sábado, octubre 29, 2011

Los testigos del peronismo real, una experiencia extraordinaria

La generación del 70 fue hija de la Revolución Cubana y creyó verla encarnada en el peronismo. Esa extraña mixtura sonaba en la consigna “Perón, Guevara, la Patria liberada”
Esa generación, a la cual yo pertenecí, rompió con sus familias- porque eran antiperonistas- , con su formación democrática o marxista clásica y adhirió fervorosamente a la aventura de “ser peronista”, o sea, fundirse a un sujeto hecho de poder puro, sin sutilezas teóricas, “puro pueblo”, que gritaba sin sonrojarse “alpargatas sí, libros no”. Con ese acto de ruptura no solo quebrábamos las relaciones con nuestra “clase”, con nuestras familias, sino con el “ethos” cultural de un progresismo hecho de libros, nostalgias parisinas e identificado, a su modo, con Occidente. Tirábamos a Marx o a Sartre o a Freud a la basura y adheríamos al tumultuoso, contradictorio, violento y autoritario peronismo, el lugar real donde “las masas” vivían. Coqueteábamos incluso con cierto fascismo de hecho. Algunos, de tanto leer a Perón y sus nostalgias mussolinianas abandonaban cualquier resto de “recato” y cantaban extasiados  “Ni yanquis ni marxistas, peronistas”.
Era una catarsis, una ceremonia desvariada, un rito de iniciación: había que probar que no quedaba ninguna fibra de “socialdemocracia”, de “izquierda cipaya”, en nuestras mentes y que ya, casi, éramos pueblo. Había que amar a Perón, si uno quería fundirse realmente con el pueblo.
Así como hubo una trayectoria desde la derecha nacionalista de Tacuara hacia Montoneros y la “tendencia revolucionaria”, hay otra que nace en la izquierda marxista y termina en Guardia de Hierro o, peor aun, en los grupúsculos de la ultra derecha peronista. También, obviamente, había “entristas”, marxistas puros y duros que, por cálculo político, adoptaban alguna terminología peronista y se sentían parte del “Movimiento”, con la secreta esperanza de guiarlo hacia la Revolución Social.

