Así se llama una serie que dan por algún canal, no recuerdo si People and Arts u otro. El asunto es que la idea es estrictamente opuesta a la de la sabiduría convencional psi – la de que los cambios vienen de adentro hacia fuera, nunca al revés-
Sin embargo ese programa muestra la maravillosa transformación física que mujeres “feas”, amas de casa envejecidas, oficinistas gastadas por el aburrimiento y la rutina, sufren al ponerse en manos de cosmetólogos, dentistas, peinadores, modistos, etc. El cambio viene de afuera, de la superficie, es un cambio “cosmético”.
Pero el espectador observa como se derrumban una a una las barreras entre esa mujer y la sensualidad, entre la rutina y la seducción, entre la resignación y el entusiasmo de redescubrirse joven y hermosa.
Parece un milagro: cambios de superficie motivan cambios profundos. Esas mujeres, que ahora lucen esplendorosas y capaces de seducir a sus maridos han protagonizado un cambio sustancial en sus vidas. Quien diga lo contrario, que confronte con ellas.
Generalizando la metodología “ cosmética”, tan despreciada por la inteligentsia convencional, podría aplicarse a nuestro pais, digo.
Por ejemplo, que se cumplan algunas fórmulas “cosméticas”: que la sonrisa aparezca antes que el ceño fruncido, que el buen trato reemplace al ninguneo, que la amabilidad se imponga a la hosquedad, que la gente discuta sin ofender, confronte sin agredir, sonría antes de insultar, acepte las diferencias antes de condenar, escuche antes de juzgar, ceda antes de imponer, retroceda antes de invadir, reflexione antes de opinar, que se guíe por la verdad y no por la conveniencia, que reconozca su condición falible, humana, antes de creerse iluminada por alguna llamada del Destino. Bajar los decibeles, ser amables. Simples cambios cosméticos. Quizás sean la Revolución.
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