Blogs cubanos

Leer los variados blogs cubanos es una experiencia sociológica. Invito a todos a entrar a algunos de la siguiente lista (que aporta Yoani en http://www.desdecuba.com/generaciony/)


• Bloggers Cuba
• Convivencia
• Delito Mayor
• Desde aquí
• Desde La Habana
• El Blog de Dimas
• Epepeh
• Habaname
• Habanemia
• Havanascity
• Itinerario Blogger
• La Polémica Digital
• Lunes de post Revolución
• Mi isla al mediodía
• Octavo Cerco
• Pia Mc Habana
• Porno para Ricardo
• Reportes de viaje
• Retazos
• Sagua Muerta
• Sin EVAsión
• Una Isla Virtual
• Veritas
• Voces cubanas


Así, uno se entera de la existencia de los Emos cubanos, sabe de las triquiñuelas de la sobrevivencia en el mercado negro, sabe las sandeces que publica el Granma, de la represión a los cartoneros –que allí los hay también- , de las nuevas modas que surgen, del ansia de hacerse a la mar hacia Miami, de los pequeños espacios de libertad, o al menos, de pérdida de control estatal, que van apareciendo.
Es una descripción viva de un régimen en decadencia, un muestrario de audacias o agachadas, de denuncias serias o irónicas, de vicios y hábitos. Ahí aparece un pueblo cansado de promesas-¡cincuenta años prometiendo la Felicidad Socialista!- y escépticos de las reformas que poco a poco, por el peso de la realidad, se irán imponiendo: Internet, los celulares con sus modas, sus SMS, su música…todo va abriendo una brecha insondable entre la “realidad oficial” que pinta el Granma y la realidad ”real” que se vive todos los días en las calles de La Habana.
Internet permite el milagro de entender una realidad lejana, desde adentro. ¿Se imaginan si hubiera habido Internet en la Rusia de Stalin, o la Alemania de Hitler?

Lean este:
La mayoría de los cubanos pertenecen a organizaciones sociales y de masas fundadas a partir de 1959 a instancias gubernamentales. Aunque muchos no declaran expresamente su voluntad de integrarlas, tampoco se manifiestan en contra.
No obstante, en la legislación se encuentran una serie de supuestos que excluyen el consentimiento, por existir una divergencia entre lo querido y la voluntad declarada, como puede ser la manifestación emitida con reserva mental.
Uno de los deberes de los miembros de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), por ejemplo, es velar y defender la legalidad socialista. Imaginemos una madre que tolera que su hija se prostituya o que su hijo realice actividades económicas ilícitas, y participa en las actividades de la organización. Dos conductas comunes también reprimidas por el sistema. Pero, evidentemente, hay fingimiento, por parte de la madre y el CDR.
Otro supuesto expresa que aún habiendo perfecta concordancia entre lo que se quiere y se dice, el consentimiento es viciado por la intimidación. Porque pertenecer y participar en estas organizaciones desvía la atención del aparato represivo, y la persona, su familia y sus bienes pueden sentirse menos vigilados.
Otro ejemplo. Una de las exigencias para entablar una relación laboral con el Estado, único empleador legal del país, es presentar un documento emitido por los CDR que avalen su conducta y confiabilidad. Una valoración negativa implica no obtener el empleo que se desea o necesita, convirtiéndose en uno de los medios que el gobierno tiene para anular la capacidad de decisión y realización personal del ciudadano. Esa forma de intimidación provoca que un alto número de individuos, decida pertenecer a los CDR y otras organizaciones que otorgan “avales”.
Todo esto que desde hace casi medio siglo ocurre en Cuba, es una clara violación del apartado segundo del artículo 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación”. (http://vocescubanas.com/desdelahabana/)

O este:

No opinarás.
La publicación de los resultados de las encuestas por parte de nuestros medios parece corresponderse directamente con lo que reflejen. Manipuladas o no, las respuestas a las preguntas de las distintas encuestadoras tienen un importante papel en la política y la economía en otros lugares. Así se supo anticipadamente de la elección de Obama, la continuidad de Chávez o el "No" a Pinochet. En otros casos hay "sorpresa", especialmente cuando se ha decidido ignorar a las encuestadoras. Éstas también informan de muchos otros detalles de la vida de las naciones, como puede ser la preferencia por un equipo deportivo o un nuevo producto que sale al mercado. Las agencias, establecidas en todas partes, utilizan sus mecanismos de muestreo y se ganan la vida averiguando qué quiere la gente.
Sorprende cuando se habla de Cuba, la ausencia de mecanismos profesionales de sondeos de opinión que informen a los medios que lo requieran. Existen mecanismos controlados, al estilo del Instituto de la Opinión o las vías de información del partido. Muchas cosas no se saben sobre la opinión de mis coterráneos. Hay grandes nubes sobre importantes zonas "calientes" de la preferencia popular. Son, por ejemplo, claramente rechazadas las limitaciones a la libertad de tránsito o la rigidez artrítica de las regulaciones económicas, pero hay otros aspectos en los que resulta imposible de enterarse del nivel de satisfacción, los temores o los deseos de la gente.
Desconozco la razón por la que es así, puedo imaginar que tales empresas no tienen permiso para operar en Cuba. Quizás, al presentarse, se les hayan alegado razones de "soberanía", o probablemente no recibieran respuesta, ni concedido la licencia. También es posible figurarse los vericuetos por los que pasarían los pensamientos de un funcionario que tuviese que decidir sobre la concesión del beneplácito al avispado procurador que quiso llenar el vacío en el mercado de la información. También que exista alguna regla que haga imposible el intento.
No hay forma de conocer hechos que no se investigan, por muchas declaraciones que se hagan sobre ellos. Investigaciones secretas, parciales, presionadas, nunca darán resultados fiables y cognoscibles para todos. Es el resultado más inmediato e irrefutable de la ausencia de los instrumentos de opinión independientes, cuyo trabajo reconocen y aceptan en todas partes.
Sin embargo, algunos actúan como si supieran. (http://delitomayor.blogspot.com/)


Hoy, por ejemplo, hubo una gran movida ministerial con la caida de los “jóvenes” Lage y Pérez Roque: estos son algunos comentarios bloggeros:

La gente trata de buscarle a esta movida la profundidad y la sabiduría de una partida de ajedrez, pero a mí me parece puro juego de “gallinita ciega”. No creo que las tan deseadas y necesarias reformas estuvieran esperando a tener nuevos ministros para ser aplicadas. Si la voluntad fuera impulsar medidas aperturistas, ningún funcionario a cargo de un ministerio la hubiera podido frenar. La intención ha sido, sin embargo, demorar los cambios, adormecerlos, comprar tiempo en el juego de la política, mientras nosotros perdemos meses y meses del tiempo de nuestras vidas.
Quién convencerá a Marquitos, que ya tiene el GPS para cruzar el estrecho de La Florida, que los nuevos ministros allanarán el camino para que pueda cumplir sus sueños en su propio país. Lo anunciado ayer no va a disminuir las largas colas frente a la embajada española para lograr una nueva nacionalidad; ni el número de muchachas que entregan sus cuerpos para que las saquen de aquí. Que se llame Bruno en lugar de Felipe el nuevo canciller, poco influye en el grado de la desesperanza. Cambiar los instrumentos no significa mucho, si la sinfonía interpretada y el viejo director de orquesta siguen siendo los mismos. (Yoani)


Y este:

El gobierno de Cuba realizó hoy uno de los mayores cambios en su gabinete ministerial en el periodo de la Revolución, iniciado en 1959. La destitución y promoción de ministros y otros funcionarios estatales, por su magnitud, ha causado un gran revuelo en los medios de prensa fuera de la isla, donde por el contrario sólo se conoce la nota oficial leída en la televisión estatal. Presumiblemente en los próximos días saldrán a la luz, allende los mares, audaces análisis sobre los movimientos en la cúpula del poder. http://www.bloggerscuba.com/post/gobierno-ascensos-caidas-en-el-aparato-estatal/

Etc. Hagan la experiencia.