La generación del 45, en cambio, era hija de la Guerra Española y la Segunda Guerra Mundial: el frente antifascista que englobaba desde el Partido Comunista hasta algunos cristianos, pasando por anarquistas, socialistas, radicales, demócratas progresistas, liberales. Arraigada en la tradición democrática, continuadora, en muchos casos de una historia familiar de militancia enfrentada al golpe de Uriburu. Para ellos, Perón era simplemente- no había mucho que discutir- la versión criolla del fascismo, una continuidad natural del uriburismo, un representante de la corporación militar, la Iglesia y los sindicatos, al estilo fascista y falangista.
No fue una generación de ruptura, no tuvo que pasar por ritos de iniciación ni abjurar de su formación o sus tradiciones familiares. Fue, en ese sentido, más sana, más consistente. No necesitó de sesiones de terapia para integrar sus diversos yoes, como nosotros (judíos hablando de la conspiración sionista, izquierdistas teniendo que comulgar en la iglesia, internacionalistas bebiendo grandes tragos de nacionalismo, marxistas renegando de sus libros y dedicándose a leer a Perón, y así sucesivamente)
Los del 45 eran antifascistas, simplemente. Y casi todos, anticomunistas. Sabían que Hitler y Stalin tenían la misma sangre autocrática y violenta. Y que de esos modelos se desprendían pequeños dictadores como Perón.
Sabían que estábamos en Argentina y que las cosas nunca llegarían a la letal maquinaria  nazi o al crudo Gulag ruso. Sabían que era muy difícil perder la vida, aunque había casos. Lo más usual serían algunas temporadas en la cárcel, problemas para recibirse, algunos golpes. Aunque también hubo torturas, torturas en serio, con picana aplicada sobre una cama de metal, durante horas.
El apoyo obrero a Perón fue una amarga píldora que tuvieron que tragar. Fueron sorprendidos por la rapidez con la que la “clase obrera” - el gran mito socialista en el que muchos de ellos creían- se hacía fascista. Evita fue otro misterio: como podía ser que una figura de la farándula, enjoyada y vestida con pieles pudiera ser una especie de diosa de los pobres.
Si algo no pudieron entender, al menos en ese momento, es que el peronismo era una construcción mitológica, no un mero rejunte de oportunistas. Algo muy complejo que ya está inscripto en el ADN argentino, parte constitutiva de una cultura política y extrapolítica. Pero esa es otra historia.
Ellos sufrieron el peronismo real, no la narración mitológica construida para perdurar.  Para ellos, el peronismo fue el “tira” que los delataba, las golpizas en la Sección Especial, el control agobiante, la inexistencia de una prensa libre, el festival de “permisos de importación” con el que se premiaba  a los leales, la impudicia de la UES, la manipulación del deporte, el espectáculo y la cultura, al servicio del poder dominante. Fue la imposición de la educación religiosa, la intervención en las universidades y la destrucción de la Reforma, la persecución a los legisladores de la oposición, los oscuros negocios de Juancito Duarte, el refugio para los nazis, los profesores falangistas, los “amigos” como Somoza, Stroessner o Trujillo, los libros de lectura con frases como  “Mamá me ama, Eva me ama”, la afiliación compulsiva al Partido Peronista, las listas negras de artistas, la política exterior muy poco “popular y antiimperialista”.
Ese relato, para nosotros, simplemente no existía, era obra de la propaganda “gorila”, un infundio de los “contreras”. Nos negábamos a saber que Cipriano Reyes, coautor del 17 de octubre, había sido torturado y preso durante siete años, no sabíamos los nombres de los torturadores (los hermanos Cardoso, Lombilla, Astesano) Nos negábamos a ver una realidad que nuestros padres conocían bien. Sus advertencias nos sonaban huecas: una tía vieja no puede saber más que yo quien fue Perón.
Y sin embargo, lo sabían: todos los fantasmas cuidadosamente ocultados, minimizados o justificados aparecen en estos relatos de los testigos. Sin histerias, reconociendo errores, algunos, incluso, afirmando que las cosas cambiaron mucho desde entonces. Pero nadie reniega de su militancia opositora. Ninguno de ellos abomina de sus posiciones, que fueron consistentes con los valores que encarnaban.
Se los puede acusar de ingenuidad. Pero ninguno actuó manipulado por poderes ocultos, por la tan mentada “Sinarquía internacional”, la Masonería, el Imperialismo o el judaísmo. Esos cucos fueron alimentados por Perón y combinados en una mezcla explosiva con los mitos tercermundistas. Esa extraña combinación de tercermundismo, fascismo y marxismo fue la que nos taladró la mente en los setenta. Aun hoy, esa mescolanza actúa determinando que el peronismo sea un animal político capaz de hacer y deshacer, decir y desdecir con  total desparpajo.
Ellos fueron leales a sus ideas, incluso las equivocadas: el “clima de época” como dijo Pandolfi, haciendo alusión a un cierto izquierdismo ingenuo que coincidía en algún punto con el estatismo peronista, pero que rechazaba desde las entrañas el autoritarismo y el culto a la personalidad que caracterizaron al Régimen.
Ha sido una experiencia personal extraordinaria entrevistar a estas personas, los testigos olvidados.

martes, octubre 25, 2011

Libia, "revolución" o tumulto de malicia?

Una revolución es sólo una revolución cuando surge como expresión natural y poderosa de la fuerza creativa del pueblo. No obstante, si la revolución es simplemente una liberación de los instintos del pueblo acumulados por la esclavitud y la opresión, entonces no es una revolución, sino simplemente un tumulto de malicia y odio; es incapaz de cambiar nuestras vidas y solo puede conducir a la amargura y al mal.(Gorky, al año de la Revolución Rusa)


Las palabras de Gorky, asustado del rumbo de "su" amada Revolución Rusa se aplican, tantos años despues, a Libia. Un tumulto, en donde no hay autoridad, se asesina por venganza, sin proceso, todo en nombre de acabar con la tiranía. Obviamente, esto terminará cuando un Stalin libio, pegue cuatro gritos y organice una nueva dictadura, tanto o más cruel que la derrocada.

domingo, octubre 23, 2011

La modestia de los triunfadores

Gorky, la conciencia crítica de la Revolución Rusa

Gorky fue el intelectual ruso más activo en la promoción de la Revolución. Ningún socialista podría jamás acusarlo de "traición" o de venderse a la reacción. Como referente del humanismo socialista, se desgarró internamente entre sus ideales socialistas y la violencia con la que, aparentemente, esos ideales querían imponerse. Es un ejemplo típico del "intelectual", despreciado por los politicos revolucionarios, ya que les recuerda constantemente los límites morales que jamás deberían traspasarse en un proceso revolucionario.

