miércoles, diciembre 11, 2013

Una teoría de las clases sociales


El marxismo fue el primer intento teórico de definir las clases sociales. No voy a hacer aquí la crítica de esa teoría. La realidad ya se encargó de eso.
Lo que sí es innegable es que ciertas personas expuestas a situaciones objetivas similares tienden a comportase con cierta afinidad. No es que “no es la conciencia la que determina el ser, sino el ser social el que determina la conciencia”. Es mucho más complejo que eso, y menos determinista. Según Marx un burgués piensa de determinada manera porque es burgués, y NUNCA podrá modificar esa conciencia. Determinismo de las “condiciones materiales” sobre la conciencia.
La realidad es que el modo de obtener los recursos para vivir genera conductas muy consistentes. Para simplificar veamos los distintos modos de obtener ingresos:
1)      Los funcionarios políticos. Su lucha es la obtención de cargos ejecutivos o legislativos, que les aseguran varios años de ingresos. Constituyen una “clase”, en el sentido que la gran mayoría trabaja en el Estado y nunca vuelven a la actividad privada. Siempre habrá un nombramiento a su disposición, si tienen los contactos y cumplan sus compromisos. “Hoy por mi, mañana por vos” es su consigna. Muchos atraviesan gobiernos de diferente color ya que saben hacer buenas relaciones con todos los grupos políticos. Su ideal, lógicamente, es que su gobierno dure lo más posible. Luchan por reelecciones permanentes y por la ampliación de los plazos y los poderes del aparato de gobierno
2)      Los funcionarios de carrera. A diferencia de los primeros son miembros permanentes, de planta, de la Administración pública. Los cambios de gobierno no los afectan, ya que han sabido construir “quintas” de poder que son inamovibles. Son los burócratas. Su ambición no es el poder político, sino el poder administrativo de la maquinaria estatal que les asegura permanencia, en un contexto de trabajo de baja intensidad.
3)      Los funcionarios estatales en áreas críticas. Se trata de áreas de servicio a los ciudadanos, o sea a los electores: seguridad, justicia, educación pública, salud pública, transporte, etc.  Su poder les viene del rol que cumplen. Los gobiernos les temen ya que cualquier huelga o desatención del servicio conduce a la pérdida de popularidad del gobierno. Saben extorsionar.
4)      Los trabajadores sindicalizados. Al igual que el grupo 3) , su arma es la extorsión: huelgas, tomas, piquetes, etc. Los que pertenecen a sectores estratégicos como transporte, energía, comunicaciones, etc. logran obtener suculentos salarios. La única diferencia con el grupo 3) es que su empleador no es el Estado, sino empresarios privados.
5)      Los receptores de la ayuda del Estado. Son los más pobres de la sociedad, objeto de maniobras clientelísticas a cambio de Planes Sociales. Estos planes crean una situación de permanente dependencia, de invalidación de cualquier esfuerzo ya que el “sistema” les asegura no morir de hambre, pero seguir siendo pobres de por vida.
6)      Los empresarios “amigos”. Cosntituyen la perversión del Capitalismo liberal, que se transforma en sus manos en un Capitalismo de Estado, de “amigos”, en el cual no compiten por obtener la aprobación de los consumidores sino la de los funcionarios. Esa es la única competencia que les interesa.
7)      Los profesionales, industriales,agricultores, comerciantes, y buena parte de los empleados de Pymes. Es el sector más numeroso, pero el más débil. Carecen de poder de negociación y son víctimas de políticas estatales (impuestos, prohibiciones, etc.) salariales (“salarios mínimos”, cargas sociales, indemnizaciones por despido) que los ponen constantemente al borde de la quiebra. Sus empleados, muchas veces, en vez de ser “la clase enemiga” son socios: saben que la caída de la empresa es su propia caída. Por lo tanto, muchas veces limitan sus demandas y negocian sin coacciones  condiciones laborales con sus empleadores, sin poner en riesgo la empresa. Como son actividades no estratégicas (comercio, pequeños servicios personales, servicios profesionales) y muy atomizadas, no tienen poder de negociación. Si paran, nadie se entera.  Su única fuerza es electoral, ya que la “clase media” tiende a ser un sector muy numeroso. Pero no hay un “partido” que la represente- o hay demasiados- y el voto es un arma muy débil cuando el día a día es el que determina éxitos o fracasos. Obviamente, a diferencia de la caricatura marxista, los empresarios tratan de pagar los mejores sueldos para retener a los empleados más eficientes y, en general, son partidarios de políticas de altos salarios, las únicas que les garantizan ventas. Porque-olvidó Marx- los empleados son al mismo tiempo clientes. Y el empresario necesita clientes con recursos para gastar.

Estos distintos segmentos sociales tienen intereses, prácticas e ideas distintas. Podríamos ahí sí coincidir con el planteo marxista de que las ideas se corresponden con la realidad social en la que están insertos los individuos. Pero no son meras “superestructuras” de la base material. Y además cambian y -sobretodo- a veces son contradictorias con los propios intereses de “clase”.En general, los primeros seis grupos son “estatistas”. Necesitan un Estado poderoso, grande, que acompañen “políticas sociales”, que generen mucho gasto público. Muchos gastos significan muchos impuestos. Y esos sectores casi no pagan impuestos: no son propietarios, no ejercen actividades independientes. Son asalariados o dependientes de los planes sociales.El grupo 7) suele ser “privatista”, Pero como el privatismo- el liberalismo, mejor dicho- es una postura casi extinguida, que solo recibe críticas del poderoso sector estatista y sus intelectuales (periodistas, profesores, sacerdotes, artistas, escritores, cantantes, cineastas, etc.) no pueden articular positivamente esas ideas.  Actúan meramente a la defensiva, casi con culpa. Mientras los otros hablan de “bien común”, “solidaridad”, “justicia social” ellos solo pueden hablar con los hechos: cierran sus empresas si les va mal. Y si sobreviven, no se quejan. Nadie los expresa, los representa, los entiende porque el discurso único contra el individualismo, la ganancia, y contra los “empresarios explotadores” inhibe que la “intelligentsia” se ocupe de tan mezquinos intereses. Nadie se juega por un sector tan poco épico, tan poco literario como el peluquero o el verdulero del barrio. No son “sujetos históricos” dignos de ser mencionados. No promueven gestas ni discursos posmodernos. 
¿No sería hora de que sus necesidades, demandas, intereses sean expresados con fuerza, sin culpas, afirmando que el verdadero tinglado que soporta los excesos de los otros sectores son los pequeño burgueses que abren su comercio a las 9 de la mañana todos los días, aunque nadie les garantice hacer una venta y cubrir sus gastos?

viernes, noviembre 29, 2013

El pronunciamiento del papa  ha generado una conmoción.
 No estamos en los setenta, cuando el papa Pablo VI en su Populorum Progressio alentó el pensamiento de la izquierda mundial: el comunismo ha implotado en 1989 y el liberalismo esta sacando de la pobreza a todo el sudeste asiático y a los dos gigantes , China e India.Sin hablar de Corea delSur, Taiwan, Hong Kong, Singapur, etc. Hacerse el desentendido de que hoy hay un 20% de pobres cuando en 1980 había un 40%, de que la mortalidad infantil esta descendiendo con la triste excepcion del continente menos liberal y más anticapitalista (Africa) o de que la globalizacion está permitiendo que millones de pescadores, campesinos o artesanos vendan a traves de Internet, consulten precios y tomen decisiones económicas, digo, desconocer todo esto como si estuviéramos en 1970 me parece no solo un error sino, válgaseme la expresión, un pecado. Un pecado de omnisciencia, como si Francisco supiera más que nosotros y nos iluminara con una novedosa verdad. Su verdad es, en realidad, un gran engaño, una mentira sistematica que todos los días se vierte en las paginas de opinion de todos los medios. Un lider mundial de su estatura, respetado y seguido por millones no dice una sola palabra de los crimenes del Estado (En Cuba, en Corea del Norte, en las teocracias islámicas, en las dictadorzuelas africanas, en los excesos del chavismo latinoamericano) y en cambio condena alegremente la libertad de mercados repitiendo consignas de la Teología de la Liberación que ya parecían olvidadas. Es grave. El aire que Francisco le da a los Maduro, a los Castro, a la monarquía marxista de Corea del Norte y a los tiranuelos de todo el mundo es impresionante. Renaceran de su agonía con sus consignas ahora bendecidas por el Vicario de Cristo.

Fue la Iglesia siempre anticapitalista?
Las palabras de Francisco parecerían confirmarlo, pero... Veamos lo que escribía el jesuita Juan de Mariana en el siglo XVI." El tirano sustrae la propiedad de los particulares y la saquea, impelido por vicios propios de un rey como la lujuria, la avaricia, la crueldad y el fraude, los tiranos intentan perjudicar y arruinar a todo el mundo, pero dirigen sus ataques en especial contra los hombres ricos y justos que viven en su reino, pues consideran el bien más sospechoso que el mal y temen como a nada precisamente esas virtudes de las que carecen. Los tiranos expulsan del reino a los mejores...dejan exhausto al pueblo para que no pueda reunirse, exigiendo a diario nuevos tributos..." O sea, el mal no son "los mercados" sino el poder absoluto que explota al pueblo, empezando por los "ricos". Sobre el intervencionismo en los precios advierte: " Solo un insensato intentaría separar estos valores de modo que el precio legal difiera del natural...Sería vano que un príncipe buscara socavar estos principios del comercio. Más vale dejarlos en paz y no forzarlos, pues hacer lo contrario únicamente iría en detrimento público". Mariana, harto de los teologos dogmáticos dijo "No hay nada, por absurdo que parezca, que no haya sido defendido por algún teólogo". Recomiendo respetuosamente al papa Francisco que relea a este miembro de su propia orden. Seguro podría aprender mucho...y dejar de justificar absurdos.


