Rosa nació el 3 de enero de 1918, cuando, como dice el tango, aun se estaban "cubriendo de sangre los campos de Francia". Durante su existencia , mamá fue contemporanea de la etapa leninista de la Revolución Rusa, del ascenso del fascismo, Stalin, la crisis del 30, el Golpe de Uriburu, la llegada de Hitler, el rearme alemán, la Segunda Guerra, , Pearl Harbour, el 17 de Octubre, la bomba en Hiroshima, la creación del Estado de Israel, la caída de Perón,el sputnik, la Revolución Cubana, los Beatles,la llegada a la Luna, el retorno de Perón, Vietnam, las guerras arabe-israelíes, el Proceso, la vuelta a la democracia con Alfonsín, la caída del Muro, las hiperinflaciones argentinas, la debacle de 2001, la caída de las Torres, la Guerra de Irak, la crisis de 2008, Obama.
Cuando nació no existían la radio, la televisión, la computadora, las centrales nucleares,los tejidos sintéticos, los antibióticos, los cohetes, el transistor, internet, los celulares,las cámaras digitales.
Fue testigo del paso de un mundo industrial a una era postindustrial, donde predomina la información- la manipulación de símbolos-, más que la transformación de la materia.
Pero ella es esencialmente la misma persona que imaginaba sueños- casamiento, hijos, mejoría económica- hacia 1930. Aun sufre cuando recuerda malos momentos, humillaciones y malos tratos. En algun sentido para ella el tiempo aun no pasó.
Ese contraste entre la realidad externa en cambio y explosión constante y los sueños, temores y alegrías que son permanentes y te acompañan, como a Rosa, durante ochenta años es uno de los misterios de la existencia humana.
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