Lo que está claro no es solo la “locura” autista de los Kirchner – explicada desde su formación política “ofensivista”, del todo o nada- sino la falta absoluta de un plan B, a cargo de la oposición. No hay alternativa a la dilución del poder presidencial : todos los poderes parecen deshilvanarse junto con el del Ejecutivo. Cámaras legislativas, gobiernos provinciales, Justicia, medios, todos padecen la falta de ideas-fuerza que estructuren una línea de salida de la crisis.
Somos víctimas de 80 años de disparar contra la República, desde 1930, de despreciar los sistemas parlamentarios, de fortalecer al Monarca- Presidente, de agrandar el Estado, de esquivar el bulto creando inflación futura o endeudándonos.
Es hora de cambiar o morir como país.
Una Constitución nueva es imprescindible, con los siguientes ejes de reforma:
1- Sistema parlamentario, a la europea. Basta de pretender que América es diferente y que aquí se necesitan Presidentes-Monarcas. Primer Ministro, voto de confianza, posibilidad de elecciones anticipadas, etc. Complejo pero imprescindible. Terminar con el trato mayestático de “Excelencia” a los que son meros empleados de los ciudadanos, no Jefes ni Líderes iluminados.
2- Creación de la Provincia Metropolitana, a fin de terminar con el Hiperpoder de los caudillos barriales del conurbano. Habrá un Gobernador y delegados municipales sin ninguna autonomía política. Habrá que discutir si esa provincia incluye o no a la Capital Federal.
3- Volver al Colegio Electoral que de representatividad al Interior del país.
4- Romper las burocracias provinciales, los feudos del interior, exigiendo viabilidad económica a esos entes jurisdiccionales. Si Formosa no puede existir sin ayuda federal, se tendrá que asociar con sus vecinas. Adoptar el sistema de Regiones- al modo alemán- que diluya las provincias en entidades supra provinciales.
5- Ampliar en cambio la participación de los ciudadanos a nivel municipal, comarcal, provincial y estadual.
6- Reducción de funciones del Estado. Si bien esto es difícil de definir desde una Constitución, es posible encontrar limites funcionales y presupuestarios a la expansión del Estado nacional, que absorbe en estos momentos casi el 50% del PBI de Argentina.
7- Generar un Cuarto Poder conformado por los organismos de control, auditoría y regulación (Banco Central, Auditorias, Entes reguladores, INDEC, CONFER, Defensor del Pueblo, etc.) Sus autoridades no pueden ser elegidas por el Poder Ejecutivo, sino que surgirán de acuerdo parlamentario, sobre la base de antecedentes profesionales de los postulantes y su período de gobierno puede o no coincidir con los períodos de gobierno del Primer Ministro elegido.
8- Generar un Poder Judicial independiente, incapacitar al Poder Ejecutivo para nombrar o remover jueces.
9- Generar una Administración Pública basada en el mérito y no en el nombramiento político. Los empleados públicos desde Director nacional para abajo no deben responder al primer Ministro de turno, sino obtener su cargo por su propio mérito. Los presidentes de Organismos autárquicos (CONEA, INTA, etc.) deben ser promovidos por el Parlamento (con lógica similar a la del Cuarto Poder arriba descripto) Su actividad debe estar fuera de la órbita del Ejecutivo, aunque obviamente debe coordinar políticas con los ministerios.
10- Los medios de difusión, en papel o electrónicos o web basados no deben estar sujetos a más regulaciones que las que surgen del Código Civil. El espectro radial no pertenece al Gobierno, ni las fábricas de papel, ni la distribución de la pauta publicitaria oficial, que deberá estar regida por razones de estricta equidad, con independencia de la opinión editorial de cada medio.
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