Escribe en junio de 1917
" Esto ya no es una capital; es un pozo negro. Nadie trabaja, las calles están  asquerosas, hay montones de basura maloliente en los patios (...) Me duele decir lo mal que ha quedado todo . Hay una ociosidad y una cobardía  crecientes en la gente, y todos esos instintos bajos y criminales contra los que he luchado toda mi vida y, que, por lo visto, ahora están destruyendo a Rusia".

Más, sobre los linchamientos colectivos:
" Así es como la democracia juzga a sus pecadores: un ladrón fue detenido cerca del mercado Alexandrovsky. La multitud que había allí inmediatamente lo apaleó y sometió una cuestion a votación: ¿con qué muerte se debe castigar al ladrón, ahogándole o matándole de un tiro? Optaron por ahogarlo, y lo lanzaron al agua helada. Pero con gran dificultad pudo salir y arrastrarse hasta la orilla; entonces alguien se le acercó y lo mató de un tiro.
La Edad Media de nuestra historia fue una epoca de abominable crueldad, pero incluso entonces, si un criminal sentenciado a muerte por un tribunal se caía de la horca, se le permitía vivir.
¿Cómo afectarán los juicios llevados a cabo por turbas a la próxima generación?

Un ladrón, apaleado hasta quedar medio muerto, es llevado por soldados al Moika para ahogarlo; está totalmente cubierto de sangre, el rostro completamente destrozado, y le han saltado un ojo. Una multitud de niños lo acompaña; más tarde algunos de ellos vuelven del Moika y, dando saltos de alegría, gritan : "¡Lo han hundido, lo han ahogado!"
Estos son nuestros hijos, los futuros constructores de nuestra vida. La vida de un hombre será barata según su estimación, pero el hombre (¡nunca se debe olvidar esto!) es la mejor y más valiosa creación de la naturaleza"

Al conmemorarse un año de la Revolucion de febrero, escribió:

" Una revolución es sólo una revolución cuando surge como expresión natural y poderosa de la fuerza creativa del pueblo. No obstante, si la revolución es simplemente una liberación de los instintos del pueblo acumulados por la esclavitud y la opresión, entonces no es una revolución, sino simplemente un tumulto de malicia y odio; es incapaz de cambiar nuestras vidas y solo puede conducir a la amargura y al mal. ¿Podemos realmente decir que un año después de la Revolución rusa, el pueblo, tras haberse liberado de la violencia y la opresión del viejo Estado policial, se ha vuelto mejor, más amable, más inteligente y más honrado? No, nadie podría decirlo. (...) La gente sigue robando y engañándose, como siempre ha robado y engañado. Los nuevos burócratas aceptan sobornos igual que los antiguos, y tratan a la gente con una grosería y un desprecio incluso mayores (...) El pueblo ruso, tras haber ganado su libertad,es, en su estado actual, incapaz de usarla para su propio bien; solo lo hace para dañarse y para causar daño a otros, y corre el riesgo de perder todo aquello por lo que ha luchado durante siglos. Está destruyendo todos los logros de sus antepasados; gradualmente, la riqueza nacional, la riqueza de la tierra, de la industria, del transporte, de las comunicaciones y de las poblaciones se estan destruyendo hasta convertirse en mugre"

viernes, octubre 21, 2011

Así no

Por más sangre que haya derramado Khadafy, su asesinato ha sido una salvajada, que pone a sus asesinos a la altura del dictador. Todas las revoluciones- casi todas- han cebado a las masas con el espectaculo de la muerte del tirano. Luis XVI, al menos, tuvo un juicio. El Zar Nicolas II fue asesinado junto a su familia en un sótano, en una orgía de sangre. Fidel no pudo con Batista, pero inauguró el "paredón" donde varios cientos de policías fueron rapidamente fusilados luego de una parodia de juicio. El Che dirigia ese establecimiento-"La Cabaña"- donde los fusiles hablaron. Mussolini fue colgado junto a su amante, Clara Petacci. Ceausescu, junto a su mujer, ahorcado despues de un rapido jiucio.
Se puede entender el odio hacia el tirano, pero no justificar por eso esos asesinatos por venganza. En algunos casos no fueron más que destellos de sangre, sin consecuencias. En otros inauguraron una violencia aun mayor de la que administraron los dictadores.
Esperemos que esa violencia de ayer no inaugure en Libia un baño de samgre. Pero, no fue un buen comienzo.