Igualdad y libertad

Desde la Revolución Francesa la igualdad, como consigna, junto a la libertad parecen ser los valores centrales de la Modernidad, los valores de la Democracia y la República.
Hay quienes, sin embargo, perciben una profunda contradicción entre libertad e igualdad. ¿Cómo garantizar al mismo tiempo la libertad y la igualdad?
Si la igualdad es el objetivo principal de una sociedad se afecta la libertad. Necesariamente. No hay otra manera de lograr la igualdad. 
Y si la libertad es el objetivo principal que se propone una sociedad no hay forma de no afectar la igualdad, simplemente por que los hombres no son iguales. Y la libertad implica que los más capacitados, los más voluntariosos, los más insistentes o los que tienen más suerte, logren posiciones mejores que los que carecen de esas capacidades.
¿Cómo lograr, entonces, igualdad cuando la libertad no se limita, no se cercena, y cuando por lo tanto permite exhibir los logros diversos que consiguen unos y otros?
El otro problema es que los más capaces, los más inteligentes, los más creativos no son muchos, tienden a ser más bien una minoría. Digamos, para cuantificar, que un diez, un veinte por ciento de la población tiene esa motivación por el progreso, por capacitarse, por insistir, aquellos que tienen el “fuego sagrado” de los creadores, de los emprendedores.
¿Qué vamos a hacer: impedir que ese veinte por ciento se desarrolle para que no haya desigualdad, o simplemente eliminar a ese veinte por ciento, lo cual ha sido objetivo explícito de ciertos regímenes totalitarios, como el de Pol Pot en Camboya? Allí fue política de Estado eliminar a los inteligentes, eliminar a los intelectuales, eliminar a los emprendedores. Las personas con anteojos eran sospechosas allí.
Se logra así una igualdad empobrecedora, es decir los mejores- en alguna cualidad- son eliminados o al menos bloqueados en su desarrollo para que no destaquen, para que no se amplíe la brecha entre los que menos saben, menos pueden, menos tienen y los que más saben, más pueden, más tienen.
En cambio, si el objetivo de una sociedad es la libertad, no podremos evitar una desigualdad creciente. Ese veinte por ciento, liberado de trabas, obstáculos, persecuciones, descalificaciones ideológicas o condenas eclesiales puede, al fin, ser libre. Es decir, desarrollar su proyecto de vida sin más limitaciones que no afectar a terceros aplicando la Regla de Oro (no hacer a otros lo que no quieres que te hagan a ti). Cumpliendo las leyes.
Al poco tiempo, muchos de ellos habrán cumplido sus objetivos: serán más ricos, más exitosos, o más prestigiosos que el resto. Destacarán, con la consecuente envidia que genera este hecho. Han destacado, se han diferenciado del resto: han probado que la libertad implica desigualdad. Han roto un antiguo pacto tácito, según el cual una comunidad debe ser básicamente igual, con excepción de sus autoridades. El Rey, el sacerdote y los generales son, en esos contextos premodernos, los únicos a los que se les permite ser distintos: más ricos, más cultos que el resto. La comunidad, el conjunto del pueblo llano, debe ser igualmente pobre y desdichada. No se permite la felicidad del éxito.
Es por eso que, si hubiera que optar entre estos dos valores, es la igualdad la que lleva las palmas. La gente, casi instintivamente, apoya al político que promete igualdad, no al que promete libertad. Apoya al que le garantiza poder comer y vestirse, evitando que algunos coman o se vistan en exceso. En esta visión, todo lo social es un juego de suma cero, en el que la riqueza del otro, es mi pobreza. 
Por eso, el mito de la Revolución Francesa fracasó en garantizar igualdad Y libertad: sus hijos, los gobiernos desde hace doscientos años luchan y prometen la igualdad, no la libertad. Y son, así, exitosos.

La política como una de las Bellas Artes

La política es un espectáculo, quizás el más fascinante de todos. El parentesco entre política y teatro es evidente: buena parte del teatro griego o el de Shakespeare tiene como protagonistas a los actores del poder: reyes, príncipes, nobles, senadores, políticos. El material de la política es tan afín al del teatro que en realidad casi se confunden: el teatro se acerca a la política y la política se acerca al teatro.
Nuestra Primera Actriz de la escena nacional acaba de dar lo que en la jerga de los guionistas se llama "giro•: un cambio sorpresivo en la historia, que hace que aparezcan nuevos personajes y otros languidezcan o salgan por el foro. La gente ama los giros, las sorpresas. La sal de la narrativa exitosa son estos giros. Nada más aburrido que una obra o una novela que se solaza en la descripcion de lugares o personajes, pero donde nunca pasa nada. Y la politica está tan llena de giros justamente porque es un reality show que todos siguen día a día por los medios. Es necesario no aburrir a la clientela que vota. El gobierno de Perón fue muy divertido y tragico, con la escena central de la muerte de Evita. El de Illia fue lento y aburrido y el público reclamaba un mutis por el foro. Aplaudió la llegada de Onganía. El de Peron e Isabel fue, en cambio muy divertido, lleno de giros, contragiros y mucha, mucha violencia. En este caso , la gente se saturó de tanto cambio y aplaudio la llegada de Videla, que prometía un poco de orden y sosiego. Menem fue divertido. De la Rua, como él mismo confesó, muy aburrido. Para diversion, entonces, el Kirchnerismo. Asistimos ahora a -supuestamente- el último acto de la obra titulada "Vamos por todo". El personal se ha entusiasmado con la entrada rutilante de un nuevo protagonista, el Cuky y el mutis por el foro del desgastado Guillermo. La Primera Actriz sigue siendo la dueña del escenario, mientras sus lejanamente probables sucesores siguen en camarines, esperando su ingreso al escenario. Que se retrasa cada vez más. ¿Cómo terminará la obra? nadie puede saberlo, porque justamente esa es la clave del buen teatro: un final sorpresivo.

La mentira sobre Chile. 

El diario Urgente24- supuestamente antiK - afirma, en relación a Chile que "El gran punto negro de la marcha de la economía chilena es la brecha entre ricos y pobres. Según la OCDE, la pobreza acecha a casi el 19% de la población, una cifra sólo superada por México en la región. "
La mentira tiene patas largas. Este dato es absolutamente falso: Chile es el pais de MENOR indice de pobreza de la Región, no el de mayor. Veamos los datos:

Chile: 14%
Uruguay 18%
Brasil 21%
Costa rica 24%
Ecuador 27%
Perú 27%
Argentina 30%
Venezuela 31%
Colombia 34%
Dominicana 34%
Paraguay 34%
El Salvador 36%
Bolivia 49%
Mexico 51%
Guatemala 54%
Honduras 60%
Haiti 80%

O sea Chile es por lejos el pais con menos pobre del América Latina. Pero los datos no importan: a la hora de dinamitar mediaticamente a Chile todos los medios , aun los "liberales" dicen algo como "Chile se desarrolló mucho, pero a costa de un incremento de la pobreza y la desiguadad". El discurso socialista impregna a todos los periodistas y opinadores, que se niegan a mirar las estadísticas.

Viva la pepa

El nuevo superministro Capitanich dijo que muchos creen que la renuncia de Moreno sera un "viva la pepa", un jolgorio. Lo que seguramente no sabe don Capitanich es qué significa exactamente "viva la pepa". Ese grito fue el saludo a la nueva Constitucion liberal de España, promulgada en Cadiz. Era el santo y seña de todos los que luchaban contra el absolutismo. "La Pepa" era el nombre popular que se la daba a la Constitucion de Cadiz. Se terminaban así siglos de absolutismo. Esta consigna fue popularizada como grito de libertad. Los españoles crearon a palabra "liberal" no con la antigua significación ("generoso") sino como persona amante de la libertad y opuesta al poder absoluto. Los reaccionarios le dieron al "viva la pepa" la connotacion de anarquía, desorden y desde allí se aplica a toda expresion de libertad. Lo que no sabe, entonces, Capitanich que lo que dijo en realidad es "No festejen. La ida de Moreno no es el retorno de la libertad. Con este gobierno jamás habrá libertad".

Imagine 

Lennon imaginaba un mundo sin fronteras ni religion. Yo no imagino exactamente eso. Por ejemplo, no estoy contra ninguna religión que respete la dignidad del hombre y que no obligue a nadie a seguirla. Estoy contra toda religion de Estado, incluyendo las Relgiones Ateas de tipo nazi o comunista que desde el poder absoluto pretenden dar cátedra de ateismo o de paganismo y montan una Iglesia laica, con un Sumo Sacerdote- el Lider- y miles de "predicadores"- Los comisarios políticos-.
Mi sueño, además, va mucho más allá de la falta de fronteras. No solo las políticas sino las culturales. Vivimos bajo la férula del Pensamiento Único que declara bajo pena de excomunion que el hombre es la peor criatura de la nauturaleza, que es ávido, egoista, depredador. Y para eso diseñan las practicas politicamente correctas que van desde no fumar y no comer grasa hasta excluir las horribles palabras tales como respeto,disciplina, esfuerzo, excelencia, competencia, individualismo, orden. Libertad.

