domingo, octubre 11, 2009

La destrucción de la democracia liberal: los "cupos"

La adjudicación injustificada del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama señala con claridad el camino: mejor que hacer es decir, mejor que realizar es prometer.
Cuando se es miembro de una minoría – gay, lesbico, negro, musulmán, obeso, indígena, pobre, mujer, profesor de sociología, artista, portador de HIV, escritor, actor, prostituta, (iba a poner “judío”, pero está claro que ESA minoría es explotadora, no explotada) , drogadicto, armenio, etc.- las probabilidades de obtener logros injustificados, aumenta considerablemente. Como el logro personal es una rémora del individualismo burgués, ahora solo valen los logros colectivos. Y los logros colectivos se obtienen merced a la combinación de presión mediática, lobby, corte de calles, apriete y leyes especiales (llamadas “privilegios”: leyes para privados). Los gobiernos, nuestros gobiernos vergonzosos pero también los serios gobiernos de Europa, los Organismos Internacionales de Naciones Unidas otorgan premios Nobel, sedes para Olimpíadas, subvenciones, protecciones, apoyos, préstamos a raudales cuando se trata de personas, países u ONG que portan la “representación” de esas minorías. Las ONG son la reintroducción del viejo y reaccionario concepto de “corporaciones” o “gremios” medievales, creadas para defender intereses particulares- legítimos o ilegítimos- de forma tal que una buena relación e intercambio de favores con el ministro apropiado sirva para obtener alguna preeminencia, beneficio o monopolio injustificado.
Las leyes de “cupos” (de género, raza, religión u otro atributo) sancionan el logro individual y premian la “pertenencia” a un colectivo. Digamos que en este contexto si uno es varón, blanco, cristiano, profesional, delgado, sin adicciones y heterosexual estará en peores condiciones de obtener un apoyo para su proyecto que si es, ejemplo, lesbiana, drogadicta en recuperación y perteneciente a un pueblo originario.
En Brasil , por ejemplo para otorgar una beca a un estudiante “se considera la renta total familar, el hecho de ser o no egresado de escuela pública y la raza del candidato, entre otros elementos” http://www.lpp-uerj.net/olped/politicas_acao_paises_brasil.asp)
Para becas de otro carácter “ Los criterios de prioridad para recibir la beca son, entre otros, tener pocos ingresos económicos; ser portador de deficiencia física; ser servidor público”
Otra: “El proyecto de ley de cupos de 2004. Es un proyecto que instituye un sistema especial de reserva de vacantes para estudiantes egresados de escuelas públicas, en especial negros e indígenas, en las instituciones públicas federales de educación superior. En él se establece que estas instituciones deberán reservar, en cada concurso de selección de aspirantes a los cursos de graduación, un mínimo de 50% del total de vacantes para estudiantes que hayan cursado el nivel medio en escuelas públicas. En cada institución de educación superior, según el proyecto, este 50% de las vacantes deberán ser otorgadas en una forma que refleje la proporción de negros, pardos e indígenas sobre el total de la población de la unidad de la federación donde esté localizada la IES en cuestión.
Nadie habla de méritos personales sino de “estadísticas”, de proporciones de cupo para “negros, pardos (una nueva raza que yo desconocía) e indígenas”. Pregunta estúpida: ¿cual es el cupo para hijos de japoneses, Testigos de Jehová, suecos o judíos?
Nuestra constitución de 1853 dice:
Artículo 16. La Confederación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra consideración que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.
“Idoneidad”: que concepto burgues e individualista!

Bueno, a este mundo hemos llegado. En un par de generaciones de desaliento al esfuerzo individual, y de aliento a la “participación” en colectivos sociales, raciales, etarios, de género, de apetencia sexual, de religión, o etnia destruirá para siempre la democracia liberal, ya que “un hombre, un voto” será sustituido por “una minoría valdrá tanto como su porcentaje de participación en la población total”. Desaparecerá el concepto de “Hombre”, ciudadano, elector, sustituido por la extraña mecánica de leyes de “cupo”, neo-racismos que inventan razas inexistentes como “los pardos” y “discriminación positiva” de letales efectos. Y con el eficaz apoyo de partidos politicos, medios de comunicación, intelectuales y artistas, ONG y Organismos Internacionales llegaremos al ideal: el 100% de los cargos públicos, las cátedras, los premios,serán otorgados a aquellos que demuestren absoluta falta de idoneidad personal pero pertenencia “activa “ a ONG que defiendan los derechos de las “minorías”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no termine de leer, porque decía que las mujeres son una minoría...
son el 56% d la población

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