La izquierda cultural domina el arte narrativo (literatura,
teatro, cine) desde hace 150 años. Desde Dickens en adelante. Su éxito es en
ese campo demoledor. Siempre atraerán las historias basadas en la lucha contra
la explotación.
La pregunta es si eso es arte, o si todo el arte debe ser
“social”, “comprometido”.
Stalin llamó a los escritores “ingenieros del alma”,
desnudando la idea de un “arte” al servicio de la construcción del socialismo
estatal, un “arte” que glorificara al grupo y combatiera al individualismo, que
ensalzara el compromiso social, la solidaridad y expulsara del reino las
cuestiones meramente psicológicas e individuales. Hasta el amor debe dejar de
ser “romántico” y ser un amor entre dos luchadores sociales (”en la calle, codo
a codo, somos mucho más que dos”, dice la canción)
Los elementos básicos de toda historia social son los
siguientes:
-
Existe un colectivo social, los “pobres” que siempre
son uniformemente buenos y levemente ingenuos
-
Existe un grupo explotador, los “ricos”, dueños de la
riqueza y el poder, que se dedican a conspirar para hacer de los pobres cada
día aun más pobres: toda su riqueza se basa en explotar a los pobres ingenuos
-
Entre ambos, hay una gris clase media que se estupidiza
viendo televisión basura, envidiando a los ricos y despreciando a los pobres.
-
Existe un joven rico que se enamora de una muchacha
pobre. Ella le muestra la realidad que el nunca quiso ver: la pobreza, el
hambre, la desesperanza.
-
El joven entra en crisis existencial y rompe con su
familia. Conoce a un intelectual, un militante de izquierda que le da una
explicación teórico-histórico-materialista dialéctica a su crisis.
-
El joven se hace revolucionario y acompañado de su
novia pobre comienza a organizar a los pobres ingenuos del lugar, para que
dejen de ser ingenuos.
-
Para ello convence a sus amigos de la clase media de
que dejen de mirar TV y se “concienticen”.
-
Se desata una huelga general por tiempo indeterminado
-
Los “ricos” reprimen , por medio de la policía a su
servicio a los “pobres”, en especial al grupo que el muchachito ha organizado.
-
El hermano de la novia es asesinado por la policía y el
joven es metido preso y torturado
-
El muchachito convence a su padre de que se ha llegado
a un limite y que es necesario que los ricos dejen de explotar a los pobres
-
El padre, a su pesar, rompe con los prejuicios de
clase, ordena a la policía que no reprima más, se compromete a resolver las
demandas de los pobres y, para colmo de bienes, le da su consentimiento al
casamiento de su hija con la muchacha pobre
-
Fin
Un mundo en blanco y negro. Una grosera simplificación de la
realidad. Personajes cartón pintado. Pero funciona, desde hace cien años,
funciona. Salimos del cine dispuestos a luchar por un mundo mejor y nos
sentimos infinitamente inteligentes y superiores a los estúpidos que siguen
mirando TV basura.
Esa es la magia del arte de izquierda: nos hace sentir
buenos y útiles. De un lado está el Mal: capitalismo, grandes empresas,
extranjeros codiciosos, financistas, políticos su servicio y del otro, los
Buenos: los pobres, los militantes de izquierda, los jóvenes que se
concientizan. Todo es claro y evidente, la duda deja de existir, tenemos un
compromiso que cumplir, dejamos de ser parte de la gris clase media y nos
convertimos, de alguna manera, en redentores que luchan para emancipar a los
pobres.
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