sábado, febrero 26, 2011

Discurso de Shimon Peres en el Congreso español

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL ESTADO DE ISRAEL, SHIMON PERES,

ANTE EL CONGRESO DE ESPAÑA


Presidente del Congreso, Señor José Bono,

Señores Diputados,Señoras y Señores,

Buenos días y Shalom a todos


Traigo conmigo bendiciones desde Jerusalén, desde Tierra Santa, para España, un país de gran riqueza histórica y cultural.
España ha conocido la opresión y el aislamiento, las guerras, una guerra civil, pero a final de cuentas ha sido capaz de unirse, liberarse, construir un impresionante mercado, volver a producir una cultura y un arte sin parangón.
En la historia de todos los pueblos hay altibajos. La historia de España ha vivido una Edad de Oro, doscientos años que iluminaron las relaciones entre españoles, árabes y judíos, doscientos años de diálogo entre las tres culturas: el cristianismo, el islam y el judaísmo. En palabras de Su Majestad el Rey: “España está vinculada históricamente a los judíos y a los árabes por lazos de sangre, cultura y civilización”.
La expulsión de los judíos de España inició una era de ruptura entre los dos pueblos, que duró cuatrocientos años.

Y hoy por hoy, España es una sociedad libre, moderada, igualitaria y abierta.
En mi visita de hoy, en esta ilustre cámara, deseo expresar mi profundo aprecio al Reino de España, por el apogeo de su cultura, la magnificencia de su arte, el esplendor de su creatividad, que ha brindado al mundo entero.
La cultura española ha contribuido al mundo con tres gigantes de las humanidades: Cervantes, Picasso y para nosotros, Maimónides.
Quisiera expresar mi gratitud al pueblo español por haber dado la oportunidad de florecer a los mayores pensadores y filósofos judíos .
No hay nadie en el mundo que no conozca las obras de Goya o de Dalí, los fascinantes edificios de Gaudí, los poemas de Lorca. “Don Quijote” nos acompaña en nuestra vida como alternativa que despierta la imaginación.
Con esta visita quisiera profundizar en nuestra amistad y enriquecer las relaciones entre nosotros.
Resulta difícil imaginar la historia de España sin tener en cuenta su profunda implicación en la historia de Oriente Próximo. Asimismo, no se puede entender la historia de Oriente Próximo sin el papel fundamental desempeñado por España.
Desde que recibí la invitación para esta visita hasta hoy, han cambiado las prioridades de Oriente Próximo.
Estamos siendo testigos oculares de fenómenos que no hemos sido capaces de predecir. Quizá estuvieran allí anteriormente, pero no se veían a simple vista.
Se trata de fenómenos más espontáneos que organizados, sin precedentes. No los ha organizado el ejército. Tampoco la religión. Ni un partido. Han explotado como un geiser de las profundidades de la tierra.

