La democracia israelí promueve la investigación sobre los excesos de sus militares, aun en plena guerra. La sociedad israelí rechaza "los excesos", y está indignada. Diferente a la reacción en Rusia (con sus "excesos" en Chechenia) o en Serbia, donde el nacionalismo le tapa los ojos y los oidos a sus pueblos.
JERUSALEN.- Los testimonios de varios soldados israelíes que aseguran que asesinaron a civiles palestinos y cometieron actos de vandalismo durante la ofensiva en la Franja de Gaza desataron ayer una ola de críticas en el país y obligaron al ejército a abrir una investigación interna.
"En las últimas semanas se estudió el asunto y el jefe de los servicios jurídicos del ejército, general Avichai Mendelblit, ordenó la apertura inmediata de una investigación penal", informó ayer un vocero militar.
Los medios israelíes difundieron las declaraciones de varios soldados que contaron que durante la ofensiva militar en Gaza, ocurrida entre el 27 de diciembre y el 18 de enero pasado, tenían órdenes "permisivas", que dispararon contra mujeres y niños palestinos desarmados y que dañaron intencionalmente propiedades privadas.
El influyente diario Haaretz calificó en su editorial de ayer de "comportamiento escandaloso" lo ocurrido durante la operación "Plomo Fundido", en la que murieron más de 1400 palestinos, en su mayoría civiles. También señaló que hubo "actos de desprecio hacia la vida humana y una tendencia hacia la brutalidad".
Los polémicos testimonios fueron dados el 13 de febrero último por pilotos y soldados de infantería, en una charla de un curso preparatorio para el servicio militar en el Instituto Académico de Tivón. Allí, un jefe de escuadrón narró cómo el comandante de la compañía "ordenó que se disparase a una anciana palestina que caminaba por una calle a unos 100 metros de un puesto de control israelí", hecho que calificó como "asesinato a sangre fría".
Reglamento
Otro comandante relató cómo un tirador de elite abatió a una mujer y a sus dos hijos después de que ingresaran por error en una calle distinta de la que le habían indicado los soldados que los habían desalojado de su casa. "No creo que (el tirador) se sintiera mal, porque desde su punto de vista estaba actuando de acuerdo con el reglamento", dijo el comandante.
Otro oficial comentó que, en general, entre las fuerzas israelíes impera la impresión de que "la vida de los palestinos es mucho menos importante que la de los soldados israelíes". A menudo, los militares disparaban a ciegas y sin advertencia previa cuando tomaban las casas de los palestinos por asalto, añadió.
Otro soldado contó que, después de que un jefe de escuadrón discutiera con su comandante sobre la permisividad del código de actuación y éste fuera cambiado, otros militares del mismo rango se quejaron y dijeron: "Deberíamos matar a todos aquí (en Gaza). Son todos terroristas".
"Podemos decir todas las veces que queramos que somos moralmente superiores, pero sobre el terreno eso no es así -agregó el mismo soldado-. Muchos compañeros destruían las cosas de los palestinos de manera arbitraria, por pura diversión."
"En Gaza hicimos cosas que diez días antes nos hubieran parecido horribles y que en aquel momento, con los bombardeos y viendo a los compañeros heridos, nos parecían normales", señaló otro soldado. "Cuando entrábamos en una casa debíamos derribar la puerta, empezar a disparar y subir piso por piso. Yo a eso lo llamo asesinato. En cada piso que identificábamos a una persona y le disparábamos, yo me preguntaba: ¿cómo puede esto tener sentido?", dijo un militar, cuyo testimonio fue publicado por el diario Yediot Aharonot .
"Un verdadero shock"
Por su parte, el director del curso de Tivón, Danny Zamir, mostró su sorpresa por los testimonios. "Nos quedamos absolutamente conmocionados. Fue un verdadero shock", dijo Zamir, que precisó que informó sobre el asunto al Estado Mayor, para que se acelere una investigación.
En tanto, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, defendió la ética del ejército de su país. "Es el más moral del mundo y sé de lo que hablo, pues sé lo que ocurrió en la ex Yugoslavia, en Afganistán y en Irak -afirmó-. Por supuesto que puede haber excepciones, y todo aquello que se dijo será verificado."
La difusión de los testimonios provocó una ola de protestas en Israel, como la del diputado árabe Ahmed Tibi, quien consideró que se demuestra así la existencia de crímenes de guerra en Gaza.
La organización pro derechos humanos israelí Yesh Din, en tanto, exigió que se establezca una comisión no militar para investigar las alegaciones. "Si Israel no investiga, otros países tendrán que hacerlo", advirtió la agrupación en un comunicado.
Además, la ONG Rabinos por los Derechos Humanos dijo que aunque "sólo una parte de los testimonios resulte verdadera e incluso si hubiera explicación para alguna de esas acciones, se trataría de un tsunami moral que obligará a hacer ayuno, luto y un examen de conciencia".
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