jueves, octubre 20, 2011

ETA y Khadafi

Quiso la casualidad que el mismo día dos males hayan desaparecido del mundo.
Khadafi, asesinado en forma no demasiado civil, muerte que se buscó durante décadas de ejercicio ilimitado de la violencia.
ETA, que deja las armas- aunque varias veces anunció trguas que no cumplió.
Como sea, es un día de festejo.
Lo de Libia es una cuenta que se cierra, pero difícilmente haya que hacer sonar las campanas al viento. En todo caso, hubo un cambio de problema. La democracia es dificil en paises sin instituciones, semitribales, atravesados de prejuicios y conflictos internos. Pero quizás, solo quizás, existe una posibilidad de mejorar las cosas, siempre que los fanaticos islamistas- enemigos de Khadafi-  no se adueñen de la situación e impongan al poco tiempo la ley islámica, otra forma de violencia inaceptable para el siglo XXI.
La ETA- yo viví en España- pasó de ser una partida de guerrilleros antifranquistas a una banda de asesinos en plena democracia, donde asesinó a más del 90% de sus 800 víctimas: policías, concejales, alcaldes, empresarios, políticos.
Siempre apañada por cierto nacionalismo vasco, por cierta iglesia vasca, por cierta prensa vasca. "ETA, mátalos!", era el grito de guerra de los jóvenes agitadores, que señalaban así a la próxima víctima. Tuvo innegables lazos, justamente, con Libia y con Cuba, Corea del Norte: es decir con la Sociedad de Enemigos del Capitalismo, la Libertad y la Democracia.

Es bueno que esa banda criminal se autodisuelva, al menos es una prueba de cierta racionalidad de la que, por ejemplo, le falta a las FARC.
Son viejos, antiguos, a contramano del siglo, refugiados en sus recuerdos, ya incapaces de convocar a los jóvenes, los cuales lucirán sus remeras del Che, pero saben, en el fondo, que sus celulares y notebooks no existen para la gente en Cuba o Corea del Norte.
Bievenidos los cambios.

viernes, octubre 14, 2011

Comentarios sobre “Testigos del peronismo real”




Hola esteban
muchas gracias por las entrevistas. muy interesantes, y me gustó mucho tu introducción,
un saludo,
professor Oded Balaban
department of philosophy
University of Haifa
israel

Muy interesante. en parte, lo hemos vivido. gracias
Zvi Zaidenberg (Israel)

Buen día Esteban
Te agradezco tu mail tan interesante y esclarecedor. Me parece un documento imprescindible para conocer bien nuestro pasado, que tanto presente y distorsiones tiene hoy todavía.
Lo he difundido por mail a mas de 15 personas de mis contactos, tal cual vos lo solicitás. Incluso anoche, en una tertulia con amigos, entre ellos con Juan J.Sebreli, le comenté del mismo y me solicitó una copia. Se la entregaré el jueves que viene.
Te envío un abrazo y reitero mis felicitaciones.
Juan Carlos Balduzzi ( amigo de Isay Klasse)

Esteban:
Estuve ojeando tu trabajo -libro, diré-. Solo lo ojée. Me parece interesantísimo.
Me lo imprimo para leerlo en viajes.
Manuel Mora y Araujo

Mi opinión es que es de enorme interés, más allá de a quien le guste y a quien no. Son todos actores que vivieron esa historia que -como la mayor parte de las historias- sobrevuela la memoria histórica entre recuerdos, testimonios y mitos.
No creo que hay mucho para comentar en un trabajo de entrevistas. Los entrevistados dicen lo que dicen. Yo lo leeré con mucho interés, pero no para devolverte ningún comentario crítico. Seguramente sí para alentarte a publicarlo; y, aun antes, para que lo distribuyas. Se me ocurren varias personas -también testigos- a quienes sin duda les interesará mucho. Tu proyecto está interesantísimo.

Un abrazo.
Manolo Mora y Araujo

Esteban:
Muchas gracias por el envío de todos los reportajes realizado hasta la fecha.-
He leído todos y me perece una muy buena recopilación de relatos personales que, completados por otros, podrían interesar a un editor inteligente.
En lo referente al texto final de mi entrevista, veo que, por su difusión ante los demas amigos reporteados, tambien cuenta con su aprobación. Se lo agradezco porque ahora observo que no he podido superar mi vocación de corrector....casi como un vicio.-
Lo felicito por su interes en el estudio de una época que aún no se juzga con objetividad.
Cordiales saludos
Nestor Grancelli Chá (uno de los entrevistados)


Querido Esteban:
 Muy interesantes las entrevistas. Ojalá completes pronto las que dices que te faltan y puedas hacer que te lean muchos jóvenes para tratar de entender qué fue y que es el peronismo. Te mando un abrazo
Ernesto Weischelbaum (uno de los entrevistados)


