Los tres judíos de menos de diez años asesinados a cuchilladas en Itamar no han conmovido a nadie. Esperé algun comentario en la prensa, alguna columna indignada, un repudio. Nada. Esperé a que las Abuelas, tan sensibles a la muerte de niños hubieran publicado su indignación. Nada. Solo tres judíos menos, en la larga historia de persecuciones.
Esperé que Rodríguez Zapatero, que Cristina de Kirchner, siempre rápidos a la hora de condenar a Israel digan algo. Nada.
Quizás no sucedió, pensé yo. Como siempre, como en el Gulag, como en la Cuba fusiladora, estas víctimas han muerto dos veces: una, la muerte real, fría, de la mano de un "angel vengador". Otra, en la conciencia mundial. Nadie los recuerda ya, están dos veces muertos. Solo la buena gente, como Vazquez Rial o Rodolfo Pandolfi han escrito su indignación y su espanto.
Condeno, si vale de algo a todos los buenos pensantes del mundo occidental, desde Galeano a Fidel Castro, de Zapatero a Hebe de Bonafini por su imperdonable olvido (no vaya a ser que sus amigos palestinos se ofendan). Eso sí, no han festejado, como en Gaza. Allí el pueblo- a juzgar por las fotos no eran “milicianos” sino madres de familia y lo más increíble, niños- salió a la calle a festejar su alegría. Allá ellos. Pero que ningún escritor, artista, filósofo, pensador, periodista, político, funcionario haya salido a condenar la masacre de Itamar, no se me olvidará. No merece olvido ni perdón.
2 comentarios:
Hijos de mil putas, Esteban, son unos hijos de mil putas.
A esta noticia ya la voy viendo en cuatro blogs, y sólo de los que sigo, pero debe estar en toda la blogósfera. Pero en ningún medio oral, televisado ni escrito escuché nada al respecto.
Cuando los hechos se contraponen con las teorías, siempre es mucho más sencillo suprimir los hechos.
Abrazo,
JL
Hacía mucho que no aparecías JL...Yo escribo menos que antes, absorbido por trabajo y otras preocupaciones, pero hechos como el de Itamar y, sobretodo, el silencio de los bienpensantes, me han hecho escribir. Con calentura, por no decir odio, que es un sentimiento feo, que es el que convoca a los asesinos de niños.
Gracias por tu respuesta ,un abrazo
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