Por sobre la mirada amenazante de los inquisidores, de los dictadores, de los nazis, mujahidines, estalinistas, leninistas, castristas, ecofanáticos, maoístas, fascistas, nacionalistas, aristocratizantes o populistas, la llama de la libertad sigue ardiendo.
sábado, octubre 09, 2010
Verano del 61: el amor que perdura por Miramar a casi medio siglo
Soy parte de esta historia
Publicado en El Recado, diario de Miramar
[Amigos son los amigos, y después de casi medio siglo renuevan el amor por la ciudad de las bicicletas] A la patria que se visita en la adolescencia siempre se vuelve. Varones y mujeres adultos están recreando su amor indisoluble por Miramar, nacido en el verano de 1961. En aquel tiempo la ciudad de las bicicletas amanecía con balnearios de casillas de madera, escolleras endebles y un vivero sin sonidos contaminantes de cuatriciclos. Los edificios apenas proyectaban sombras en las arenas. Al igual que cientos de jóvenes del ayer, un grupo de turistas se comenzó a reunir en playas comunes, esquinas con aroma a licuado y una 9 de Julio que no era peatonal. El verde de los tilos salpicaba las calles y una pelota de tenis rebotaba en el piso de ladrillo, frente a la Escuela 1.
Ahora, después de casi medio siglo emprendieron el regreso al rincón más abrigado, que diseñaron en la ensenada de la adolescencia: Miramar. Así Mónica, Jorge, Lili, Esteban, Danny, Susana, Margarita, Enrique, Jorge, Maury, Alberto, Graciela, Alberto, Adriana, Tommy y Patricia, se reencontraron en la ciudad de las cuatro diagonales. La de los carritos a pedal. Amistades cruzadas, amores eternos y los recuerdos permanentes de un tiempo distinto, afloraron en la mesa. Ya maduros eligieron el otoñal Miramar para mostrar la dignidad de los pelos encenizados y que el ingenio, al igual que la seducción, no tienen fronteras. Quizás el ruido del mar estrellando las olas en la rambla se convirtió para ellos en un trueno que los atrapó para siempre. O el sentir de los pies descalzos en la arena aún provoque cosquilleos. Lo cierto es que el reencuentro real se trasladó hacia la red social Faccebook, donde crearon un espacio denominado Miramar 61, donde exponen vivencias, fotos y relatos. De los días ardientes y secos. De los crepúsculos de a dos, de los cielos limpios y los roces en las paredes. Para siempre irse y siempre volver, de una ciudad que los atrapó hasta la adultez.
[Un reencuentro emocionado en el Miramar de hoy con los recuerdos del ayer ]
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