No me mueve nada en este bicentenario. Yo creía que alguna "fibra del alma" se me movería en este cumpleaños. Pero, claramente, mi frialdad tiene una explicación.
1) Este es un Bicentenario "armado" desde el poder. Estamos festejando el segundo como "mejor" que el primero- en las necias palabras de la Presidente - cuando pienso que es exactamente al revés. Nunca deberíamos haber destruído el espíritu de progreso del Centenario
2) El "pueblo"- entidad metafísica, inexistente- celebra más o menos como cuando su equipo gana un partido: a los gritos, incrementando exponencialmente su xenofobia, su odio al "otro" y creyéndose así, mejor. Como si fueramos superhombres de un superpais.
3) Cuando los tontos dicen "tenemos la bandera mas hermosa del mundo" muestran su talla moral e intelectual. A mi me gusta mucho la de Bwanalandia.
4) Los nacional-estatistas son los que más celebran este Bicentenario. Claro que tienen que tapar la Historia y negar el talante Liberal de los hombres de Mayo, a los cuales convierten en "nacionalistas" de izquierda.
5) Entre las frases que se veian en el escenario montado en el obelisco, había una del egregio argentino Ernesto Guevara de la Serna. No era exactamente aquella de "un revolucionario debe transformarse en una fría máquina de matar", pero sonaba casi tan siniestra. ¿Donde estaban las frases de Alberdi, o de Sarmiento?
6) No hay nada para festejar: en 1910 estabamos entre las 20 naciones más ricas del mundo, ahora andamos por el 60 y en baja. Entre 1880 y 1914 entraron diez millones de inmigrantes: si éste hubiera sido el pais excluyente de la "oligarquía" nadie hubiera pisado estas costas.Ahora los jóvenes hacen cola en los consulados europeos.
En fin, no comento las peleas entre Presidenta y Jefe de Gobierno, las humillaciones que se aplican unios a otros, las invitaciones rechazadas, cartas y declaraciones: en vez de invocar a los espiritus de la concordia, del acuerdo, del pacto, se muestran las espadas de guerra unos a otros.
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