Internet, Twitter y Facebook han abierto unos ojos enormes. Y supongo que no permitirán que se vuelva a cerrar los ojos del pueblo, tapar los oídos del mundo.
Estas nuevas tecnologías llegaron en primer lugar a las manos de los jóvenes en el mundo. Y ahora han llegado también a los jóvenes de Oriente Próximo.
Ahora pueden comparar su situación con la de los jóvenes de otros lugares.
El mundo ha sido expuesto. Se puede ver la riqueza y se puede ver la pobreza en las pantallas.
Los nuevos medios de comunicación se han convertido en una fuerza social. Los jóvenes de la región se han asombrado con la falta de libertad, la falta de empleo, la falta de una visión.
Y ya no se puede responder a las expectativas que se han despertado con una mera sustitución de personalidades o cambiando los gobiernos.
Se exige una verdadera solución para salir de la pobreza, para deshacerse de la opresión.
Si no cambia la situación, la pobreza seguirá creciendo y con ella el sufrimiento y la ignorancia, dando lugar al levantamiento de las masas.
Es difícil ser dictador cuando hay transparencia.
La pobreza se genera cuando el crecimiento demográfico natural no va acompañado de un crecimiento económico.
Las fuentes de agua tampoco crecen a medida que crece la población.
Egipto, por ejemplo, ha pasado de tener una población de dieciocho millones de habitantes a unos ochenta y uno en 2010. Es decir, su población se ha multiplicado por siete en cincuenta años.
Sin embargo, el Nilo, la fuente de ingresos principal de Egipto, no ha visto su caudal aumentar ni en una gota.
La única forma comprobada de responder al reto que representa el crecimiento demográfico natural es el crecimiento procedente de la ciencia y la tecnología, que proporciona rentas mayores que la labranza de la tierra.
La tierra tiene límites
La ciencia no los tiene.
La ciencia y la tecnología han convertido al planeta en un mundo global.
La economía clásica está acabada.
Hoy por hoy hay que optar entre la pobreza nacional y la prosperidad global.
La riqueza no procede actualmente de la acumulación de bienes sino del descubrimiento de nuevas oportunidades.
El número de patentes de un país es más determinante que el número de kilómetros cuadrados.
Si la economía es global, el crecimiento tecnológico es individual.
Dos jóvenes crearon Google. Otro joven creó Microsoft. Y el más joven de todos creó Facebook.
No se aprovecharon de nadie. No engañaron a nadie. No robaron a nadie.
Sencillamente inventaron.
Su iniciativa permitió la creación de empresas gigantes globales cuya riqueza es superior a la de muchos países.
Los ejecutivos de las empresas globales son sensibles a la opinión pública y actúan por iniciativa propia a favor de la sociedad.
Las fundaciones que han creado tienen más recursos que la ayuda a la cooperación oficial de muchos gobiernos.
Probablemente los países en dificultades no tienen la posibilidad de cambiar su situación por sí mismos, sin ayuda del exterior.
La mayor parte de los gobiernos se enfrentan a déficits presupuestarios y brechas sociales. Probablemente no sean capaces de ayudar por sí solas.
La globalización ha creado una capacidad paralela. Como la que se encuentra en manos de las empresas comerciales.
Las empresas tienen medios. Pueden ayudar y están dispuestas a hacerlo.
Están destinados a las personas enfermas en países enfermos.
Es preferible curar a los países para que éstos a su vez puedan curar a sus enfermos.
Estoy convencido de que hay que hacer un llamamiento a las grandes empresas globales para que contribuyan a esta misión. Pueden crear redes económicas modernas basadas en la ciencia y la tecnología casi en cualquier lugar del mundo. Pueden crear filiales de alta tecnología y dar respuesta a los jóvenes desempleados y esperanza a todo el pueblo.
Hablo apoyándome en la experiencia israelí.
En Israel escasea la tierra y escasea el agua. Y sin embargo tiene una agricultura excelente que comercializa zanahorias en Moscú, aguacates en París y flores en Londres.
El secreto israelí radica en la innovación y el desarrollo tecnológico avanzado. El 95% de la agricultura israelí está construida sobre la base de la alta tecnología.
Estamos más que dispuestos a compartir la experiencia y los conocimientos israelíes con nuestros vecinos. Lo hemos hecho con éxito en China y en la India.
Señores Diputados,
En España se inició el Proceso de Barcelona y hoy podemos adaptarlo a las nuevas circunstancias.
Quizá podamos intentar juntos atraer a empresas españolas, palestinas e israelíes para que convertir esta visión en una realidad.
Israel es un país democrático. Cree en la democracia. La democracia de nuestros vecinos es el mejor garante de la paz. La ciencia y la tecnología abren camino a la democracia. Precisamente ahora es el momento de reanudar las negociaciones entre los palestinos y nosotros.
No debemos limitarnos a la expresión de dos estados para dos pueblos sino hablar explícitamente de dos estados democráticos, basados en la tecnología que representen un nuevo modelo para Oriente Próximo.
Me dirijo a nuestros vecinos palestinos y les digo: volvamos inmediatamente a la mesa de negociaciones. Con un esfuerzo concentrado podremos deshacernos del largo conflicto para dejar en herencia a nuestros hijos lo que nos fue negado a nosotros.
Yo sé que hay escepticismo con respecto a la paz debido a la desconfianza entre las partes. La desconfianza no es inamovible. Hemos visto cómo en el pasado los palestinos desconfiaban de que un gobierno de derechas israelí pudiera aceptar una solución de dos estados. Se equivocaban.
Israel dio por supuesto que los palestinos exigirían el regreso de cinco millones de refugiados. Nos equivocamos.
A pesar del escepticismo, Israel respeta los esfuerzos del liderazgo de la Autoridad Palestina, encabezado por Abbas y Farash y su gobierno para construir una infraestructura para un estado palestino en ciernes.
La situación en Cisjordania ya ha mejorado de forma significativa con un 7% de crecimiento el año pasado.
Si Gaza se calma, también podrá disfrutar de los frutos del crecimiento. Para ello debe liberarse de la dudosa creencia de que con el terrorismo se consigue más que con la negociación. Son los propios habitantes de Gaza los que se beneficiarían de invertir sus esfuerzos en la construcción de casas en lugar de misiles. La paz y la libertad de Gaza están en manos de sus propios habitantes.
Nosotros nos retiramos de Gaza y no tenemos la intención de volver a entrar. Nuestra única aspiración es que las madres, todas las madres, puedan dormir sin el ruido de las explosiones. Para nosotros la promesa de seguridad traerá la paz verdadera.
Las negociaciones se inician con grandes brechas proclamadas, con posiciones de partida maximalistas. Se pueden superar no con martillos ni con tambores sino con creatividad, con inteligencia, con paciencia y con un perfil bajo.
La negociación para la paz es un proceso. Cada parte intenta conseguir inicialmente el máximo. Más adelante ambas partes comprenden que hay que sustituir las posiciones de partida proclamadas por posiciones de conclusión pragmáticas y acordadas.
La paz traerá consigo un impulso del turismo, la apertura de industrias modernas e iniciativas empresariales conjuntas en el campo de la energía, el agua, la conservación de la naturaleza, el libre comercio, en realidad en todos los ámbitos y para todos.
Señoras y señores,
Aspiramos a una paz duradera con todos nuestros vecinos, incluidos Siria y el Líbano.
Me dirijo a nuestros vecinos sirios para que no se conviertan en rehenes de Irán. Irán no persigue la paz. Vengan a la mesa de negociaciones sin condiciones previas para que podamos alcanzar un acuerdo.
Al pueblo libanés le digo: no permitáis que Hizbolá convierta vuestra tierra en un campo de batalla. Líbano está destinada a ser un campo de paz. No hay razón alguna para que estemos enfrentados. Y hay muchas y buenas razones para que haya paz entre nosotros.
Oriente Próximo está hoy dividido entre los países moderados que aspiran a la paz y a la libertad, y los países fanáticos que confían en resolver sus problemas utilizando uranio enriquecido y actos de terrorismo.
El fanatismo es un poder destructivo, no contiene un mensaje de esperanza ni para ella ni para los demás.
El terrorismo puede llegar a todas partes, tal y como se verificó en los atentados de los trenes de viajeros.
Irán alimenta a Hizbolá en el Líbano y a Hamás en Gaza con terrorismo y armas. Está crenado células terroristas visibles y ocultas en otros países.
Irán está desarrollando armas nucleares y es una amenaza para los países moderados. La central nuclear iraní representa un peligro para la paz del mundo entero.
Estoy convencido de que el mundo no se arrodillará antes el odio que emana de un líder extremista y fanático como Hamenei, el mayor líder del fanatismo, la incitación y los actos terroristas.
Estoy convencido de que llegará el día en que los líderes de Irán que amenazan a sus compatriotas descubrirán que ellos mismo están amenazados por su pueblo.
Apreciamos enormemente la posición decidida de España sobre la cuestión iraní.
He vivido lo suficiente, tengo suficiente experiencia como para saber que no hay mayor fuerza que la de la buena voluntad.
Éste es el momento para la buena voluntad.
Éste es el momento para la paz.
Terminaré con una frase de Juan Luis Vives: “la primera condición para la paz es la voluntad de alcanzarla”.