Primos
Estatismo, intervencionismo, nacionalismo, corporativismo, mercantilismo, socialismo: todos nombres de la teoría de que el individuo se debe a la sociedad, que los derechos sociales priman por sobre los individuales, que el Estado como expresión de la sociedad no puede tener límites a su acción ya que es la única defensa del pobre frente al rico. Son primos hermanos aunque a veces se hacen la guerra. Han conducido al mundo a ser lo que es, un lugar inhóspito.

Jazz 
Acabo de DARME CUENTA de por qué me gusta el jazz. El Jazz no se queja de nada, solo de las vueltas de la vida.El Jazz no te habla poniendose en victima del "sistema", como tanto rock y balada que suenan por ahí. El Jazz no necesita montar el escenario con el que Roger Waters cantó contra el capitalismo el año pasado en River. O contra el sionismo- propone el boycot a Israel, no a Siria-. El jazz le habla a tu inteligencia, no solo a tu emoción. No te convoca a ninguna causa justa, no reivindica clase, nacion, política o religion alguna. Es liberal, en el sentido que es el máximo de la libertad individual, en un esquema de cooperacion social, donde se respetan algunas normas básicas (la tonalidad, el ritmo). El jazz obliga a la excelencia del solista. Solo los excelentes pueden tener una banda de jazz. Solo los Bill Evans, los Oscar Peterson, los Chick Corea, los miles Davis. No hay marketing, publicidad o promocion de un gobierno- o de una mafia- para imponer a alguien. No tiene, casi letra. Y si la tiene solo es un canto de nostalgia por un amor perdido, como Round Midnight. Por eso.





jueves, octubre 17, 2013

DOS GENERACIONES

  

Mis entrevistas con viejos militantes universitarios en épocas del primer peronismo me han servido para acceder a un mundo que yo creía inexistente.  Tomé conciencia de que la generación del 45 – que en rigor se extendió durante toda la década peronista-  tenía una riqueza humana y política que jamás fue sacada a la luz. Durante décadas fue casi un estigma el decirse “antiperonista”. Esos viejos militantes universitarios fueron olvidados por la Argentina política. Sus historias afectaban la construcción de un relato en el que el peronismo- más allá de sus orígenes- se integraba al sistema democrático como un actor importante y respetable. Para ese relato era incómodo recuperar del olvido estas historias de represión, autoritarismo, arbitrariedad, violencia.
Quiero ahora comparar esas dos generaciones: la del 45 (una generación de resistencia a un gobierno que expresaba una alianza corporativa fuertísima, que incluía a la Iglesia, el Ejército, los sindicatos, muchos empresarios, la farándula artística y deportiva, los medios de comunicación, etc.) y la del 70, rememorada en estos tiempos como la de los “jóvenes idealistas”.
La generación del 70 fue hija de la Revolución Cubana y creyó verla encarnada en el peronismo. Esa extraña mixtura sonaba en la consigna “Perón, Guevara, la Patria liberada”
Esa generación, a la cual yo pertenecí, rompió con sus familias- porque eran antiperonistas- , con su formación democrática o marxista clásica y adhirió fervorosamente a la aventura de “ser peronista”, o sea, fundirse a un sujeto hecho de poder puro, sin sutilezas teóricas, “puro pueblo”, que gritaba sin sonrojarse “alpargatas sí, libros no”. Con ese acto de ruptura no solo quebrábamos las relaciones con nuestra “clase”, con nuestras familias, sino con el “ethos” cultural de un progresismo hecho de libros, nostalgias parisinas e identificado, a su modo, con Occidente. Tirábamos a Marx o a Sartre o a Freud a la basura y adheríamos al tumultuoso, contradictorio, violento y autoritario peronismo, el lugar real donde “las masas” vivían. Coqueteábamos incluso con cierto fascismo de hecho. Algunos, de tanto leer a Perón y sus nostalgias mussolinianas abandonaban cualquier resto de “recato” y cantaban extasiados  “Ni yanquis ni marxistas, peronistas”.
Era una catarsis, una ceremonia desvariada, un rito de iniciación: había que probar que no quedaba ninguna fibra de “socialdemocracia”, de “izquierda cipaya”, en nuestras mentes y que ya, casi, éramos pueblo. Había que amar a Perón, si uno quería fundirse realmente con el pueblo.
Así como hubo una trayectoria desde la derecha nacionalista de Tacuara hacia Montoneros y la “tendencia revolucionaria”, hay otra que nace en la izquierda marxista y termina en Guardia de Hierro o, peor aun, en los grupúsculos de la ultra derecha peronista. También, obviamente, había “entristas”, marxistas puros y duros que, por cálculo político, adoptaban alguna terminología peronista y se sentían parte del “Movimiento”, con la secreta esperanza de guiarlo hacia la Revolución Social.
La generación del 45, en cambio, era hija de la Guerra Española y la Segunda Guerra Mundial: el frente antifascista que englobaba desde el Partido Comunista hasta algunos cristianos, pasando por anarquistas, socialistas, radicales, demócratas progresistas, liberales. Arraigada en la tradición democrática, continuadora, en muchos casos de una historia familiar de militancia enfrentada al golpe de Uriburu. Para ellos, Perón era simplemente- no había mucho que discutir- la versión criolla del fascismo, una continuidad natural del uriburismo, un representante de la corporación militar, la Iglesia y los sindicatos, al estilo fascista y falangista.
No fue una generación de ruptura, no tuvo que pasar por ritos de iniciación ni abjurar de su formación o sus tradiciones familiares. Fue, en ese sentido, más sana, más consistente. No necesitó de sesiones de terapia para integrar sus diversos yoes, como nosotros (judíos hablando de la conspiración sionista, izquierdistas teniendo que comulgar en la iglesia “ de los pobres”, internacionalistas bebiendo grandes tragos de nacionalismo, marxistas renegando de sus libros y dedicándose a leer a Perón, y así sucesivamente)
Los del 45 eran antifascistas, simplemente. Y casi todos, anticomunistas. Sabían que Hitler y Stalin tenían la misma sangre autocrática y violenta. Y que de esos modelos se desprendían pequeños dictadores como Perón.
Sabían que estábamos en Argentina y que las cosas nunca llegarían a la letal maquinaria  nazi o al crudo Gulag ruso. Sabían que era muy difícil perder la vida, aunque había casos. Lo más usual serían algunas temporadas en la cárcel, problemas para recibirse, algunos golpes. Aunque también hubo torturas, torturas en serio, con picana aplicada sobre una cama de metal, durante horas.
El apoyo obrero a Perón fue una amarga píldora que tuvieron que tragar. Fueron sorprendidos por la rapidez con la que la “clase obrera” – el gran mito socialista en el que muchos de ellos creían- se hacía fascista. Evita fue otro misterio: cómo podía ser que una figura de la farándula, enjoyada y vestida con pieles pudiera ser una especie de diosa de los pobres.
Si algo no pudieron entender, al menos en ese momento, es que el peronismo era una construcción mitológica, no un mero rejunte de oportunistas. Algo muy complejo que ya está inscripto en el ADN argentino, parte constitutiva de una cultura política y extrapolítica. Pero esa es otra historia.
Ellos sufrieron en peronismo real, no la narración mitológica construida para perdurar.  Para ellos, el peronismo fue el “tira” que los delataba, las golpizas en la Sección Especial, el control agobiante, la inexistencia de una prensa libre, el festival de “permisos de importación” con el que se premiaba  a los leales, la impudicia de la UES, la manipulación del deporte, el espectáculo y la cultura, al servicio del poder dominante. Fue la imposición de la educación religiosa, la intervención en las universidades y la destrucción de la Reforma, la persecución a los legisladores de la oposición, los oscuros negocios de Juancito Duarte, el refugio para los nazis, los profesores falangistas, los “amigos” como Somoza, Stroessner o Trujillo, los libros de lectura con frases como  “Mamá me ama, Eva me ama”, la afiliación compulsiva al Partido Peronista, las listas negras de artistas, la política exterior muy poco “popular y antiimperialista”.
Ese relato, para nosotros, simplemente no existía, era obra de la propaganda “gorila”, un infundio de los “contreras”. Nos negábamos a saber que Cipriano Reyes, coautor del 17 de octubre, había sido torturado y preso durante siete años, no sabíamos los nombres de los torturadores (los hermanos Cardoso, Lombilla, Amoresano) Nos negábamos a ver una realidad que nuestros padres conocían bien. Sus advertencias nos sonaban huecas: una tía vieja no puede saber más que yo quien fue Perón.
Y sin embargo, lo sabían: todos los fantasmas cuidadosamente ocultados, minimizados o justificados aparecen en estos relatos de los testigos. Sin histerias, reconociendo errores, algunos, incluso, afirmando que las cosas cambiaron mucho desde entonces. Pero nadie reniega de su militancia opositora. Ninguno de ellos abomina de sus posiciones, que fueron consistentes con los valores que encarnaban.
Se los puede acusar de ingenuidad. Pero ninguno actuó manipulado por poderes ocultos, por la tan mentada “Sinarquía internacional”, la Masonería, el Imperialismo o el judaísmo. Esos cucos fueron alimentados por Perón y combinados en una mezcla explosiva con los mitos tercermundistas. Esa extraña combinación de tercermundismo, fascismo y marxismo fue la que nos taladró la mente en los setenta. Aun hoy, esa mescolanza actúa determinando que el peronismo sea un animal político capaz de hacer y deshacer, decir y desdecir con total desparpajo.
Ellos fueron leales a sus ideas, incluso las equivocadas: el “clima de época” como dijo Pandolfi, haciendo alusión a un cierto izquierdismo ingenuo que coincidía en algún punto con el estatismo peronista, pero que rechazaba desde las entrañas el autoritarismo y el culto a la personalidad que caracterizaron al Régimen.

