Por sobre la mirada amenazante de los inquisidores, de los dictadores, de los nazis, mujahidines, estalinistas, leninistas, castristas, ecofanáticos, maoístas, fascistas, nacionalistas, aristocratizantes o populistas, la llama de la libertad sigue ardiendo.
sábado, febrero 13, 2010
Testimonios de presos cubanos
Día difícil
Sábado, 13 de Febrero de 2010 por Pablo Pacheco
En estos últimos años de mi vida en cautiverio, he pasado días difíciles… muy difíciles, diría yo, pero ninguno tiene paralelo a este 4 de enero.
En horas de la mañana, el educador del destacamento 3, donde vivo hace 1 año, me mandó a preparar para que me hicieran un rayo X de tórax. Debo señalar que este tipo de radiografía se practica dentro de la misma prisión de Canaletas en Ciego de Ávila, y la doctora Gisel, quien brinda asistencia médica a los cinco hombres de ofensiva 2, es decir de la causa de los 75, me indicó esta prueba desde el pasado día primero, pero por X o por Y, aún no me la habían practicado.
No sé por qué motivo presagiaba un desenlace adverso para mí. Resulta que al llegar al depósito del penal, el jefe del destacamento me pidió con decencia extrema poner mis manos en la espalda para engancharme los grilletes. Con un impulso sobrenatural respondí un NO rotundo. Yo no estoy en desacuerdo en ponerme las esposas, hasta ahora lo he hecho sin dificultad; ocurre que debía bajar escaleras y un traspiés puede desfigurar mi rostro. Al tener mis manos inhabilitadas, me impedía defenderme de un desliz nefasto.
El militar citado me regresó a la galera 43. Traté de comunicarme con la doctora, que supuestamente responde por la salud de nosotros, fue imposible el contacto. Ahora todo depende del destino y de mi anatomía pues llevo mas de 12 días con un estado gripal severo …… fiebre he padecido.
Lo que nunca pasó por mi mente es que lo peor estaba por llegar. A la hora de la telenovela fui a buscar el mp4 que tenía para jugar juegos de habilidad mental, escuchar un poco de música y terminar la noche deleitándome con las fotos de mi esposa e hijo, las cuales guardaba con celo excesivo en la eficiente memoria. Me sorprendí al percatarme de la ausencia del equipo dentro de la almohada. Busqué con la ayuda de casi todos los hombres en la galera; no dudo que entre los ayudantes esté el malévolo ladrón.
Mi sentimiento por este hecho es imposible de escribir. Me han privado de la fotografía, es lo que mas extraño. Al amanecer, quienes me aprecian se dirigieron a toda la galera; dieron un llamado a la reflexión para que me devuelvan el mp4.
Antes de finalizar esta crónica, mencionar que no aseguro pero no descarto que el robo fue orquestado por la policía política, incluso algunos reos me han insinuado esta posibilidad. No puedo obviar que cualquier presidiario, para anotarse puntos con los servicios de inteligencia y poder hacer lo que le salga en ganas en el establecimiento penitenciario, se haya prestado para tan burda acción. De ahora en adelante debo ser más desconfiado. Sufriré al no contar cada noche con la imagen de mi familia.
Para comprender la represión en los centros penitenciarios de Cuba hay que conocer que la máxima dirección del país prohíbe entrar a las cárceles: radios, memorias, cámaras de videos y fotográficas, teléfonos celulares, DVD y todo lo que pueda aportar una fuente alternativa a la televisión nacional. Existe una regla digna para la ovación: información es poder. Esta es la verdadera razón de tantas prohibiciones. Quién duda que también sea la causa del robo de mi mp4.
Joven recluso se quitó la vida
Lunes, 8 de Febrero de 2010 por Pablo Pacheco
Por Pablo Pacheco, prisionero político en la prisión de Canaleta en Ciego de Ávila
En horas de la madrugada de este 28 de enero falleció en la prisión provincial de Canaleta, en Ciego de Ávila, el recluso común Raudel González Prieto. Según afirmaron varias fuentes, González Prieto se encontraba en la galera 23 del destacamento 4, donde conviven los presos con enfermedades crónicas, debido a su estado de invidencia.
Las fuentes aseguraron que González Prieto se cortó las venas en ambos brazos y cuando el funcionario de orden interior Lumbrado Alieski fue a llevarlo para la enfermería, ya se encontraba agonizando. Así mismo, se conoció que González Prieto llevaba varios días pidiendo una entrevista con la directiva del penal y en el momento de la autoagresión había un solo guardia para los destacamentos 4 y 5.
Al cierre de esta información se desconocen los motivos por lo que este joven se quito la vida. Por otra parte, se supo que González Prieto había sido beneficiado con la libertad extra penal, pero el tribunal la revocó por un supuesto robo de una bicicleta. Le solicitaban 5 años de privación de libertad.
Su residencia se encuentra en el municipio de Bolivia de la provincia avileña.
Solidaridad suicida
Sábado, 6 de Febrero de 2010 por Pablo Pacheco
Por Pablo Pacheco, prisionero político en la prisión de Canaleta en Ciego de Ávila
Para sobrevivir en prisión es necesario tener talento. Cualquier cárcel de máximo rigor es una verdadera bomba de tiempo. Este 26 de enero la dirección del penal de Canaletas en Ciego de Ávila ordenó trasladar a los reos comunes Reinier Dickerson Martínez, Pedro Jesús Matamoros Cerguera y Josbel Orama Soto para diferentes destacamentos.