Mil gracias, Esteban. Muy, muy interesante.
Carlos Alberto Montaner  (intelectual cubano en el exilio. Vicepresidente de la Internacional Liberal)

Gracias, es un motón de información. Te envío la carta que preparé para Todo es Historia (no publicada). Un saludo
Ariel Kocik (investigador, dedicado al tema de las torturas, desapariciones y masacres durante el  primer peronismo)


martes, octubre 11, 2011

Carlos Alberto Montaner me envía estas palabras sobre Isay Klasse

Esteban Lijalad, muy apesadumbrado, me acaba de comunicar la muerte de nuestro amigo común Isay Klasse, editor argentino que dedicó su eterna juventud --murió lleno de bríos a los ochenta y muchos-- a luchar por todas las causas que le parecían justas. La última noticia que tuve de él fue la campaña que había puesto en marcha para conseguir el Nobel de la Paz para Daniel Baremboin. Quería mi firma y, claro, se la di. También pensaba pedírsela a Mario Vargas Llosa, me dijo, convencido de que el prestigio de Mario convencería a los noruegos.

Creo que Isay publicó el primer libro sudamericano que denunciaba la dictadura castrista. No recuerdo quién era el autor ni el título de la obra, pero esto sucedió a principios de los años sesenta, cuando medio continente era fidelista. Fue importante que Isay lo publicara porque se trataba de una persona que provenía de la izquiera civilizada. En su juventud había militado en el Partido Socialista de Alfredo Palacio. Eso le agregaba fuerza moral a la denuncia.

A principios de los noventa me tocó mi turno. Parecía que la dictadura castrista llegaba a su fin tras el desplome del mundo comunista y le propuse a Isay que publicara mi libro VÍSPERAS DEL FINAL. Lo hizo y lo presentó en Buenos Aires junto a José Sebreli, uno de los mejores pensadores argentinos. Años más tarde, con ciertas modificaciones, volví a publicar la misma obra, pero con un melancólico título más ajustado a la realidad: La lenta agonía del castrismo.

En fin, todos hemos perdido mucho con la muerte de Isay: su familia, los argentinos, la causa de la libertad. Nos queda, eso sí, el regocijo de la amistad y la admiración que siempre nos despertó su ejemplo. Tenía esa capacidad de indignación que Unamuno siempre destacaba como un distintivo de las personas dotadas de una fibra moral superior. Hasta siempre, querido Isay. Gracias por tu vida ejemplar.   

La muerte de tres justos

Este año se murieron tres amigos y maestros míos. En rápida sucesión han partido Rubén Zorrilla, Rodolfo Pandolfi y, ayer, Isay Klasse.
Los tres murieron en actividad.
Zorrilla al terminar su libro sobe el Imperialismo que la familia publicará.
Pandolfi con ganas de fundar una academia de periodismo donde volcar su inigualable experiencia, desde la inicial Contorno, hasta Primera Plana, Confirmado y otros medios gráficos.
Isay- lo vi en la tele hace un par de semanas- convocando a apoyar la candidatura de Baremboin al premio Nobel de la Paz y recordandonos- el 11 de septiembre- la grandeza de Sarmiento, objeto de los odios fachistoides.
Los tres- al menos los dos primeros- murieron olvidados por los medios, la Universidad, la Academia. Espero que a Isay- organizador de la Feria del Libro durante 30 años- el mundo cultural lo despida como se merece.
Reproduzco un email que recibí hoy de Carlos Alberto Montaner, al enterarse de la noticia:

Qué mala e inesperada noticia, querido Esteban. No sabía nada. Isay era un amigo entrañable que siempre defendió las causas justas. Me asombraba, y me admiraba, su capacidad para indignarse ante los atropellos que otros sufrían y la bondad y la solidaridad que siempre mostraba con las víctimas. Era un hombre bueno. Un justo, como suelen decir los judíos de este tipo de personas. Él descansará en paz, pero todos hemos perdido a un grandísimo amigo.