Ha sido una experiencia personal extraordinaria entrevistar a estas personas, los testigos olvidados. 

Boca de urna

 
Esto sucedió de verdad. O sea, no es una ficción aunque lo parece. Es una síntesis de nuestro país político, no del “país real”. El país real es el que se levanta todas las mañanas para ir al trabajo y que solo tiene una relación ocasional con la “política”. 
La política es el arte de obtener y conservar el poder. Requiere infinitos recursos económicos, personales, dedicación, memoria y capacidad retórica. Cada dos o cuatro años miles de puestos políticos, esos que viven del Presupuesto, se ponen en juego en las elecciones. Es gente que no sabe hacer otra cosa: su vida depende de esas elecciones. Se juegan todo para obtener un cargo de concejal, legislador o intendente. O Presidente.
Es un juego de suma cero. Si entra mi competidor, yo no entro. Cada funcionario político manejará un presupuesto propio que le permitirá no solo obtener su sueldo sino el de varios asesores- usualmente miembros de su familia-. En muchos casos esos “asesores” son hombres de paja, que cobran solo una fracción de su salario y entregan el resto “al Jefe”. Por lo tanto es un juego a todo o nada, donde se define el futuro de un clan familiar.
En una economía, como muchas del interior, absolutamente deprimida, una vía accesible de ascenso es la política. Eso sí, se trata de una carrera larga y tortuosa, llena de traiciones, zancadillas, conspiraciones, amenazas, aprietes, operaciones. Es sucia no solo porque roza lo ilegal, sino porque ensucia todas las relaciones personales que se miden por su utilidad. En la política todos son instrumentos de alguien. Todos forman parte en algún momento del plan de otro. El ascenso político consiste en tener un plan propio y depender cada vez menos del plan de otros. En el interior del país eso se logra siendo Gobernador o, en menor medida, senador nacional. El Gobernador tiene su propio plan y solo depende de los fondos de la nación. Por lo cual debe cultivar buenas relaciones con ministros nacionales. Pero en su feudo es el rey. Nombra, despide, negocia, hace y deshace casi sin control. A diferencia de la nación, en donde aún sobreviven algunas instituciones independientes que pueden limitar o controlar al Presidente, en el interior no hay Auditoría, no hay Justicia independiente, no hay prensa opositora. El único canal y la única radio es, casi siempre, afín al Gobernador. El diario puede o no ser propiedad del jefe - algo muy usual- pero en cualquier caso es casi imposible que sea opositor. Entre otras cosas, por la publicidad oficial que se vuelca a cambio de apoyo o, al menos, crítica de baja intensidad.
En muchas provincias los caudillos duran años. Cuando su período termina, su esposa o algún dependiente se presentan a Gobernador . Arman así estructuras de negocios que solo se garantizan si él o su grupo se suceden en la gobernación.
Manejan a los intendentes, a los legisladores provinciales o municipales. Nombran los jueces, comenzando por el Tribunal Superior de la provincia. Tejen y destejen alianzas con la “oposición”, siempre débil y dependiente. Tienen olor de multitud. Conocen por su nombre a miles de personas, dan favores y reciben ofrendas. Inauguran una escuela o un dispensario y toda la prensa oficial festeja alborozada, con foto en primera página, el gesto del Gobernador.
Preparan con tiempo a algún hijo o sobrino para que los suceda cuando ya sean seniles.
Pero, a veces, sus planes se truncan. Un asesinato oscuro, cometido por los “hijos del poder” o alguna pueblada que incendia edificios públicos muestra que hay algo podrido en Dinamarca. Las noticias llegan a Buenos Aires donde la indisciplinada sociedad civil y la prensa - que se tiene que adaptar a ese mercado exigente-, se indignan. Los periodistas “porteños” aterrizan en la provincia donde comprueban los excesos del Caudillo, o las vinculaciones de algún hijo del poder con tramas de prostitución, droga, asesinatos.
Esto sucedió en la provincia del Norte, de cuyo nombre “no quiero acordarme”.
El viejo Caudillo, desgastado, fue finalmente expulsado por una intervención del gobierno federal. Esto sucedió en los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner. El Presidente nombró un Interventor joven, proveniente de la Justicia, el cual se comprometió a limpiar el escenario provincial y llamar a elecciones libres en poco tiempo.
La investigación del crimen cometido se aceleró y un jefe policial- a cargo de una sección de “inteligencia” de la policía provincial, fue acusado y procesado.
En ese contexto, al fin se llamó a elecciones. El peronismo provincial- hasta ayer un simple sello a las órdenes del Caudillo- se presentó “remozado”, encabezado por un candidato con pocas vinculaciones con el viejo Gobernador aunque con algún oscuro prontuario por corrupción rápidamente olvidado.
Del lado opositor el que era Intendente de la Capital- un radical- se presentaba como la alternativa superadora al feudalismo encarnado por el peronismo provincial. Era tiempo de cambiar, decía.
Pero el candidato oficialista no opinaba lo mismo. Había declarado el día anterior “Los peronistas lo único que sabemos es contar los votos. Vamos a arrasar”
Bien. Era enero. Con 45 grados a la sombra la gente se disponía a votar. Yo fui contratado por una consultora a colaborar en una Boca de Urna que se haría para dar al Interventor información confiable antes que el escrutinio se realizara.
Caminar una sola cuadra era un desafío. Los bares con aire acondicionado eran los oasis que permitían, en varias escalas, llegar a destino. No se puede votar con este calor, pensaba. Nadie puede tener la capacidad mental de pensar correctamente bajo este sol. Ahora entiendo, me decía a modo de broma, lo mal que vota la gente en estas provincias.
Los encuestadores, una especie de aventureros que se atrevían a ir a Campo Quemado o Quitilipi con casi 50 grados, ya estaban distribuidos en decenas de escuelas donde se votaría. Estaba todo preparado para recibir dos partes vía telefónica, uno hacia las 11 de la mañana y otro hacia las 4 de la tarde.
Sonaban los teléfonos y la información se volcaba en una planilla Excel. Para las 12 los resultados eran claros: el radical X le ganaba al peronista Q por unos seis puntos. Milagro! pensé. El caballo del comisario entraba segundo, humillado por el competidor impensado.
Otro consultor, también contratado por la Intervención, obtenía los mismos resultados. Era claro que el oficialismo debería tomar la copa amarga de la derrota, como diría algún viejo periodista.
En eso, llama el “Chueco”.
El Chueco es el gran operador peronista de fondo. Las masas, incluyendo a los periodistas, desconocen su existencia. Si algo hay permanente en el peronismo es el Chueco: operador de Cafiero, de Menem, de Duhalde, de Kirchner, de Cristina. Y próximamente del que sea, Scioli o Massa.
De origen “guardián”, fue jefe político de Manzano, mientras el joven ejercía de Ministro del Interior. Su ideología se limita a una sola cosa: el PJ debe ganar la próxima elección, donde sea y como sea. Él arma las listas de concejales de las ciudades y pueblos, las listas de legisladores provinciales, las listas de legisladores nacionales. Tiene, seguramente, un enorme archivo en el que se apilan centenares o miles de nombres: edad, sexo, ocupación, líneas internas a las que pertenece, negocios, turbios o no, etc. Con esos datos elige, selecciona, desecha, promueve, pone en el freezer o excomulga. Es el poder detrás del poder. Es temido y buscado. Desconozco la fuente de ese poder. Cuidado: el no se mete con la “gestión”. Le interesan bien poco las diferencias entre Menem y Kirchner: el solo se mete en el armado electoral, esa es su misión y el extraño objetivo que se dio para su vida. El anonimato y el poder, todo junto.
Entonces, decía, llamó el Chueco desde Buenos Aires.
Sus órdenes a la consultora son bien claras: “Acá hay empate, se entiende? Si los llaman los periodistas, la única respuesta admisible es que acá hay empate técnico”.
La consultora se anima a contestarle: “Pero esos no son nuestros números, Chueco. Tenemos que gana el radical. Y Roby tiene los mismos números”.
“No importa. Es la orden del Jefe”
La consultora lagrimea indignada. “Mirá yo no voy a atender a los periodistas, es lo único que puedo garantizarte”.
Por lo tanto, se desconectan teléfonos fijos y móviles, y sigue el trabajo. Con el cierre de las cuatro de la tarde el resultado es inapelable: gana el Intendente radical, pierde el candidato oficial.
A las 7 de la tarde vamos a la Residencia del Gobernador. El Interventor está encerrado en su despacho. Todos comentan los resultados de la Boca de Urna, pero se esperan los primeros datos del escrutinio.
En eso reconozco a Juan, un compañero de trabajo cuando éramos asesores del Ministerio de Educación, en épocas de Menem.
- Que haces acá, Juan?
- Soy Ministro de Educación de la Intervención.
- Epa!, te felicito.
- Que hay de los datos?
- Gana el Intendente.
- Me lo imaginaba. Tenes un rato? Te invito a tomar un café.

