Para el periodismo de Pensamiento Unico, las palabras son estiletes que se clavan en la realidad, para matarla.
La palabra "terrorista", por ejemplo, es siempre dicha en tono irónico: no creen que los de la FARC o los de Hamas sean mala gente, "terroristas" sino - como dijo Chávez- "combatientes" quizas algo equivocados por el uso excesivo de la violencia, pero defensores de alguna causa justa. Esto es lo que dice el PN vasco sobre los asesinos de la ETA: son idealistas equivocados, buenos muchachos al fin.
Llamar "comunista" a alguien es, asimismo, ponerle una medalla de buenas intenciones. Comunista es un insulto fallido, un titulo de gloria, casi.
El comunismo real asesinó a varias decenas de millones de personas. Fue la encarnación del mal, en nombre de los valores de progreso e igualdad. Sin embargo sus crímenes quedan reducidos a simples escaramuzas de regimenes asesiados por el Imperialismo, nunca responden a un plan sistematico de exterminio, como el que Stalin emprendió contra los campesinos ucranianos (ocho millones de victimas asesinadas) o Pol Pot contra los residentes en las ciudades (dos millones asesinados)
Los cien mil asesinados en Argelia por los fundamentalistas de la Hermandad Musulmana,las decenas de miles de sunnitas y chiitas asesinados mutuamente en Irak, todos esos muertos son nada: "daños colaterales" de un lucha para defenderse de la prepotencia de Occidente.
Asi estamos: se minimiza el crimen ejecutado por comunistas y fundamentalistas, para magnificar los errores, excesos o maldades de las democracias occidentales- regímenes obviamente criticables y mejorables.
Me encanta llamar a las cosas por su nombre: "asesinos comunistas" es exactamente el término que le toca a Mao, Lenin o Kim il Sung. Incluso al glorificado Che.
"Asesinos islamicos" son los que mataron a 3000 en las Torres, a 200 de Madrid, a 200 en Bombay, a decenas de miles en Irak. Las cosas claras.
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