Delicadeza lingüística con los asesinos
Es exquisito el cuidado con el que la prensa se refiere a las acciones asesinas de los suicidas de Al Qaeda:
“Es claro por la manera en la que estaba vestida y por el cinturón de explosivos y las municiones que lo que querían era atacar a civiles inocentes, y también infligir el mayor número de muertes”
En vez de , por ejemplo:
“Es claro por la manera en la que estaba vestida y por el cinturón de explosivos y las municiones que lo que querían era asesinar a civiles inocentes, y también matar el mayor número de personas posible”
En cambio se aclara que
“el hermano de la mujer que intentó ser atacante suicida fue asesinado por las fuerzas estadounidenses “
Lo cual, lógicamente, explica su comportamiento: quiero “atacar” a la mayor cantidad de invitados a esa boda jordana, por el inenarrable dolor que siento por que los norteamericanos "asesinaron" a mi hermano.
Conclusión: fue un simple ataque hecho bajo emoción violenta, motivado por un asesinato yanqui.
El espectador, a esta altura, saca su pañuelo y llora por la pobre Sajida Mubarak Atrous al Rishawi - la atacante que bombardeó un casamiento en Jordania, con decenas de muertos- y se conduele mientras ya se van borrando de su cabeza las escenas del horror.
Un horror que ella, en su frialdad, describe meticulosa:
“Entramos al hotel.
Mi esposo se ocupaba de una esquina y yo de otra.
Había una boda.
Se veían mujeres y niños.
Mi esposo ejecutó el ataque.
Yo intenté detonarlo, pero fallé.
La gente huyó corriendo y yo me fui corriendo con ellos”.
Este es el frio relato de una asesina frustrada, con rabia por haber fracasado en el intento de “atacar” a niños y mujeres.
Nótese la sutileza de este cuadro politico perfectamente entrenado, no una hermana desesperada: "Mi esposo ejecutó el ataque".
Su esposo no asesinó a decenas de niños y mujeres, sólo "ejecutó un ataque".
Con toda desverguenza, oculta la verdad tras una cortina retórica, tal como "solución final", o "traslado de detenidos" o "daños colaterales".
Pobre Sajida, ojalá la próxima vez no falle y pueda vengar el asesinato de su hermano.
Otras delicadezas de la prensa :
Morir asesinando inocentes: inmolarse
(es decir, algo como mínimo “digno”: un vil asesino no se inmola)
Terroristas: resistentes
(es decir, gente honrada que se resiste a los invasores, casi como la Resistencia Francesa)
Suicidas fanáticos: Kamikaze.
(Esto es otra deferencia lingüística: los kamikazes japoneses no atacaban bodas o mezquitas llenas de civiles, atacaban acorazados que los esperaban preparados, morían en acción de guerra.)
El lenguaje colabora así en el ocultamiento de la realidad. Sería bueno empezar a llamar a las cosas por su nombre, para variar.
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