Llegamos al bar. Pedimos algo fresco.
- Mirá. Esteban. Te cuento: hasta hace unos meses el Gobierno de la Intervención era una máquina perfecta, neutral y objetiva. Sin intención de perjudicar o favorecer a nadie. Pero desde hace tres meses esto es una Unidad Básica. Llegó la orden de Casa Rosada: hay que usar todos los recursos de la Intervención para favorecer al Candidato oficial. Habrá desembolso de dinero, se incrementará la gestión y se lo publicitará en beneficio del Candidato.
- ¿Y por qué aceptó eso el Interventor? Porque según sé es un tipo joven, de buena imagen y que querrá un futuro en la política.
- No lo sé. El asunto que esto se puso irrespirable para mí. No me interesa ser un puntero para juntar votos, sino un Ministro de Educación de una provincia pobre y necesitada de mejorar la Educación y tantas otras cosas. Tengo ganas de rajarme.
Volvimos a casa de Gobierno. Allí no había grandes novedades. El recuento era lento. Pero se perfilaba claramente que el caballo del comisario perdía. El Jefe de gabinete me comenta: a pesar de lo que dicen las bocas de urna, creo que al final habrá un empate. Extraña manera de aprovechar los datos , no de una, sino de dos encuestas que coincidían en anunciar una verdad dolorosa. Hay quienes confían más en su “intuición” que en resultados científicamente rigurosos.
Se decía que el triunfo del Intendente se basó en que el Caudillo retirado dio orden a su gente de votar al opositor, como módica venganza por su desplazamiento.
En eso sale el mismísimo Interventor y grita:
- Acabo de hablar con el Presidente. Me dijo, textualmente. “No tenes que llamarlo para felicitarlo a ese hijo de puta”
Estallan los aplausos, se deja oír la Marcha peronista, se crispan los rostros. El “militante” que hay detrás de esos oportunistas pasa a primer plano, se emocionan y lloran de angustia. Están perdiendo su conchabo, lo saben y ya piensan en cómo sigue la película. Por ahora, cayó la noche y hay que cantar la marchita…
Salí asqueado. Afuera una llovizna maravillosa, un viento hermoso disipaban el bochorno. Ahora se podía respirar. Caminé unas cuadras, hasta que me encuentro con un acto de festejo de los opositores. Me pongo feliz por ellos: esta vez los peronistas demostraron que tampoco saben contar votos.
Tiempo después, poco tiempo después, el país observa el abrazo entre Kirchner y el triunfante nuevo Gobernador, joven promesa radical. Promete- y cumplirá hasta el día de la fecha- respaldar al Gobierno Nacional en todas las grandes políticas, más allá de las diferencias partidarias. Hay que apoyar el Modelo que ha inaugurado el Presidente, y desde esta provincia lo haremos con entusiasmo.
Ya no era más “ese hijo de puta”. Había entendido que le convenía hacerse cargo de la Unidad Básica.

jueves, septiembre 05, 2013

Judíos


Los judíos inventaron dos o tres cosas esenciales para la construcción de la civilización. 
Inventaron la idea de un Dios único, creador. Un Dios que no juguetea en el Olimpo con el destino de los hombres, sino que acompaña la aventura humana. Un Dios exigente pero justo. Por lo tanto, inventaron el primer límite al Poder. Ningún Faraón, Rey o Emperador es nada más que un hombre, aunque se crea un dios en la Tierra. Los reyes solo se legitiman cumpliendo la Ley, no inventando leyes a su medida. Todos los reyes con ínfulas: Duces, Caudillos, Líderes, Fuhrers, Comandantes, Jefes desconocen a Dios. Y no casualmente TODOS han sido fervientes antisemitas: los judíos le recuerdan su condición humana. simplemente humana.
Los judíos crearon la idea del libre albedrío, ni más ni menos, la idea de que como los hombres son fines y no medios, tienen la libertad para fijarse su destino. Nace así la libertad individual, no la libertad "de la Patria", como tantas veces los dictadores enseñan, sino la poderosa libertad de la persona humana. Y por lo tanto, el derecho a rebelarse contra los poderes que la amenazan o la limitan.
También inventaron el Shabat. Un día dedicado a Dios, a la reflexión. Un día sin patrones ni jefes ni obligaciones. Un día para recrearse como ser humano libre, un ciclo semanal que invita a un renacimiento periódico.
También inventaron la obligación de saber leer. No hay judíos analfabetos desde hace quizás tres mil años. Porque la Ley, la Torah requiere ser leída. Nadie la recita desde un púlpito. Cada judío tiene la obligación de leer- y cumplir- la Torah.
Limites al poder, libertad, estudio, lectura. Ese es el legado judío a la Humanidad.

domingo, septiembre 01, 2013

El individualismo metodológico

La escuela austríaca de economía ha desplegado su análisis del mercado. Hayek y, en especial, Bruno Leoni sobre el campo del Derecho. Buchanan sobre lo que el denomina la elección pública, o sea las decisiones individuales relacionadas a los bienes públicos.
En los tres casos, la unidad de análisis es el individuo: ni grupos ni organizaciones toman decisiones. Es lo que se denomina "individualismo metodológico".  La decisión es un acto únicamente individual. La ciencia social debe tratar de modelar un marco teórico que explique este proceso.
La tradición científica historicista se basa, por el contrario, en suponer entidades metaindividuales que son las que tomarían decisiones: estados, pueblos, razas, clases. Otorgan a estas entidades capacidades antropomórficas, como si estas complejas instancias actuaran como un megaindividuo, como una sola persona. Así se pueden leer cosas como “la clase burguesa decidió apoyar al gobierno tal”. La clase burguesa nunca hizo tal cosa porque no existe como sujeto sino que es una etiqueta que intenta describir a individuos que comparten algunas características. Pero esos individuos no pueden ser considerados como unos autómatas que siempre “deciden” lo mismo, ante cada circunstancia. Se crean atajos para explicar que existe una clase-en-si con sus intereses claramente definidos y una “falsa conciencia”, que son las decisiones que los individuos de esa clase toman “en contra” de sus “verdaderos intereses”. Así, cuando la burguesía francesa se aleja de la Revolución y busca un gobierno de orden, estaría actuando con “falsa conciencia”, es decir, contra sus propios intereses “objetivos” de clase. De este modo se “explican” las contradicciones entre el relato historicista (La Revolución Francesa como la puesta en escena del plan de la burguesía) y la realidad (La Revolución Francesa impuso a los comerciantes un sistema de control de precios que los ahogaba y los condenaba en muchos casos a la guillotina).
La visión corporativista parte de la misma errada concepción de voluntades colectivas. Empresarios, Obreros y Estado negocian precios y salarios como si tres jugadores en la mesa decidieran por millones de comerciantes, obreros, consumidores.
Fascismo, socialismo y, en general, toda propuesta estatista necesita de pocos jugadores para obtener los objetivos que busca. Los electores pasan a ser clientes que votan bajo la indicación del caudillejo barrial de turno, los consumidores aceptan mansamente precios altos o mala calidad, los trabajadores aceptan los salarios fijados por sus burocracias, los empresarios dejan de preocuparse por mejorar su oferta, ya que sus cámaras han dispuesto un congelamiento de hecho de la actuales condiciones.
Es el reino de la política, o sea, el juego entre grandes y pocos actores que acuerdan, negocian, se amenazan, ceden, ganan o pierden posiciones. 
Este desprecio del individuo- un simple “punto” que el politico pone en la mesa de negociación- a veces se demuestra tan errado como malicioso. Afortunadamente no todos los ciudadanos son clientes, no todos los trabajadores aceptan sumisamente los acuerdos, no todos los empresarios se comprometen a no tocar nada que afecte los acuerdos, no todos los jueces siguen las instrucciones del poder.
Volver a la complejidad de la decisión individual, de los hombres como fines y no como medios va a costar mucho, ya que respiramos esta cultura historicista que por izquierda o derecha nos convence de que no somos nada más que miembros pasivos de entidades metafísicas, de “megapersonas “que deciden por nosotros.