Todos estaban en el destacamento 3 debido a que son ‘media severidad’. Lo curioso de esta historia es que ninguno había cometido indisciplina, por tanto no comprendían la decisión en su contra. Tampoco querían ir a parar a las secciones donde permanecen los reclusos de la fase ‘severo’
Después de 30 minutos de recibir la noticia por boca del educador Joel Prado Cervantes se apareció el segundo jefe de orden interior Omar Laudinot Malleta para cumplir la orden de los superiores a su grado militar y cargo directivo. Entonces comenzó la odisea. Según dijeron fuentes oculares Reinier Dickerson decidió ir para una celda de aislamiento pero Jesús Matamoros fue conducido hacia el destacamento 9 y, apenas abrieron la puerta de hierro, la emprendió a golpes con el primer hombre que vio en sus pasos.
Josbel Orama hizo algo similar en el 10. De no ser por la algarabía de los convictos, un militar de apellido Tejeda le hubiese dado una paliza con la tonfa que tienen los funcionarios de orden interior a Orama Soto. Después del incidente ambos jóvenes fueron a parar a la celda de castigo.
Quien haya estado recluido en Cuba, lo sucedido es normal. Quienes mandan en orden interior hacen y deshacen lo que mas se les antoje, al extremo de obviar las consecuencias. Recuerdo que me afectaba cuando Eduardo Martínez Rodríguez, amigo de los infortunados, se amarró en la mano derecha un guante plástico y se cortó las venas. De su brazo brotaba tanta sangre que me dio escalofríos. 5 minutos después Michel Torres Gómez siguió el ejemplo.
A veces trato de comprender el alma de algunos militares. No cabe en mi cabeza que Marayobles prefirió continuar dando el almuerzo de los destacamentos 4 y 5 que persuadir a Eduardo Martínez de su intento de auto agresión. Incluso muchos presos de los que aquí residen gritaban a toda voz y él permaneció estático, inconmovible.
Debo señalar que Martínez Rodríguez tiene el peso de un adolescente, a penas 48 kg. Mientras voy escribiendo estas líneas se me ponen los pelos de puntas. Al rato de botar la sangre que mas pudo, mientras sus fuerzas aguantaron, Martínez Rodríguez se desplomó como un animal agonizante de una herida mortal. Los reos que estaban en el pasillo ayudaron a trasladarlo hacia la enfermería del penal.
Idéntico proceder ocurrió con Michel Torres Gómez. El pasillo parecía el local donde sacrifican animales, la sangre estaba por doquier. Lo más tenebroso de esta crónica es que Reinier, Pedro Jesús y Josbel fueron sacados del destacamento 3 porque, según informaciones, ellos practican juegos prohibidos y son matonistas.
A tres horas de los sucesos, fui a hablar con los tres protagonistas de esta narración. Me informaron que al llegar a la celda, los obligaron a desnudarse y pararse de espaldas a los militares; los obligaron a hacer cuclillas en cueros. La humillación tenia que ser ejemplar. Tengo entendido que el reeducador del destacamento 9, Eugenio de la Cruz Canto, intentó golpear a Pedro Jesús cuando este tenia en sus manos los grilletes; muy valiente la actitud de un oficial de reeducativo.
No sé, no sé si es coincidencia o ideas mías, los tres afectados son de raza negra y muy queridos por los compañeros de infortunio. Tengo entendido que Reinier Dickerson fue llevado para el destacamento 2, pero Jesús Matamoros está parando en el 4 y Josbel Oramas en el 5. Aunque según ellos la policía les prometió investigar a fondo las informaciones de un chivato muy astuto que, gracias a su lengua, vive en esta prisión de Canaletas como un señorito privilegiado, sin recordar que su hora ya viene llegando.
En horas de la noche, se personaron en el destacamento 3 el director de la prisión, teniente coronel Reinerio Díaz Betancourt, el segundo jefe de unidad Orlando Fernández Fernández y un oficial de guardia superior. Todos estaban indagando sobre lo ocurrido en la tarde de hoy.
La ley del más fuerte
Viernes, 5 de Febrero de 2010 por Felix Navarro
Félix Navarro Rodríguez, prisionero político de la Primavera Negra, prisión de Canaleta en Ciego de Ávila.
La ley que imponen muchos de los oficiales de la prisión de Canaleta es la del más fuerte y en este caso los más fuertes son ellos. Todo lo resuelven a golpes, porrazos, patadas y abusos de poder. Buscar entre ellos al campeón en estas lides, resulta un trofeo difícil de endilgar ya que son varios los que se destacan por el uso de la violencia física y verbal. Una de las últimas víctimas de sus desmanes ha sido el preso Jeanny Castillo Hernández, quien alrededor de las ocho de la noche del domingo 13 de diciembre y estando en la enfermería penal fue atacado por un recluso mientras estaba esposado. Sobre los golpes propinados recibió otros en la cara, cabeza y oídos de parte del capitán Eugenio de la Cruz y del primer suboficial Alejandro Mecías. Todo esto a la vista de la doctora de guardia y del teniente Daniel Solás, el cual pidió a los porristas que no golpearan más a Castillo Hernández.
El capitán Eugenio de la Cruz tiene su propio código personal, de manera que su hoja de servicios recoge golpizas, extorsiones, venta del derecho a usar los pabellones conyugales y numerosas presiones para imponerse por la fuerza, quizás con la intención de destacarse y terminar siendo vanguardia.
Ejemplos como éste complican e impiden que el gobierno de Cuba permita la entrada del relator contra la tortura de las Naciones Unidas.
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