Los tres, estoy seguro, fueron Justos

domingo, octubre 09, 2011

Voto en blanco




Por primera vez desde 1983 voy a votar en blanco para Presidente. En los primeros tiempos de la democracia recuperada votar en blanco era poco menos que hacerle el juego al Proceso, había que fortalecer la democracia participando. Pero ha pasado mucha agua bajo los puentes, la democracia está fortalecida- aunque no las instituciones- y mi no-voto no alterará esta realidad.
Voto en blanco porque en dos años, desde el triunfo opositor de 2009, la oposición fue incapaz de consensuar una política y un sistema de selección de un candidato único para derrotar al kirchnerismo en 2011. Esa incapacidad anticipa y simboliza otras incapacidades opositoras: pocas ideas, o muy generales, mientras que, como buena máquina peronista de poder, el gobierno avanza a marchas forzadas. Seguramente para estrellarnos en la próxima devaluación y crisis, pero ese es otro asunto. En la “política” el gobierno avanza y la oposición se diluye, fragmenta, disminuye, desaparece.
No hay valores que deba defender con mi voto, si lo hago por los candidatos opositores, muchos de los cuales ya deberían jubilarse. Binner, con perdón, me parece una sucursal pulcra del kirchnerismo aunque no me disgusta que vaya creciendo. Alfonsín está políticamente muerto , incapaz de ponerse a hombros de un gigante para proponer un nuevo radicalismo que entusiasme, y Duhalde alguna vez dijo que no volvería a la política y debió haber cumplido esa promesa, para variar. El resto, nada.
Si votaré a diputados, aunque aun no se por quienes. Creo que es fundamental intentar equilibrar el Mega Poder Ejecutivo con un parlamento opositor. Los intentos re-reeleccionistas estarán a la orden del día y desconfío profundamente de peronistas antiK y de socialistas SemiK. Quizás mi voto sea para  la Coalición Cívica.Veremos

La olla que se cocinaba en Rusia




La violencia y el fanatismo de la Revolución rusa no nació por generación espontánea, ni fue el producto de la mente febril de Lenin. El drama ruso se venía cocinando desde mediados de siglo XIX. Los ingredientes de esa sopa espesa fueron:

-Un componente “salvaje”, asiático, basado en el radical rechazo del mundo campesino a cualquier idea de modernización y en su hambre de tierra, en manos de los terratenientes. Violencia y abuso  familiar, alcoholismo, rechazo al extraño, vida comunitaria que se impone al individuo, cristianismo elemental, antisemitismo atávico, respeto a la autoridad son algunos de sus rasgos
- Un régimen zarista que intentó primero su modernización, con la liberación de los siervos y diversas reformas liberales, pero que con Alejandro III y su hijo Nicolás II se encaminó hacia las formas más autocráticas y medievales del zarismo: ejercito, iglesia, burocracia estatal , todas al servicio del zar, no del Estado. Esto implicó la vuelta atrás en las reformas liberales, el aumento de la represión policial, la censura, la prohibición de la sindicalización, la persecución a los opositores.
- Una tradición romántica de reivindicación de los “eslavo” como opuesto a lo europeo, de idealización del campesino ruso, sencillo y puro. Esta tradición originó un “movimiento hacia el campo”, con jóvenes burgueses intentando “ayudar” a los campesinos rusos, que desconfiaban de ellos. Su fracaso originó un proceso de radicalización que derivó en acciones de terrorismo, que produjeron miles de víctimas y terminó con el asesinato de Zar Alejandro II, en 1879. El movimiento se denominaba Tierra y Libertad y fue otra de las fuentes de la tradición revolucionaria rusa.
- Una intelligentsia liberal, prooccidental, reformista que veía como entre la autocracia del zar y el espíritu conservador de los campesinos, Rusia perdería el tren de la historia
-  La tradición “jacobina rusa”, jóvenes anarquistas enamorados de la figura del revolucionario profesional. La novela de Chernyshevsky,  “Qué hacer” – título que usaría Lenin en un  artículo importante - describía a un personaje, Rajmetev, puritano, asceta, dedicado solo a la Revolución, que rechaza al amor de una mujer. La novela fue leída muchas veces por Lenin y por toda una generación de revolucionarios. Igualmente, el “Catecismo de un Revolucionario” del anarquista Netachayev terminó de delinear el tipo ideal de revolucionario:
 El revolucionario es un hombre dedicado. No tiene intereses personales, no tiene relaciones, sentimientos, vínculos o propiedades, ni siquiera tiene un nombre. Todo en él se dirige hacia un solo fin, un solo pensamiento, una sola pasión: la revolución.
Dentro de lo más profundo de su ser, el revolucionario ha roto -y no sólo de palabra, sino con sus actos- toda relación con el orden social y con el mundo intelectual y todas sus leyes, reglas morales, costumbres y convenciones. Es un enemigo implacable de este mundo, y si continúa viviendo en él, es sólo para destruirlo más eficazmente.