viernes, agosto 09, 2013

La gran mentira



Es mentira que el Estado democrático asegure una mejor vida a sus ciudadanos. Ningún estado- democrático o dictatorial- puede cumplir ese fin sencillamente por que el Estado es un organismo autónomo de la sociedad a la cual, con el pretexto de servirla, explota. Somos explotados, no por una clase capitalista ávida y codiciosa, sino por un Estado ávido y codicioso.
Un Estado que amablemente vela por nuestra seguridad, expoliándonos con impuestos e inflación. Viola nuestros ahorros y nos condena a jubilaciones de miseria. Viola nuestros ingresos, robándonos con impuestos de todo tipo, en especial la inflación. Con una moral de entrecasa, insiste en que los que más tienen deben darle a los que menos tienen. El Estado cobra peaje por esa transferencia de riqueza y se queda con la parte del león.
El Estado crea la ficcion democrática, mediante la cual una mayoría de 50%+1 se dedica a esquilmar a una minoría del 50%-1 de la población. Es la ficción de que el pueblo tiene la soberanía, cuando la soberanía la tiene el poder- ejecutivo y legislativo-. La soberanía parlamentaria se camufla en soberanía del pueblo para negociar leyes con los grupos de interés organizados, que obtienen así plusvalías, en un toma y daca que se lleva a cabo todos los días, bajo nuestras miradas. “Te doy ese permiso de importación si tus diputados me votan el impuesto al garbanzo”…
El Estado tiene como objetivo atomizar la sociedad, obtener ciudadanos desnudos de poder para avasallarlos sin obstáculos. Se hace dueño de la Educación Pública para generar sumisión. Destruye instituciones que podrían poner un freno a su dominio. Se hace dueño del seguro social, de la salud pública para generar la idea de que es imprescindible.
El enemigo de la libertad no es el partido tal o cual. El enemigo es un Estado salido de madre, no dedicado a su función originaria (cuidar nuestra seguridad, asegurar nuestra libertad) sino que como señala Anthony de Jasay , el Estado” restringe las horas de trabajo en la fábrica, establece normas de seguridad, proporciona señales de tráfico, faros y controles de tráfico aéreo, construye alcantarillas, inspecciona mataderos, obliga a los viajeros a vacunarse, dirige escuelas y obliga a los padres a hacer que sus hijos asistan a ellas, enseña a los campesinos a cultivar la tierra y a los escultores a esculpir, cambia una práctica, reforma costumbres, impone una pauta…”.

El Estado se hace, así, imprescindible. Y eterno.

lunes, julio 22, 2013

La tesis de Jouvenel

 

Bertrand de Jouvenel realiza un análisis de la tragedia de la modernidad a partir de un interrogante apremiante: ¿cómo fue posible que el Iluminismo, que proclamó la dignidad del individuo, que cantó a la libertad y que destruyó las viejas supersticiones que esclavizaron al hombre durante siglos haya desembocado en un régimen de Estado Absoluto que es exactamente la contratara de lo que predicó?

Con espíritu de botánico describe con precisión el proceso que se desarrollo desde la antigüedad y la Alta Edad Media, de un Poder limitado por la ley, la costumbre, la religión y otros poderes sociales y económicos hasta el desemboque actual en el Estado Absoluto, el Minotauro que, en busca de nuestra felicidad, termina esclavizándonos más íntegramente que en los viejos tiempos. 

Desde los pobres ejércitos del Rey- que debía obtener negociando con los barones tropas y recursos, siempre escasos y condicionados – hasta el actual Estado Militar que con la conscripción obligatoria y los impuestos coactivos obtiene los recursos necesarios para sostener guerras totales, con destrucción de recursos y personas como nunca se vio en la Historia.

Desde los tribunales independientes del rey que defendían cualquier abuso del monarca hasta una justicia “dependiente” del Poder, el cual nombra, destituye o promueve jueces según su gusto.

Desde la Ley- entendida como basada en el Derecho natural y la costumbre- que era previa al Poder, respetada por el Poder y jamás modificada por el Poder hasta la legislación votada por mayorías circunstanciales y contradictorias, orientadas por utilidades y no por valores, que da al Poder el recurso infinito de legislar por sí y para sí.

Desde la existencia de entidades políticas provinciales, regionales, lingüísticas, económicas, religiosas que el Poder debía respetar hasta la actual homogeneización y centralización del Poder, que simplifica la realidad social y en la que solo existe de un lado el Estado Burocrático con inmensos poderes y del otro, individuos atomizados, sin referentes sociales, religiosos, morales, lingüísticos, culturales.

De un Poder limitado, fragmentado y en equilibrio, que limita y es limitado, a un Poder falsamente escindido entre Ejecutivo, legislativo y un Judicial que apenas sobrevive al deseo del Poder absoluto.

De un poder que no intenta conducir la mente del hombres a un Poder que hace de la propaganda y de la “batalla cultural” su mecanismo esencial para el dominio no solo del cuerpo, sino de la mente de los súbditos.

De un poder que debía conocer el estado de opinión del pueblo, a un Poder que tiene capacidad para producir los estados de opinión que desea.

De un poder que era incapaz de afectar la libertad de los otros poderes a un poder que en nombre de la seguridad limita la libertad, en nombre de la igualdad destruye las diferencias humanas, que en nombre de la felicidad produce las mayores infelicidades (miseria, campos de exterminio, Gulags, limpiezas étnicas).

La tesis de Jouvenel es que el Iluminismo- en su lucha contra la tradición, la moral y las viejas instituciones que contenían al individuo- desvistió al individuo, lo dejó solo contra el Estado, en una asimétrica batalla. De una sociedad compleja, llena de poderes espirituales, morales, económicos se pasa a una homogeneización y a la desaparición de las entidades intermedias entre individuo y Estado. 
El Estado es la Iglesia que nos explica el sentido de la vida, es el Empresario que nos provee trabajo y sustento, es el Maestro que nos enseña qué pensar, es el Juez que nunca falla contra el Poder, es el General que nos llama a la guerra y organiza la leva en masa, es el Policía que nos controla.

Ese fue el gran error del Iluminismo. La destrucción de los mecanismos de defensa y autoorganización social en nombre de la liberación de la Humanidad. Su resultado es la pérdida de límites morales, el desprecio por los valores, la destrucción de la Ley, la imposición de la mayoría con poder ilimitado para sojuzgar a una minoría, el control de la vida económica como si la sociedad fuera una organización. 
Un Poder que brinda seguridad a cambio de libertad.
Y una vez que se entrega la libertad es inútil pretender recuperarla. Ya es tarde.

jueves, junio 27, 2013

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Los "todos" contra las "partes".

En el fondo, muy en el fondo, están los "panteistas"- los que creen que la historia es un hecho colectivo protagonizados por diversos "todos" uniformes (pueblo, raza, clase), que hablan con voz única "representando" a ese todo. Y del otro lado, modestos y a la defensiva, los que solo creen en las personas, individuales, diferentes, únicas, irrepetibles. Unos hablan de los "derechos del pueblo, o de la raza, o de la nación". Los otros - más modestos- de "derechos individuales", derechos de la persona. 
Los primeros tienen "prensa": dominan la universidad, el pensamiento, la polémica intelectual. Hegel es su referencia, o Marx, o Carl Shmidt. Los otros hablan de autores menos conocidos como Locke, Hume, Grocio, Santo Tomas,. Juan de Mariana. Son rápidamente acusados de "individualistas", por eso de que defienden al individuo frente a la multitud, a la persona frente al Estado, al ser humano frente a los Mitos de nación, clase o raza. La democracia , para los primeros, es solo la ley de la mayoría (se saben mayoritarios). Para los otros, la democracia es mera dictadura si la mayoría aplasta a la minoría. La diferencia entre democracia y dictadura es, para ellos, un solo voto. Con tener el 50% más 1, se puede condenar a los suman 50% menos 1 al exilio. a ser confiscados, expropiados, discriminados, presionados, reprimidos, anulados. Son "republicanos", más que demócratas. Pero la palabra hegemónica es "Democracia", no "República". Deseos de las mayorías, no derechos de las minorías; decisiones del Ejecutivo, no resguardos del Judicial. Poder único, voz del pueblo, concentrado, rápido. Los "individualistas", en cambio, hablan de Poder fragmentado, dividido, equilibrado, reflexivo, lento. Son dos mundos que casi no pueden dialogar. Ayer uno derrotó al otro. Festejemos.
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El valor

Leyendo la monumental Historia del Pensamiento Económico, de Rothbard queda claro que la falacia del valor es un invento-desafortunado de Aristoteles-. El griego dice que solo se intercambian bienes de igual valor. A es igual a B y por eso, el individuo x cambia B por A al individuo z. Eso supone que el valor es algo objetivo, algo que se puede medir. De ahi a que el valor es determinado por la cantidad de trabajo que un bien incorpora hay un paso, adoptado por Adam Smith y fervientemente desarrollado por Marx. Pero el tema es exactamente al reves, El individuo x se deshace de B por que lo considera de MENOR valor que A. Y el individuo z se deshace de A porque valora más a B. Se trata de dos bienes valorados igual INVERSAMENTE. Eso hace desaparecer la pretension de que el valor es algo objetivo y pone en la subjetividad el origen del valor. Por eso "Mi reino por un caballo": todo un reino vale "objetivamente" más que un caballo, pero para ese rey en la batalla, un caballo vale más que todo su reino. Los cientificos prefieren creer que el valor se puede medir objetivamente, para así plantear sus brillantes ideas economicas de mejora de la Humanidad. Asi nos fue. La realidad es que no hay ciencia alguna que pueda predecir que preferira x , si A o B, si un reino o un caballo.

