Está de moda llamar "fachos" a todos los que renegamos del discurso unico progresista. En este sentido Karl Popper sería un facho más, un mero agente de "la derecha". La Sociedad Abierta, su obra cumbre, escrita cuando la democracia estaba en retirada frente a las dictaduras fachistas y comunistas ha sido una luz para todos los que creemos en la libertad politica y económica. Esto es exactamente los que los verdaderos fachos repudian. La economia nazi decreta que las empresas son apendices del Estado y deben "coordinar" sus politicas con el Gobierno. Nada muy distinto de lo que proponen los progresistas: que el Estado tenga la conducción estrategica de la economia y las empresas sean agentes menores de esa trama.
Para que quede claro: rever la actuacion de la guerrilla argentina de los años 60 y 70 NO quiere decir apoyar la represión indiscriminada y feroz que desató el Proceso militar desde 1976. Hay que estar loco para suponer que la critica a unos significa el apoyo a los otros.
Algunos de mis articulos han sido levantados en sitios siniestramente fachos, defensores del Proceso. Para ellos - carentes de toda capacidad teorica- todo les viene bien para arrojar como piedras a sus archienemigos de la izquierda. Allá ellos. Como escribe Sabato en su prologo al Nunca Más, la Argentina ha sufrido el embate de la extrema izquierda y de la extrema derecha. Dos demonios con demasiadas cosas en comun. Quieren hacernos caer en la trampa de que esa es la "contradiccion proncipal" pero eso es falso, la verdadera contradiccion es entre democracia republicana y totalitarismo de derecha o de izquierda.
O sea: señores fachos: los repudio con el mismo énfasis que a los enloquecidos de la extrema izquierda.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario