.
La pluralidad de enfoques es el signo de las plazas de discusión que han encontrado en el ciberespacio un escenario más tolerante que en la realidad. Conozco sitios de catarsis ante la acumulación de frustraciones, mientras otros se especializan en la noticia o la denuncia. Van desde simpáticos blogs como Cuba Fake News hasta revistas cargadas de imprescindibles artículos al estilo de Convivencia. Sus autores son lo mismo ex oficiales de la contrainteligencia del Ministerio del interior que escritores desterrados de las editoriales oficiales. A todos los une la necesidad de pronunciarse, el tirante deseo de terminar con un ciclo de silencio que ha durado demasiado.
Cual manojo de electrones libres, esta blogósfera no responde a jerarquías ni a figuras principales. Su fuerza está en que no es posible descabezarla, ni atraparla, por ser escurridiza y lúdica, no necesitada de tomar acuerdos ni de portar credenciales. En el tiempo en que se desarrolla una estrategia para combatirla, en que por allá arriba se reúnen, levantan un acta, bajan sus directrices hacia los posibles ejecutores de la censura, ya el número de estos sitios se está duplicando dentro de la Isla. Para cuando empiecen a entender de qué se trata y cómo se administra el antídoto, la fiebre blogger habrá hecho latir las sienes de miles de cubanos.
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