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La historia olvidada. 
No es casual que yo no conociera nada sobre Abraham Cresques y la escuela judeo-mallorquí de cartografía. Esa escuela desarrolló la primera visión objetiva de la geografía, opacada por mil años de oscurantismo. Esa escuela fue contratada por Enrique el Navegante y fue la que permitió la hazaña de demostrar que había una ruta hacia Oriente, bordeando Africa. Esa escuela trabajó en libertad, sin los dogmas del "Mapa teológico" cristiano que concebia al mundo como una T (Europa, Africa, Asia) encuadrada en una O. Esta geometría elemental y tosca, que ponía a Jersusalem en el centro del mundo era necesaria para la dogmática cristiana, pero inútil para la navegación. Los judíos mallorquies investigaron, recogieron las cartas de navegación de centenares de marinos, leyeron relatos de viaje, en suma: reunieron el conocimiento disperso y fragmentario y a partir de eso desafiaron el Dogma geográfico cristiano, dando el puntapié para la Era del Descubrimiento que coronarían los portugueses y Colon. 
El espíritu libre es el que desafía el Dogma y busca información allí donde se encuentra. Es el espíritu de la Modernidad. Y, no casualmente, los relojeros, astrónomos, cartógrafos y matemáticos judíos tuvieron mucho que ver con ese renacimiento. Tanto que, insisto, no es casual que esa sea una historia olvidada: la Iglesia se encargó de borrar ese aporte judío a la Civilización, que incluyó las cartas de crédito- que solucionaban la peligrosa necesidad de viajar con oro-, la información cartográfica, los instrumentos de navegación como la brújula y el astrolabio y muchas cosas más. 
Ese espíritu judío era el espíritu moderno en ciernes, y de eso - como judío- me siento orgulloso.

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martes, abril 02, 2013

La Revolución liberal

Los socialpopulismos, socialfascismos y socialdemocracias acusan a liberalismo de ser la ideología de los “ricos”, la ideología de los monopolios. Nada más falso. El liberalismo es una revolución, inadmisible para los grandes poderes del mundo. Otra cosa es ese invento, el “neoliberalismo”, una apropiación de algunas partes del programa liberal por parte de gobiernos y grupos de poder.
El liberalismo no es monolítico, además. Conviven en él, liberales cristianos y anarcocapitalistas, austríacos o discipulos de Milton Friedman, seguidores Ayn Rand , etc.
Hay, sin embargo unos puntos comunes.
1- La función del gobierno No es “garantizar” el “bien común”, la “redistribucnion” de riquezas, sino asegurar el marco de orden y certeza jurídica para permitir que los particulares produzcan riqueza, guiados por sus propio planes
2- Esto significa, la máxima libertad para comprar, vender, contratar, alquilar, exportar, importar, invertir, gastar, ahorrar, o no hacer nada de eso, sino simplemente atesorar en el colchón.
3- La libertad no es, ni puede ser, una especie de coto de caza en el cual todo está permitido: la libertad esta llena de restricciones que parten la Regla de Oro: no hacer a los otros lo que no quieres que los otros te hagan a ti. La libertad implica la prohibición de afectar la libertad de otros. Afectar esa libertad, es coacción, no libertad. La libertad es siempre libertad bajo el imperio de la ley.
4- La funcion basica del Estado es garantizar la seguridad colectiva, es decir, que el delito, el fraude,.la estafa, la violencia, la coaccion de personas o instituciones contra particulares sea prevenida y reprimida mediante el monopolio de la coaccion, que los ciudadanos ceden a una organización específica, que es el Estado
5- Este Estado mínimo es pequeño, agil, eficiente y no se puede llevar- como ahora- el 50% de los recursos que produce la sociedad. Achicar el Estado implica achicar la carga impositiva, lo cual implica ampliar la capacidad de inversion y compra por parte de particulares y empresas, lo cual significa más y mejor empleo, elevar la calidad de vida, etc.
6- El liberalismo propone la desaparicion de los bancos centrales y de la posibilidad de los bancos de tener reservas fraccionarias, esto es, el robo legalizado que significa que un banco que tiene $100 dólares depositados, pueda prestar 90. Cuando la gente corre a sacar sus ahorros por una extendida desconfianza, el Banco quiebra, a menos que “papá estado” salga a respaldarlo. En vez de correr el riesgo propio de cualquier actividad económica libre, los bancos saben que siempre serán rescatados por lo cual juegan a una ruleta muy peligrosa.
7- Liberalización de todos los intercambios, de capitales, personas, información, servicios, etc. Esto significa terminar con las restricciones a la migración, los controles aduaneros, los muros fronterizos, a la inversión , a repatriar ganancias, etc.
8- Legalización del uso de drogas, incluso las “duras”. Cada persona adulta es responsable de su salud y corre por su cuenta y riesgo el adquirir drogas. Al liberalizarse la compraventa de estas sustancias, desaparece el narcotráfico, los carteles de la droga y su infinita carga de violencia, corrupción y pobreza
9- El Estado no debe seguir teniendo el monopolio de la Educación y la Salud. La educación pública ha demostrado ser burocrática, cara y de mala calidad. Debe ser reemplazada por un Bono Educativo a entregar a las familias, las cuales deciden a qué escuela enviar a sus hijos. Las escuelas privadas competirán así por brindar la mejor y más barata educación. Los contenidos de la educación no pueden seguir siendo manipulados por el Estado, con su tendencia a uniformizarlo todo y a crear ciudadanos sumisos al poder.
10- La libertad de expresión debe garantizarse para todos: el Estado deja de ser el dueño de las frecuencias radiofónicas, de la producción de papel prensa y del acceso a Internet. No más manipulación de “licencias”, entregadas siempre a los empresarios periodísticos amigos del Gobierno

Esta es la Revolución que propone el liberalismo. No es casual que prácticamente en ningún país se cumplen estas metas. Los más liberales- Singapur, Taiwan, Corea del sur, Estonia- están demostrando, sin embargo cómo mejoran dramáticamente las condiciones de vida de la población: baja de la mortalidad infantil a niveles mínimos, pleno empleo, mayor ingreso per cápìta, servicios publicos eficientes, etc.
¿Qué esperamos?

sábado, marzo 23, 2013

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Reformar la Constitución

Cuando esta pesadilla termine- supuestamente en 2015- habrá que crear los reaseguros para que NUNCA vuelva un "modelo" semejante: el de centralizacion del poder, intervencionismo en la economía, control de la prensa,mentira estadística, planes sociales clientelares, control de la caja para disciplinar gobernadores, etc. 
Esto se dice fácil, pero será muy difícil de implementar. Habrá que luchar contra una cultura política estatista que todos, gobierno y oposición, comparten. 
Habra que reformar la Constitución.
No, obviamente en el sentido que éste gobierno desea sino es uno mucho más esencial: garantizar la separacion y equilibrio de poderes.
- NO tocar la parte doctrinaria de la Constitucion, una herencia esencial que debemos a JB Alberdi
- En cambio SI modificar la estructura de los poderes del Estado, sus atribuciones, límites y relaciones. Más de un siglo y medio de régimen "republicano, representativo y federal" deben ser revisados, a la luz de los insistentes fracasos.

Lo principal: no se le puede otorgar al Ejecutivo y el Legislativo tal capacidad de fuego, tanto poder. Hay que limitar las cuestiones que pueden ser legisladas. No podemos correr el riesgo de que el único límite sea la eventual declaración de inconstitucionalidad que un solo cuerpo, la Corte Suprema, decida realizar. Nos jugamos a todo o nada. Basta con un juez venal o manipulable para que el Ejecutivo o el Legislativo tengan el poder de hacer "ley" una norma que afecte derechos individuales imprescriptibles, que atente contra la vida, la propiedad o la libertad de los ciudadanos. Tiene que haber múltiples filtros que impidan desde el inicio que esas iniciativas avancen. 
La primera es que haya un Cámara Legislativa con amplios poderes de revision de los proyectos de ley que la otra cámara, la Gubernativa, elabore. Esta Camara legislativa debería estar compuesta por personalidades elegidas no por su pertenencia a determinado partido, sino por su experiencia profesional en el campo jurídico, económico y social. Sus periodos de duracion en el cargo y los momentos de eleccion deberían ser independientes de las elecciones habituales de diputados y autoridades ejecutivas. Debería reunir en su seno el poder de Auditoría de la gestión y el poder de revision de los proyecyos de Ley. 
El tema es largo y complejo, pero si no lo discutimos ahora, en 2015 podemos encontrarnos otra vez en manos de un iluminado, con un "modelo de refundacion nacional" que nos lleve, otra vez, al abismo.


Cristina y el Papa argentino

El conflicto con la Iglesia le costó a Perón la presidencia. Le pregunté a un militante católico de esos días, fundador del Humanismo y del Partido Demócrata Cristiano, cómo fue ese conflicto extraño, dado el compromiso de la Iglesia con el peronismo y el militante oficialismo de los Cardenales Copello y Caggiano.