- Una literatura social que incitaba a los jóvenes de clase media a expiar su “culpa” y acercarse a los pobres
- La introducción del marxismo, el cual daba fundamento “científico” al deseo de los revolucionarios de saltearse la etapa capitalista y entrar directamente al socialismo (una lectura que a Marx, obviamente, no le gustaba nada)
- Teóricos como Tkachev, quien criticó a los populistas por confiar en la espontánea adhesión de las masas al proyecto socialista y afirmó que solo una vanguardia  revolucionaria podría alcanzar el poder, establecer una dictadura y construir el socialismo

- Lenin se había formado en las lecturas de Chernyshevsky y Netachayev, junto con las posturas vanguardistas de Tkachev. Su adscripción al marxismo fue más tardía, siempre desde una lectura radical y jacobina. Como dice el historiador Orlando Figes, “Chernyshevsky  fue su primer y mayor amor. A través de su lectura. Lenin se convirtió en un revolucionario mucho antes de leer a Marx (…) No fue el marxismo el que convirtió a Lenin en un revolucionario, sino que fue Lenin el que convirtió en revolucionario al marxismo”. Su acercamiento al marxismo “puro” fue siempre condicionado y mantuvo al acecho su vieja formación jacobina. La inicial ruptura con los mencheviques y su campaña contra el “economicismo” y revisionismo marxista- que planteaba que era necesaria una etapa capitalista democrática- fue expresión de ese trasfondo, que preparaba su rígida concepción  de vanguardia profesional, que usaría a las masas como campo de maniobra y que impondría la dictadura más letal de la historia.

Un texto anticipa el “estilo” revolucionario ruso y su amor a la violencia: la “Joven Rusia”, manifiesto de los revolucionarios rusos, escrito por Zaichnevsky en 1860

Pronto, muy pronto, llegará el día en que comenzaremos a enarbolar el gran estandarte del futuro, la bandera roja, y con un poderoso grito de “¡Viva la República Rusa social y democrática!”, avanzaremos hacia el Palacio de Invierno para exterminar a todos sus habitantes. Puede que sea suficiente con matar únicamente a la familia imperial, es decir, alrededor de unas cien personas; pero también puede suceder, y esto es lo más probable, que todos los partidarios del Imperio se alcen como un solo hombre en torno del zar, porque para ellos será un asunto de vida o  muerte. Si esto sucede, con la fe en nosotros mismos y con nuestra fueraza, apoyados por el pueblo y en el glorioso futuro de Rusia (cuyo destino es ser el primer país que lleva a cabo el triunfo del socialismo), lanzaremos el grito de batalla: “ A las hachas”, y mataremos a los partidarios del Imperio con una misericordia no mayor que la que ellos nos muestran ahora. Los mataremos en las plazas, si los sucios cerdos se atreven a aparecer allí. Los mataremos en sus casas, los mataremos en las estrechas calles de las ciudades, los mataremos en las avenidas de las capitales, los mataremos en las aldeas. Recordad: cualquiera que no esté con nosotros es el enemigo, y cualquier método puede ser utilizado para exterminar a nuestros enemigos.

domingo, octubre 02, 2011

Leer a Benjamin Constant



Los Principios de política aplicables a todos los gobiernos de Benjamin Constant es un manual de liberalismo clásico. Un manual por su ordenado índice y desarrollo. Escrito en la segunda década del siglo XIX, recoge escritos y reflexiones de toda su vida. Llama la atención su concisión y la falta de pretensiones filosóficas, en el sentido de pensamiento complejo, complejamente escrito. Todo es simple y fluye de su pluma. Simple, no superficial.
Está lleno de ideas brillantes, expresadas con claridad. Algunas son como “twits”, que ya me encargué de subir a la red. Por ejemplo.

