- 50 millones de muertos en la URSS de Stalin
- 60 millones en la China de Mao
- 2 millones en la Camboya de los Kmer Rojos
- Cientos de miles en Corea del Norte
- Decenas de miles en otros paises comunistas, incluyendo la Cuba de Castro
- 60 millones de muertos por prohibición de uso del DDT para combatir la Malaria
Estos millones de muertos por razones ideológicas no son recordados ni mencionados por nadie. Son muertos asesinados dos veces, una en el mundo físico y otra en el mundo simbólico, en el mundo de las ideas. Ni los periodistas, ni los políticos progresistas, los profesores de Sociología, o los intelectuales del mundo los mencionan. Su olvido es casi tan trágico como su muerte, en manos de afiebrados agentes de las ideologías que vinieron al mundo a salvarnos del capitalismo o del industrialismo, aquellos que llenan sus discurso de palabras como Pueblo, Clase Obrera, Igualdad, Sustentabilidad, Socialismo, Ecología, Nación, Partido, Líder, Medio Ambiente.
No es casual que caído el muro, sea la Ecología,-ahora blandiendo la amenaza del cambio climático- la que asuma el rol de Gran Oponente al Desarrollo y la Globalización. Ya tienen en su haber 60 millones de muertos: van por más.
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