La utilidad del antimperialismo latinoamericano

Nada más útil que el antimperialismo, en América Latina. La apelación a su influencia nefasta como causa de nuestros males es más vieja…que el propio imperialismo.
Por ejemplo, hacia 1853 – mucho antes de que pudiese hablarse de “imperialismo yanqui”, escribía un intelectual uruguayo- Magariños Cervantes, por otra parte un entusiasta liberal- “Si la Unión, a la par de su pasmoso progreso agrícola, comercial, industrial, hubiese cultivado con igual éxito los sentimientos morales…pero la bandera que hoy despliega y las malas pasiones que nutre y fomenta inspiran serios temores acerca de su porvenir”…”Para todos los hombres pensadores que conocen bien aquel país, no es ya un problema que en un plazo más o menos largo ese coloso tiene que hacerse pedazos indefectiblemente, mientras la América del Sud ,marchando por opuestos senderos, podrá combatirle con ventaja y vencerle en el terreno de la fuerza ,como lo vence ya en el de la nobleza y la justicia”
Y llama a España a unirse a su excolonias para enfrentar a los “herederos de Albión”.
Este antiimperialismo “avant la letre” inspiró las más tempranas emociones latinoamericanas, basadas en la “resistencia” a la prepotencia anglosajona. Una vieja historia de enfrentamiento entre lo latino y lo sajón. Así se adjudica a Hispanoamérica la nobleza y la justicia frente a la prepotencia material del Norte.
Esa queja impregna todo nuestro pensamiento, entonces, desde hace 150 años.
Hoy, el antimperialismo sigue sirviendo para “autoafirmarnos “en nuestra identidad. Por ejemplo, Don Evo acaba de expulsar a la DEA de Bolivia, so pretexto de espiar para EEUU. En la práctica Don Evo gana autonomía para transformar a Bolivia en la gran fuente de la materia base para la elaboración de drogas. La nobleza latinoamericana vence al materialismo norteamericano, diría Magariños. O Doña Cristina, asignando al consenso de Washington, al neoliberalismo y en general al capitalismo la culpa de todos los males del mundo y proponiendo por lo tanto…estatizar las AFJP (para hacerse dueña de 30000 millones de dólares). Para no mencionar la obsesión de Chávez por la permanente conspiración del Imperio, mientras su Robolución esquilma al pueblo venezolano.
Es re-útil el antiimperialismo. Tapa, desvía, oscurece, oculta, desvanece, minimiza, empequeñece el Gran Robo que los caudillos latinoamericanos cometen desde hace décadas contra sus pueblos. Roban pero lo justifican como hecho heroico en la lucha contra el imperialismo. Roban para fortalecer al Gobierno del Pueblo, roban para sacarles recursos a los ladrones imperiales, roban para repartir, roban para sobrevivir, roban.