CARTA DE FIDEL CASTRO A NIKITA S. KHRUSHCHEV
La Habana, Octubre 25, 1962
Querido Camarada Krushchev:
Partiendo de un análisis de la situación y de los reportes en nuestra posesión
considero que la agresión es casi inminente dentro de las próximas 24 a 72 horas.
Existen dos posibles escenarios: el primero y más probable es un ataque contra
ciertos puntos con el limitado objetivo de eliminarlos; el segundo, menos probable
aunque posible, es el de una invasión. Yo entiendo que esta variante demandaría el
tener que involucrar un gran contingente de fuerzas y es en adición la más
repulsiva forma de agresión, lo que podría ser razón que se abstuviesen de hacerlo.
Puede usted estar seguro de que de una manera firme y resoluta resistiremos el
ataque no importa su naturaleza.
La moral del pueblo cubano está muy alta y el agresor será confrontado
heroicamente.
En este momento quiero hacerle partícipe de mi opinión personal.
Si el segundo escenario es implementado y los imperialistas invaden a Cuba con
el objetivo de ocuparla, el peligro que esa política agresiva representa para la
humanidad es tan grande que tras tener lugar ese hecho la Unión Soviética no
debe nunca permitir circunstancia alguna en que los imperialistas puedan ser los
primeros en lanzar un ataque nuclear contra ella.
Le manifiesto lo anterior porque yo creo que la agresividad de los imperialistas es
extremadamente peligrosa y que si ellos de hecho llevan a cabo el acto brutal de
invadir a Cuba en violación de la ley y la moral internacional, ese sería el momento
para eliminar tal peligro de una vez y para siempre a través de un acto de legítima
defensa, y aunque se trataría de una solución dura y terrible no hay otra
alternativa.
Ha influenciado en mi opinión el ver con cuánta agresividad esta política se está
desarrollando. En ver como los imperialistas sin guardar consideración alguna por
la opinión pública e ignorando los principios y la ley bloquean los mares, violan
nuestro espacio aéreo y prepara una invasión mientras que al mismo tiempo
frustran cada posibilidad de conversaciones aun cuando están bien conscientes de
la seriedad del problema.
Usted ha sido y continúa siendo un incansable defensor de la paz y comprendo
cuán amarga esta hora debe ser cuando el resultado de sus esfuerzos
sobrehumanos es tan seriamente amenazado. Sin embargo, hasta el último
momento mantendremos la esperanza de que la paz sea salvaguardada y estamos
en la disposición de contribuir a ello tanto como podamos. Pero al mismo tiempo
estamos listos para confrontar con serenidad una situación que consideramos bien
real y bien inminente.
Una vez más le participo la infinita gratitud y reconocimiento de nuestro pueblo al
pueblo soviético que ha sido tan generoso y fraternal con nosotros, así como
nuestra profunda gratitud y admiración por ustedes en esta gigantesca tarea y la
seria responsabilidad delante de ustedes.
Fraternalmente
Fidel Castro
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