Si algo le faltaba a este gobierno declinante es la apelación- gastada- a que todo se debe a una "conspiración". En un insólito pastiche se sugiere que Macri, Duhalde, el Partido Obrero y los Medios han unido sus esfuerzos para alentar tomas de espacios públicos, escasez de combustible, encarecimiento de la carne, faltante de billetes, cortes de luz, colas de jubilados al Sol, cortes de vias, motines populares como el de Constitución, etc.
La bajeza itelectual y moral de esta acusación describe con certeza a donde ha llegado- de bajo- este gobierno.
Todos, absolutamente TODOS los goberrnos dictatoriales desarrollan su "teoría de la conspiración permanente", a fin de desviar la mirada, disimular errores propios y, en muchos casos, mandar al paredon a enemigos politicos peligrosos. Los "enemigos del pueblo" de los que hablaban Lenin y Stalin, se reprodujeron con Hitler y sus maniobras para dehacerse de su ala "izquierda", y la acusación a los comunistas por el incendio del Reichstag, Mao ("La conspiracion de los Tres"), Castro (Los "gusanos"), Chavez (los pitiyanquis), Peron ("los ologarcas"). Toda dictadura "popular" que se precie sabrá identificar rapidamente a los "antipueblo", "vendepatria" que "impiden lograr los objetivos del Gobierno del Pueblo".
Lo increible es que se creen originales. Nilda Garré, al relatar la supuesta conspiración repetía un papel teatral utilizado desde hace cientos de años por el poder, cuando está desesperado.
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