Los ricos no están forzosamente seguros, los pobres no están necesariamente inseguros, la mayoría no prevalece necesariamente, las minorías no fracasan forzosamente. Lo que determina quien gana y quien pierde, quien está seguro y quien en peligro es su ciencia, su estrategia
Este llamado a la libertad de pensamiento es de un estratega chino de hace muchos siglos. Contra todo el pensamiento ingenieril, que cree que la sociedad es una simple organización que se puede regular con leyes, donde el poder de cada grupo pre-define ganadores y perdedores, contra todos los juegos de suma cero, contra la idea de que todo está “planificado” desde antemano, que los pobres seguirán siendo pobres, que los políticos siempre robarán y que sólo los verdugos ganan, se alza esta advertencia. Nadie tiene asegurado nada, solo tiene más o menos recursos para armar su estrategia. Pero si no arma su estrategia, seguramente perderá.
Cuando Darío persigue a Alejandro en Issos, con un ejército diez veces superior, cree que ganará la partida. No sabe que Alejandro habrá pensado “Los emperadores persas no están forzosamente seguros”. El macedonio dio vuelta a su pequeño ejército y enfrentó a las masas persas en un angosto pasaje, dónde su número excesivo más que una ventaja, era una debilidad. Se inmovilizaron decenas de miles de jinetes e infantes mientras Alejandro arremetía con decisión. Triunfó, porque supo que nada está definido para siempre.
En junio de 1940, sola Inglaterra frente a Europa dominada por un Hitler listo para asaltar la isla, Churchill le escribió a su principal general:
Si a los alemanes les resulta tan fácil invadirnos, a alguien se le puede ocurrir preguntarse por qué no podemos nosotros hacer lo mismo. No debemos permitir que el hábito mental de estar siempre a la defensiva, que ha sido la perdición de los franceses, arruine toda nuestra iniciativa. (…)
Sería maravilloso conseguir que los alemanes tuvieran que preguntarse en qué lugar recibirían el siguiente ataque en lugar de obligarnos a amurallar y techar la isla. Hemos de hacer un esfuerzo para sacudirnos este sometimiento mental y moral a la voluntad y la iniciativa del enemigo.
Churchill acababa de pensar “La mayoría no prevalece necesariamente” y contra toda expectativa “racional”, salvó a la Civilización de la horda nazi.
Pero ese pensamiento no se enseña en la escuela argentina. En la escuela, unos profesores atragantados de libros viejos, dicen que “las condiciones objetivas indicaban tal o tal resultado”, explican con lujo de detalles como era “objetivamente imposible” que tal o cual batalla se perdiera.
Nos predicen a la perfección el pasado, dotados de la máquina de “objetivar” la historia que se llama “marxismo básico” (ustedes saben: no hay voluntad humana, solo la “estructura” generando la “superestructura”, solo “fuerzas productivas” generando contradicciones con “relaciones de producción”, no hay historia como gesta humana y desafío: solo un predeterminado flujo material que terminará, obviamente, con la destrucción del capitalismo y la instauración universal del socialismo)
Nadie conoce a Churchill en la escuela argentina, nadie estudia a Alejandro o a Washington. Solo tenemos a pequeños “historiadores”, burócratas del viejo mecanicismo que “las saben todas”.
Quien les da sabia vital a esos chicos! Quien les dirá que ellos no son nada si no arman su vida, si no la piensan como un combate sublime, único, que quizás termine en alguna crónica histórica, pero que nunca puede ser preanunciada, según el cálculo de “condiciones objetivas”. Imaginen a los fundadores de empresas como Google leyendo un pesado tratado de economía de algun aparatchnik que lo convence de la inutilidad de luchar contra los grandes monopolios. Jé: los pobres no están necesariamente inseguros…
4 comentarios:
Muy interesante, me gustaria saber mas ejemplos de personajes que han sobrepasado la barrera del pensamiento comun.
La historia esta lleno de ellos.En realidad la Historia es el relato de los que rompieron las ataduras de lo predecible y se lanzaron a conquistar el espacio ignoto. Lea historia, ahi está la clave. Saludos
muy bueno e inspirador el texto felicitaciones
jose luis desde Venezuela
Gracias Equpo3. Supongo que tendran ejemplos muy cecanos de esta lucha entre la "objetividad" y la voluntad, no?
Un saludo
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