A un hiperactivo como el bolivariano habría que dedicarle full-time un equipo de pensadores poiticos, estrategas, expertos en teoría de los juegos, psicólogos y psiquiatras, expertos en Medio Oriente y Corea del Norte, entendidos en historia sudamericana, analistas de fascismo, falangismo, peronismo y varguismo. En fin, dedicarle al menos 1000 horas - expertos-por día a fin de catalogar, analizar, comprender, anticipar este fenómeno de la política. Un absurdo neofascista que se adueña de la arena latinoamericana con sus confusas consignas pero dichas con ese estilo gracioso que a uno mismo, sí a uno mismo, lo llevan por medio segundo a coincidir con él.
Por ejemplo, me divierte mucho la forma en que se dirigió a los judíos del mundo unas navidades diciendo “los herederos de los que mataron a Jesús son hoy la minoría que es dueña del mundo”. Asimismo es divertido el apoyo, la alianza estratégica que estableció con Irán y el pedido de que ese pais envíe “rayos de fuego” contra Israel en la guerra contra el Hizbollah. Me divierte sobremanera el derecho que le otorgó a Corea del Note a realizar pruebas nucleares. Es divertida la creación del Banco del Sur, los noticieros de Telesur que vemos todos los mediodias, el oleoducto del Sur. Sus referencias al olor a azufre, al demonio norteamericano y al cadáver político de Bush mueven mi sonrisa.
Pero ¿que pasará con Chávez dentro de un par de años, cuando Bush se vaya a su casita para nunca más hablar? ¿Contra quien ensayará su teatral indignación, su graciosa oratoria de insultos? ¿A Hillary, Obama o Giuliani? ¿Le reprochará a Hillary sus desventuras matrimoniales con Bill, a Obama su fe religiosa, a Giuliani su liderazgo frente a la catástrofe?
Su guerra es contra Estados Unidos, o sea contra occidente. El triste Bush, un huidizo y mediocre presidente ya no estará en su mira: ¿como profundizará entonces su Revolución Bolivariana, contra quien apuntará?
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