martes, marzo 28, 2006

escri (tura) sis

Hace varias semanas que no escribo nada. No es una crisis digna de preocupar a nadie, ni siquiera a mi mismo. Pero, la verdad, extrañaba esa diaria puesta a cero, la carga de pilas y el gustito de ver que unas palabras nuevas, una breve frase digna, una idea no tan remanida salían a la luz bajo mi dirección.
Es tiempo de volver a la escritura.
Entre medio, para que negarlo, el mundo metió la cola, la realidad que dibujan los medios día a día opera como una pesa, un peso, una cadena que te ata a la nada: pocas cosas valen la pena, parecen decirte, en un mundo absolutamente dispuesto al suicidio. Para colmo noticias alarmantes suman desasosiego: tres o cuatro peligros de desaparición o grave alteración de la vida cotidiana. A saber, que se termina en pocas décadas el petróleo, que existen claros indicios de que se funde el hielo de la Antartida y Groenlandia, que una pandemia aviar asecha , que se termina el agua potable y, como si esto fuera poco, la locura política avanza a pasos raudos tragándose los dos últimos siglos de progreso y amenazando con una noche más oscura que la medieval.
En ese contexto hay que ejercer de una insana manía negadora para ponerse a escribir, tan contento uno. Pero, que le voy a hacer: habrá que soportarme.

Tampoco estoy leyendo con la dedicación (la entrega, iba a decir) necesaria: me deprime saber que no tengo tiempo para leer las miles de ideas sueltas que andan por las librerías, empacadas en objetos de papel, llamados libros. En cambio cada vez frecuento más la pantalla internetiana, allí donde lectura, contemplación, curiosidad y tontería se mezclan continuamente.
Creo que Internet llego demasiado tarde, no podrá evitar el colapso final pero nos ayudará a entenderlo mejor, o antes.

miércoles, marzo 15, 2006

Manifiesto : " Unidos contra el nuevo totalitarismo"

«Después de haber vencido al fascismo, al nazismo, al estalinismo, el mundo se enfrenta a una nueva amenaza totalitaria mundial: el islamismo.

Nosotros, escritores, periodistas e intelectuales convocamos a la resistencia al totalitarismo religioso y a la promoción de la libertad, la igualdad de oportunidades y los valores seculares para todos.

Eventos recientes, ocurridos tras la publicación de dibujos de Mahoma en varios periódicos europeos, han revelado la necesidad de librar una lucha por los valores universales, que no se librará con las armas, sino en el campo de las ideas. No se trata de una lucha entre culturas o una oposición Occidente-Oriente, sino de un combate mundial que ubica a los demócratas contra los teócratas.

Como todos los totalitarismos, el islamismo se alimenta de miedos y frustraciones. Los predicadores del odio apuestan por esos sentimientos para formar sus batallones destinados a imponer un mundo liberticida y desigual. Pero nada, ni siquiera la desesperación, justifica la elección del oscurantismo, el totalitarismo y el odio. El islamismo es una ideología reaccionaria que asesina la igualdad, la libertad y el secularismo allí donde está presente. Su éxito sólo puede llevar a un mundo de dominación: la dominación de la mujer por parte del hombre y la dominación de todos por parte de los islamistas. Para contrarrestarlo, debemos garantizar derechos universales a los oprimidos y discriminados.

Rechazamos el "relativismo cultural", que consiste en aceptar que los hombres y mujeres de cultura musulmana deben ser privados del derecho a la igualdad, la libertad y los valores seculares en el nombre del respeto por culturas y tradiciones. Rechazamos renunciar a nuestro espíritu crítico por miedo a ser acusados de "islamofobia", un concepto desafortunado que confunde la crítica del Islam como religión con la estigmatización de sus creyentes.

Abogamos por la universalidad de la libertad de expresión, para que el espíritu crítico pueda ejercitarse en todos los continentes, contra todos los abusos y contra todos los dogmas.

Apelamos a los demócratas y a los espíritus libres de todos los países para que nuestro siglo sea un siglo ilustrado, no oscurantista.»


Ayaan Hirsi Ali, diputada holandesa que escribió con Theo Van Gogh el documental por el que lo asesinaron.
Chahla Chafiq, escritora iraní exiliada en Francia.
Caroline Fourest, ensayista y autora de un libro contra Tariq Ramadan.
Bernard-Henri Lévy, filósofo francés.
Irshad Manji, periodista canadiense autora de "Mis dilemas con el Islam".
Mehdi Mozaffari, profesor iraní exiliado en Dinamarca.
Maryam Namazie, escritora y productora de televisión.
Taslima Nasreen, doctora nacida en Bangladesh perseguida por apostasía.
Salman Rushdie, novelista condenado a muerte por Jomeini por "Los versos satánicos".
Antoine Sfeir, cristiano libanés que vive en Francia.
Philippe Val, director de "Charlie Hebdo".
Ibn Warraq, autor de "Por qué no soy musulmán".

lunes, marzo 13, 2006

Corte eterno

La protesta extrema (corte de rutas por tiempo indeterminado, por ejemplo) no trae sino beneficios a sus impulsores. Una presencia poderosa en los medios de comunicación, una permanente atención de las autoridades, la sensación de poder que los hasta ayer anónimos ciudadanos, ocultos tras una improbable ciudad del interior, disfrutan como un juguete nuevo, desconocido.

Frente al horror de caer nuevamente en el vacío informativo, en la ausencia, en el anonimato, en el recuerdo borroso, los vecinos “ambientalistas” de Gualeguaychú – imbuidos del espiritu de la Bastilla permanente- decidirán hoy, con seguridad, proseguir los cortes “hasta la Victoria final”. No pierden nada continuando con el piquete y en cambio perderán todo si vuelven a sus pequeño-burguesas preocupaciones del ayer.

En esas manos estamos

INTERNET LIBRE

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LIBRE ACCESO A LA WEB EN CUBA!