Pregunta:- Cómo se desencadenó el conflicto? ¿Perón hizo algo, la Iglesia hizo algo? no me lo termino de explicar

Ludóvico Ivanissevich Machado: - Por que se produjo no? Estoy tratando de explicar qué pasó…Yo creo que es por el Poder. El Poder es tremendo, el poder te lleva a absorber más y más. Ya no había nada que no fuera peronista. No había una radio, diarios, solo La Nación. Yo me acuerdo de Caggiano diciendo que “hay que subirse al tren, hay que subirse al tren”, era un obispo muy peronista. Todos los católicos veían al Gobierno peronista como algo bueno…y de repente se produce una ruptura. Cómo fue el hecho, la verdad, no me queda claro. Estuvo la marcha de Corpus Cristi: Convocó la Iglesia pero vino todo el mundo, los opositores. Pero se veía ahí, ya a los curas, con sotanas, ya arengaban a sus grupos, la cosa ya estaba mal. Después vino la quema de iglesias, donde la gente decía “leña, leña”, después del intento revolucionario de junio del 55. Y él les dijo “Vayan ustedes a dar leña”..."

O sea, no queda claro este suicidio político del Perón, solo explicable por el ansia de dominarlo todo, incluso a la propia Iglesia.
Cristina quizás aprendió esa lección, y cambió rápidamente el discurso, dejando expuestos a los "antipapas" del kirchnerismo. Pero no es gratuito: le tiene que ceder a Francisco la primacía popular. Se ha producido un dramático desplazamiento en pocos días. Los peronistas que aun apoyan a la Presidente la quieren ver junto al papa, y no enfrentada a él. El Relato pierde el condimento esencial: ELLA como única destinataria de la alabanza y como Madre del poder. Compartir cartel se le va a hacer muy dificil a Cristina.


La historia oculta

La historia real no se ve, no se registra, es ignorada por los historiadores. No deja rastros: es la lenta creación de un orden civilizado en el que se respetan los derechos de las personas, se descubre la justicia, se ensaya la libertad. Desgraciadamente la ciencia histórica está limitada a los documentos: órdenes, relatos de intrigas palaciegas, batallas, revoluciones. Mientras el mundo de la política parece caerse, las personas siguen firmando contratos, comprando, vendiendo, inventando, amando. Qué se relatará de la actualidad? la guerra de Irak, las crisis financieras, el conflicto de medio oriente. Nadie relatará cómo los campesinos chinos crearon una economía de mercado libre por fuera de las leyes socialistas, sentando las condiciones para que China, aun bajo el gobierno absolutista, despegue como la gran economía del siglo XXI. Nadie relatará como los pobres de Perú armaron redes de comercio al margen de las burocracias estatales. Nadie, al fin, entiende el fenómeno de Internet- autogenerada, sin jerarquías- o de los miles de millones de pobres comunicándose por móvil, intercambiando información y mejorando su condición. Los Grandes Planes de los iluminados no tienen cabida ahí. Sólo la gente armada con su sentido común sigue creando valor, pese a controles, leyes, restricciones, congelamientos, subsidios, promociones, prohibiciones, estatutos, leyes.

El Papa argentino

Dos o tres cosas sobre el papa argentino.
Uno, fiel a la postura socialista de la Iglesia, es un critico del libre mercado y propone la intevencion del Estado para ayudar a los pobres (mal) con lo cual no se diferencia en nada del experimento chavistacristinista
Dos. Su pasado en Guardia de Hierro no es el mejor pergamino, pero los hay peores
Tres. Desconozco si es cierta su colaboración con la dictadura
Cuatro. Lo que es cierto es que su postura politica es de hecho, opositora. Por algo los K dejaron de celebrar el Tedeum en la Catedral. Eso lo pone objetivamente como una pieza importante en la resistencia cívica contra el asalto a la república que ensaya Cristina. Por algo Delía escribio que es" una pieza del Imperio para destruir America latina, como Juan pablo II lo fue para acabar con la URSS." Bienvenida esa pieza. Por lo tanto, esperar. Ni festejo ni condena.


La fantasía adolescente de la izquierda

Uno se pregunta, ¿que necesitan los socialistas, la gente de izquierda, para entender lo que pasó con el socialismo? Mirar las estadísticas del fracaso? Leer los testimonios de sus víctimas? Mostrarles la foto de los campos del Gulag? Contarles que fue el Gran Salto Adelante, la mayor mortandad humana de la historia, emprendida por el gran Timonel Mao? Vivir una temporadita en Cuba, Corea del Norte o Venezuela? No hay forma: siguen como enajenados con su fantasía adolescente mientras , como hoy en España, escrachan a la Damas de Blanco o a Yoani, como si ellas fueran las enviadas del Diablo. Lo peor de todo es que, en general, es buena gente. Sería bueno poner su buena voluntad al servicio de la causa del progreso y no de la reacción...


Los nuevos diez mandamientos

1-     El principio de todo es el individuo. Ni tribu, ni clase, ni raza, ni religión, ni nación están por encima del individuo
2- El Estado es una estructura al servicio del individuo, no de clases, partidos, razas o naciones
3- La libertad significa ausencia de coacción en el marco de la ley. No hay libertades: solo libertad, que es una, única e inescindible
4- La libertad significa el poder de realizar mis fines, respetando los fines de otros
5- La libertad no se vota. Ninguna mayoría puede conculcar la libertad, votando leyes que la matizan, condicionan, limitan, restringen o anulan.
6- La Ley es anterior al Gobierno. Por ley entendemos las normas de recta conducta que obligan a respetar al otro. La "regla de oro" es la primera de ellas. “no hacer al otro lo que no quieres que el otro te haga a ti”.
7- La libertad incluye , obviamente, la libertad para pensar, publicar, comerciar, afiliarse a instituciones, peticionar, demandar, contratar, vender, comprar, ahorrar en la moneda que se quiera.
8- La libertad no incluye la obligación de financiar con los frutos del trabajo los planes sociales, políticos, culturales, del gobierno de turno
9- La obligación de los gobierno es hacer cumplir las leyes de recta conducta ,no de crear nuevas leyes para fines específicos.
10- No deben confundirse las órdenes o mandatos con fines específicos que se votan en un parlamento, con la Ley, que es anterior y no puede ser modificada sin el consenso de toda la población








ES HORA DE DEFENDERSE

por Esteban Lijalad

Publicado en Con-Texto

El Gobierno a través de la Presidente le ha declarado la guerra a la República. En nombre de la democracia el objetivo es terminar con la separación de poderes, o sea, lo único que diferencia a una democracia de una dictadura. La democracia sin aditamentos (como popular, social, bolivariana, orgánica, etc. ) es el gobierno de las leyes, no de las personas. Es el gobierno delpoder dividido, no concentrado. Es el gobierno de los controles , no del descontrol . Es el gobierno del respeto de las minorías, no del avasallamiento en nombre de las mayorías.
Es el gobierno de la leyes, no de los decretos presidenciales.
La gravedad del avance cristinista ha sido destacado hoy por muchos comentaristas. Pero una parte de la oposición ya se prepara para acompañar el designio de “mejorar la justicia”, cosa que todos deseamos, pero que no se logra “democratizándola”.
La función de la administración de justicia no es cumplir planes concretos del gobierno de turno, sino garantizar la existencia de un orden general, del cumplimiento de ciertos acuerdos básicos de convivencia que son la base de las democracias occidentales.
Los jueces deberían ganar su lugar en base a su capacidad, no en base a sus compromisos políticos con uno u otro partido . Los jueces no deben trabajar preocupados pensando en su reelección. Los jueces deben tener seguridad económica, por lo cual no deben ser sujetos del escrutinio impositivo del Gobierno. Los jueces tienen que juzgar a todos los sujetos físicos o jurídicos que han coaccionado ilegalmente a terceros. Esto incluye al Estado y a sus funcionarios. El intento explicito de que el Estado tenga inmunidad es un atentado letal contra la división de poderes. Solo un poder con capacidad de sancionar a otro garantiza esa separación de poderes. Prohibir que la justicia investigue y sancione al Estado es terminar con esta forma de democracia.
La democracia es un método para tomar ciertas decisiones, no todas. La regla de mayoría es válida solamente en cuestiones de gobierno (política económica, social, educativa, etc.) pero es absolutamente improcedente para tratar con cuestiones de justicia. La verdad no se vota. La justicia no se vota. El mantenimiento de la forma republicana de gobierno no se vota. Las restricciones a la libertad individual no se votan.
Cristina quiere someter a votación todas esas cuestiones. Es hora de defenderse de ese intento que nos destruirá.


San Hugo Chávez

Los intelectuales nac&pop la tienen cada día más difícil. La irracionalidad puesta en evidencia en el proceso de enfermedad, muerte y entronización de San Hugo marcan , para algunos, un límite. Se puede coincidir con "politicas redistribucionista", con un poder centralizado para apurar las medidas, etc., etc. pero no se entiende como un intelectual puede explicar y justificar la atroz deformacion de la verdad que todo el proceso está teniendo, la exhibicion de u na religiosidad primaria, los comentarios de los periodistas venezolanos de Telesur entronizando a un nuevo santo. Hay algo que les debe hacer ruido en algunas de sus -pocas- neuronas que aun creen en la racionalidad. Desde la "inoculacion" del cancer hasta la "siembra" de chavitos en toda amética nada se ahorra. Ahminedyad diciendo que Chavez resucitará como Jesús (el tipo de lo cree: los chiitas insisten en que un sobrino de Mahoma está vivo, esperando en una cueva) Es el reino del disparate. Al menos con los marxistas uno puede discutir desde cierta racionalidad judeo greco-romana. Con estos esperpentos no hay cómo..



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