La Soberanía es el refugio de los tiranos, la barrera que impide que la comunidad internacional civilizada pueda obligar a cumplir la Declaración de Derechos del Hombre que todos los estados de Naciones Unidas se han comprometido a respetar.
La Soberanía ha sido esgrimida por el Presidente de Sudan para eludir el fallo condenatorio de la Corte Internacional de La Haya, ante los aplausos de la Liga Arabe, Cuba y Venezuela.
Gracias a la Soberanía regímenes atroces como el nazismo , el stalinismo o el maoismo han podido torturar y asesinar a millones de personas, sin que nadie en el mundo pudiera impedir esas atrocidades.
No es casual que la Soberanía sea el Valor Supremo que levantan los nacionalistas: La Soberanía de la Patria, la Soberanía Nacional (una de las Tras Banderas del Justicialismo) , los stalinistas cubanos (“La Soberanía cubana debe ser respetada” exige la Declaracion de intelectuales en 2006) o los stalinistas norcoreanos ( “Pyongyang aseguró que si se inspecciona alguno de sus barcos en base a la PSI, eso será un acto hostil y "una violación intolerable a su soberanía" a la que responderá con un ataque militar".)
O sea: en lo interno las dictaduras detectan “conspiraciones” del enemigo del pueblo y meten en la carcel a los opositores. En lo externo, están siempre con el dedo en el gatillo es defensa de su “Soberanía”.
Uno está tentado de pasarse la Soberanía de esas dictaduras por algun lugar innombrable, pero sabe que eso es inútil, que la libertad raramente se impone desde afuera, aunque la Segunda Guerra demostró lo contrario.
¿Qué hacer”
Destruir el prestigio de la palabra Soberanía: Día de la Soberanía argentina (día en que el tirano Rosas batalló contra Francia e Inglaterra), Soberanía Norcoreana( permiso para armarse, hambrear al pueblo y amenazar a los vecinos ). En fin, ridiculizar el nacionalismo prediluviano y las palabras asociadas: Soberanía, Patria, Ser Nacional, Destino nacional. Reirse en la cara cuando alguien proponga “defender la soberanía nacional”
Escribió Alberdi en 1880:
Una de las raíces más profundas de nuestras tiranías modernas en Su-
damérica es la noción grecorromana del patriotismo y de la patria, que
debemos a la educación medio clásica que nuestras universidades han
copiado a la Francia.
La patria, tal como la entendían los griegos y los romanos, era esencial y
radicalmente opuesta a lo que por tal entendemos en nuestros tiempos y sociedades modernos. Era una institución de origen y carácter religioso y santo; equivalente a lo que es hoy la Iglesia, por no decir más santa que ella, pues era la asociación de las almas, de las personas y de los intereses de sus miembros.Su poder era omnipotente y sin limites respecto de los individuos de que se componía. La patria así entendida era y tenía que ser la negación de la libertad individual, en la que cifran la libertad todas las sociedades modernas que son realmente libres. El hombre individual se debía todo entero a la patria; le debía su alma, su persona, su voluntad, su fortuna, su vida, su familia, su honor.Reservar a la patria alguna de esas cosas, era traicionarla; era como un acto de impiedad.
Según estas ideas, el patriotismo era no sólo conciliable, sino idéntico y el mismo que el despotismo más absoluto y omnímodo en el 'orden social.
Alberdi previó el uso de la “Patria” como bandera y justificación de todos los despotismos. Me gustaría gritar algo provocativo y hermoso, como acto catártico:
MUERA LA PATRIA!
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