"La derecha vuelve después de 20 años". Así tituló el conservador La Nación de Buenos Aires el triunfo de Sebastián Piñera. No hacía más que repetir un titular esparcido en toda la prensa mundial. Como si el domingo la gente hubiera votado a Pinochet, como si una especie de golpe incruento hubiera tumbado a la izquierda chilena, como si Piñera hubiera prometido elevar un monumento al Dictador...
"Millonario, derechista" son los adjetivos asociados a Piñera: adjetivos "malos" , en un mundo donde decir "izquierda" suena inmensamente mejor que decir "derecha", en un mundo que desconfía, abomina y condena la riqueza.
Por ejemplo, Evo es "campesino, indígena, socialista": todos adjetivos positivos, como Lula ("obrero, sindicalista, luchador") Todos los lugares comunes del lenguaje políticamente correcto se han esgrimido en estos días.
¿Es casual? Creo que no.La prensa ya compara a Piñera con Berlusconi: falta que le endilgue romances con prostitutas...
Piñera tiene el enorme desafío de gobernar bajo la presión de los medios que esperan alguna señal de que gobernará para la "derecha, los millonarios, en contra de los pobres" para lanzar los chacales.
Es dificil defenderse de esa presión. Ya Piñera hizo gestos "progres" a fin de que los chacales lo perdonen.Habrá que ver cuanto resiste el hombre.
PD: Publico las inteligentes opiniones de Gines González García, embajador argentino en Chile:
“Algunos en Argentina, los medios, se creen que era una elección entre Stalin y Hitler, que ganó Hitler, y no es así. Fueron dos candidatos de centro, uno de centroizquierda y otro de centroderecha, con propuestas muy parecidas y matices más que nada en la gestión”.
“ Derecha e izquierda suelen ser en la Argentina descalificativos, según se esté en un bando u otro. Lo que hay que entender es que en Chile eso no funciona. Acá ser de derecha se asume”.
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