Muchas gracias.

viernes, febrero 25, 2011

Kadafy, o el fin de la Utopía

Mubarak fue siempre repudiado por la izquierda (a pesar que pertenecía a la Internacional Socialista) El reconocimiento de Israel fue su crimen mayor. No el haber sido un dictador que explotaba a su pueblo. Su pecado fue aceptar la realidad de Israel y negociar una forma de convivencia con el enemigo.
En cambio Kadafy fue siempre un ícono de la izquierda y el progresismo internacional. Tampoco importaba aquí el hecho que era un dictador que explotaba a su pueblo, y se enriquecía, al igual que Mubarak. Lo importante para la izquierda tuerta- que solo ve el mal a su derecha- era su Mito: el Libro Verde, el Socialismo árabe, el antiimperialismo. Esa fraseología era más que suficiente para excitar a los jóvenes izquierdistas.
En estos días la verdadera naturaleza criminal, autista, egocéntrica, irracional del libio ha salido a la superficie. Mientras Mubarak trataba de apaciguar a la gente- y no lo logró- Kadafy incita a sus seguidores a matar a los rebeldes. "Los que no me aman merecen morir" acaba de decir este Hitler patético.
¿Seguirá la patetica izquierda declamando su apoyo al loco? Cuando dirá que es suficiente? Cuando reconocerá sus errores, su fracaso monumental? Cuando pondrá fin a su Utopía infernal?

