Estimados señores y señoras, soy cubana, vivo en Cuba y me tomo ahora el tiempo de enviarles esta nota porque pienso que ustedes pueden entender y amplificar mi preocupación.
Me preocupa lo que se comenta acá sobre la nueva administración de los Estados Unidos. Ojo, cuando digo, “lo que se comenta acá” no me refiero ni al periódico Gramma, ni a las mesas redondas, ni a las otras vías de propaganda del Partido. Hablo de lo que comentan los cubanos como yo, esos que de vez en cuando, aprovechando la oportunidad, leemos lo que escribe Yoanis Sánchez, o lo que dicen en España, o en Miami. Hablo de los cubanos que nos mantenemos tranquilos, porque hay que seguir comiendo, criando a los muchachos, y para eso hay que cuidar el trabajo. Dice la gente acá que van a quitar el bloqueo; que Obama va a permitir las remesas y que muchos países de América Latina van a venir a nuestra ayuda. Dicen, en fin, que va a ser peor el remedio que la enfermedad.
¿De qué ayuda y de qué bloqueo hablan allá afuera? Aquí nosotros entendimos hace tiempo que no existe tal bloqueo y sabemos muy bien en qué se convierte la ayuda del exterior. Soy madre de tres muchachos que, como yo, nacieron después de 1960 y todos hemos tomado Cocacola y Pepsi; todos hemos usado Nike y de cuando en cuando hemos comido un pedazo de pollo o una cebolla proveniente de las “entrañas del monstruo” Caballeros, lo que necesitamos los cubanos de Cuba que vivimos en Cuba, los que batallamos cada día con el calvario que nos construimos nosotros mismos, es que nos devuelvan nuestros derechos civiles. Simple y sencillamente. Lo que necesitamos es que nos devuelvan nuestro derecho a optar, a escoger, que nos devuelvan la posibilidad de entrar o de salir, la libertad de leer o publicar, la libertad de existir sin tener que estar pensando en lo que interpreta el vecino o lo que va a considerar el CDR. No necesitamos que levanten el
bloqueo, necesitamos que nos dejen tener Internet, necesitamos, que nos dejen tener y utilizar sin restricciones un pasaporte y que no nos consideren antisociales o vulgares delincuentes cuando no tengamos el mismo punto de vista que el comentarista de la televisión o el policía.
No necesitamos que quiten el bloqueo; necesitamos que nos quiten la libreta de abastecimiento y todas las otras enmarañadas trabas que nos impiden decidir que hacer con nuestro Moskovich, ese que conseguimos como “obrero> destacado” es decir, como ciudadano modelo y de cierta manera incondicional. No necesitamos ni de inversión, ni de asesoramiento, ni de dirección, ni de ayuda “humanitaria” extranjera. Necesitamos que se nos deje hacer. Que nos devuelvan nuestro derecho a nuestro país, a nuestros recursos, a nuestro mercado, a nuestra oferta y a nuestra demanda. ¡Eso es lo que necesitamos!. Hay en el mundo hoy suficientes ejemplos de lo que son capaces de hacer la inteligencia y el trabajo de los hijos de esta isla y de su cultura: los cubanos..
Entonces, estimados señores, lo que necesitamos es una mano para que podamos recuperar poco a poco los cuernos de nuestro toro sin tener que pasar por el caos social, las mafias o los baños de sangre. No necesitamos que levanten el bloqueo, ni que nos manden muchas ayudas. Y, como dice la gente acá, si ambas cosas sucedieran antes de recuperar los derechos civiles, el comercio con los Estados Unidos irá a engrosar las páginas de la libreta de racionamiento.. De la misma manera que las ayudas se incorporarían a las ofertas de la shopping, o a las gratitudes que el gobierno ofrece a cambio de fidelidad, o al consumo exclusivo de “la élite. Por favor, Excelencia Señor Presidente, Barack Obama, reflexione antes de tomar una decisión. Y evite poner nuevos recursos en manos de los déspotas; piense que los cubanos no somos estúpidos, no nos creemos el cuento del bloqueo, pero lamentablemente, no tenemos los recursos. Como dice la gente acá, la
mayoría de nosotros se bebe una CocaCola en cuanto tiene deseos, pero solo una minoría sabe qué es una cuenta en un banco o un título de propiedad.
Reciban mis respetuosos saludos,
Mayra del Montón (no es mi nombre por supuesto)
La Habana, Cuba (La Isla Prisión más grande del Mundo)–
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