-          La libertad no es otra cosa que lo que los individuos tienen el derecho de hacer, y lo que la sociedad no tiene el de impedir
-          (con Rousseau) las leyes más injustas, las instituciones más opresivas son obligatorias, como expresión de la voluntad general
-          El numero reducido de gobernantes no constituye la tiranía, un número mayor  de ellos no garantiza la libertad
-          La ira (de Rousseau) se dirigió contra los poseedores del poder y no contra el poder mismo
-           Los gobiernos, por el hecho de ser siempre más fuertes que sus acreedores están obligados a una fidelidad más rigurosa
-          Conceder a la mayoría una autoridad ilimitada es ofrecer al pueblo en masa el holocausto del pueblo en detalle
-          ¿Cómo limitar el poder de otro modo que por el poder?
-          Si una sola parte del orden social carece de garantías, la garantía de todo el resto desaparece.
-          Si los individuos se extravían, allí están las leyes para reprimirlos. Pero si la autoridad se equivoca, sus errores se fortalecen con toda la fuerza de las leyes.
-          Una patria que debe ser salvada todos los días es una patria pronto perdida
-          (los gobiernos , a cada dificultad) suspenden las leyes, derogan el debido proceso y gritan neciamente que han salvado la patria
-          Basta crear un ministerio que vigilara a los conspiradores para que se oyera hablar incesantemente de conspiraciones
-          Los legisladores se reparten la existencia humana, por derecho de conquista, como los generales de Alejandro se reparten el mundo.
-          Puede decirse que la multiplicidad de las leyes es la enfermedad de los estados que se pretenden libres, porque en dichos estados se exige que la autoridad haga todo mediante las leyes
-          Los gobernantes quieren gobernar siempre…y siempre imaginan que las leyes son insuficientes
-          Una ley desobedecida necesita otra más rigurosa. Esta segunda no ejecutada requiere una más severa todavía. Y esta progresión no puede detenerse.
-          El legislador quiere defender su obra, así como el ciudadano defiende su libertad.
-          Los hombres que se venden al poder contra los individuos, también se venden a los individuos contra el poder.
-          Supuestos amigos de la libertad se acunaron demasiado tiempo con la idea de dominar todas las acciones humanas y quebrar todo cuanto se oponía a sus teorías

Vale la pena leer esta obra de 600 páginas, que se deja leer con felicidad, la felicidad de encontrarse con ideas clásicas pero aun frescas, cono recién pensadas. Hay, en el medio, dos siglos de lenguaje oscuro y  críptico de hegelianos, marxistas, utopistas, postmodernos. De allí el placer de leer a Constant.


sábado, octubre 01, 2011

Un hombre



Leí la historia de un hombre, un héroe hoy desconocido. Un protagonista no de una sino de tres historias que valdrían muchas novelas y películas: Orde Wingate.
La primera, Palestina, 1936-1939. Este oficial inglés, autodefinido como cristiano sionista, ayudó a crear el Haganá, el ejército secreto judío, casi a espaldas de su propia patria. Sacó a los colonos de su actitud defensiva y les enseñó a golpear primero a los agresores. Supieron aprovechar sus lecciones.
La segunda, Etiopía, 1941. Desde Sudan, liberó al reino del poder fascista, llevando de la mano al León de Judea, el emperador Haile Selassie, desterrado, en una larga marcha de centenares de kilómetros de desierto y montaña que costó la vida de centenares de hombres y 25,000 camellos.
La tercera, Birmania 1944.  Desde la India organizó una infiltración de tropas tras las líneas japonesas para realizar acciones de sabotaje que, en definitiva, impidieron el gran objetivo del Imperio, que era hacerse del poder en la India.
El personaje: agresivo, pedante, ambicioso,  impulsivo, poco amigo de las reglas, lleno de enemigos en la burocracia imperial inglesa, mal vestido, mal hablado, inagotable, capaz de comer solo cebollas, dormir dos horas, soportar calores y fríos extremos, marchas de decenas de kilómetros, hambre, sed y malaria. De una inteligencia rápida, erudito de la Biblia, historia y literatura, pero capaz de saber negociar el apoyo de jefes tribales, en medio del desierto. Para relajarse recitaba pasajes enteros del Pentateuco. Aprendía observando, hablando con los beduinos, mirando el cielo.
Tuvo el apoyo de su jefe inmediato y de Winston Churchill. Entre ambos, sufrió a una burocracia implacable que no soportaba sus modales, tan poco británicos. Fue amigo de Chaim Weizmann, Ben Gurion y otros fundadores del Estado de Israel. Su discípulo preferido fue Moshé Dayan, futuro héroe de la Guerra de los Seis Días.
Intentó suicidarse en 1941, desesperado por el desconocimiento a su acción y al valor de sus hombres en Etiopía, por parte de sus enemigos de la burocracia militar, que lo degradó.  Murió en un accidente de aviación en Birmania, en 1944, a los 41 años.
Invito a leer su biografía en Wikipedia. Yo leí su historia en un libro, Gedeon va a la Guerra, de Leonard Mosley.
Vale la pena conocer al personaje, y saber que los hombres, afortunadamente, no son iguales. A veces aparece  algún héroe como Orde Wingate.  

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