viernes, febrero 11, 2011

Al fin

La caida de Mubarak es un triunfo de la gente movilizada. Una lección que los hermanos Castro, el dictador de Corea del Norte, la Teocracia de Iran, la dictadura militar de Myanmar, el presidente de Bielorusia, los viejos dictadores arabes,desde Gadaffi a el rey de Marruecos y la Casa Real de Arabia deben tomar en cuenta de ahora en más.
La revolucion de la participacion social y la comunicación que supone Internet y las redes celulares ha permitido crear un contradiscurso que liquidó el discurso oficialista de Egipto. Eso es , sin duda, lo más notable de esta Revolución: la gente ha encontrado un medio para coordinarse, organizarse, resistir, crear y difundir consignas. El Poder deberá de ahora en más saber que no existe más el monopolio de la información. Cuba, Iran, China y tantod otros deben prepararse para esta nueva etapa, que ha quebrado la vieja inercia del poder absoluto.
Otra es la discusion del "ahora qué". Espero que los jóvenes libertarios de Plaza Tahrir no sean "encuadrados" por los soldados de la Guerra Santa que conducen allí los Hermanos Musulmanes. Creo que su aspiracion de modernidad, de comunicacion con todo el mundo se opone diametralmente al discurso retrasista del islamismo radical. Pero esa es la batalla que ahora comienza. La primera- la renuncia del viejo dictador- ya ha sido ganada, afortunadamente.

domingo, febrero 06, 2011

sábado, febrero 05, 2011

Egipto: Revolución en la Revolución

Ciertos liberales creen que la política funciona como el mercado: que gana el producto mejor, más barato y más ajustado a la demanda del comprador. No es así: la política es el reino de la “narración”: gana el que mejor relata su proyecto, no el mejor proyecto. La épica libertaria de la Revolución Francesa, la narración de un pueblo derrotando a la tiranía, ocultó durante siglos la realidad de un proyecto autoritario, violento, centralista, intervencionista. La Revolución Francesa sirvió de modelo a Mussolini y a Lenin: una minoría de profesionales de la política conduce al pueblo ignorante a destruir la República Burguesa e instaurar la “democracia de masas”, con su secuela natural, el “terror de masas”.
En Egipto es conmovedor como se cumple el consejo de La Boetie, dado en el siglo XVI: para que un tirano caiga basta con que le retiremos nuestro apoyo: toda su fuerza reside en el apoyo tácito del pueblo. Egipto prueba que la conversación en las redes sociales destruye la pretensión de controlar la “narración” desde el poder. En ese sentido es ejemplar. No olvidemos que en 2009 los ciudadanos iraníes se movilizaron por los mismos medios, las redes sociales, y pusieron en jaque a la Teocracia.
Hasta ahí, “ganan” los buenos.
Pero la política-oscura, no transparente como el mercado libre- no termina en el deseo del pueblo de libertad y justicia.
Detrás de esta explosión de libertad ya aparecen los primeros síntomas preocupantes.
La complacencia de la prensa occidental “progre” con la Hermandad Musulmana- madre de Al Qaeda - es patética.Se quejan de que Israel apoya a Mubarak y no "al pueblo", como si la prioridad de la seguridad deba ceder al espiritu democratico. Cuando Occidente se alió a Satlin, nadie lo cuestionó: la prioridad era el combate a Hitler, no la Democracia en Rusia.
Hoy volaron el gasoducto a Israel, indicando cual será el derrotero cuando tomen el poder. Hoy el Ayatola Jomenei comparó la revolución egipcia con la iraní de 1979 y pidió que Egipto rompa con EEUU e Israel, los “enemigos del Islam”. Hoy los jóvenes de clase media que armaron el movimiento piden que se vuelva a la normalidad ya que han conseguido lo principal, que Mubarak renuncie a la reelección. Pero son desoídos por una multitud claramente identificada con la Hermandad- a diferencia de los primeros días, en los que la Hermandad se ocultó-.
El movimiento está girando rápidamente hacia la “narración islámica”, de una supuesta humillación por parte de Occidente e Israel y la necesidad de una “revolución islámica”, no de una “revolución democrática”.
O sea: el aire libertario, progresista de los primeros días está virando hacia la oscura región del rencor, la violencia y el “todo o nada” fanático. El peor “producto” está ganando en el “mercado político” egipcio.

viernes, febrero 04, 2011

Una imagen vale mas que mil palabras


El inocultable antisemitismo árabe

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