Para la tradición occidental hubo un Principio, lo cual supone Historia. Pensar que hubo un Big Bang, una Creación, es dotar de un inicio a la realidad. Es suponer protagonistas (especies, estrellas, personas) que nacen y crecen: cambian, interactuan, y mueren.
Hay libertad, caminos hoy desconocidos, acción, riesgo, un final desconocido - feliz o trágico-. El Universo es como un escenario teatral.
La tradición oriental, en cambio supone un Universo eterno, cíclico, sin origen y sin final previsible. No hay historia, no hay eventos, solo reiteraciones infinitas del libreto de los dioses.
Solo hay doctrina. No hay logros, solo la contemplación de las fuerzas del destino en acción. El Universo es como un escenario ritual.
A pesar de todo, prefiero mi tradición occidental. Se nace , se vive, se elige - la libertad o las cadenas- y se muere. No hay ciclos, no hay renacimientos. Se debe aprender a vivir mientras consumimos nuestro limitado tiempo .
Se debe vivir esta única vida. No seremos mañana aves o alimañas Seremos lo que hoy dejemos como obra : una idea, un linaje, un recuerdo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario