El idiota norteamericano

Conocemos de sobra al Idiota Latinoamericano, esa realidad persistente en nuestro continente que sabiamente describieron y nombraron Álvaro Vargas Llosa y Carlos Alberto Montaner hace varios años.
Todos los conocemos: ignorancia económica, pose de víctima permanente, estatismo agudo, nacionalismo prediluviano, antiUSA, antiisrael, antiglobalización, ecologismo catastrofico,etc.
Chávez, Correa, Evo, Ortega, Lugo, Zelaya, los Kirchner y sigue la lista (con ganas de incluir al “hombre del año”, Lula) protagonizan el Idiota latinoamericano en el Gobierno. Y así nos va: cortes de electricidad, inflación, caída en la inversión externa, devaluaciones, desocupación, inseguridad creciente, apretadas a la prensa, corrupción, burocracias crecientes, ineficiencia, abusos de poder, delirios varios.
Casi aburre esta descripción, pero la tenemos que hacer cotidianamente para evitar que se naturalice y terminemos aceptando estos abusos como parte de nuestro folklore.
Pero ahora hay algo nuevo: el Idiota Norteamericano. No se trata solo de los viejos conocidos Noam Chomsky o James Petras. Otros siguen en la lista: Oliver Stone agasajando a Chávez en Venecia, actores tipo Sean Penn, declarados admiradores de la Revolución Cubana.
¿Deberíamos incluir a Obama en la lista? Creo que si, no porque sea exactamente un idiota, pero sí porque ya son demasiados los tics que está mostrando: blandura frente a los adversarios (Chávez, Irán) , dureza de cara a los aliados como Israel, lenguaje populista. Es que si el Presidente de la principal nación de Occidente afloja, cede, cae en el error, ¡que queda para el resto! ¿Cómo fortalecerse frente al embate combinado de los populismos, del viejo socialismo burocrático cubano, del islamismo, de los eco catastrofistas? ¿Cómo pretender que Europa se modernice si su amable adversario americano parece decirles que EEUU debe ser un alumno aplicado y no una nación líder?
Digo : líder en libertades económicas y políticas, líder en defender a los pueblos de las dictaduras, líder en poner límites al fundamentalismo islámico, líder en promoción de la creatividad y la productividad económica. Si Obama se queda a merced del proteccionismo de los sindicatos y empresarios de Detroit, estamos en problemas; si cede a la “fácil” retórica de “pedir perdón” por existir, si cede al “amiguismo”, estaremos en problemas: los idiotas latinoamericanos estarán acompañados y fortalecidos por los idiotas norteamericanos.