Documento histórico: la carta de pedido de disculpas de un torturador a su víctima.
Emilio "Milo" Gibaja fue duramente torturado en 1951, bajo el gobierno de Perón, en una comisaría de la Provincia. Su delito: apoyar una huelga ferroviaria. 30 años después, siendo funcionario del gobierno de Alfonsín, recibió esta carta:
"Villa del Totoral, febrero 21 de 1984
Señor Don Emilio Gibaja, Secretario de Información, Presidencia de la Nación
Estimado doctor: Soy el funcionario policial que tuvo la obligación de interrogarlo en 1951, circunstancia que no he podido olvidar. Durante años me persiguió el insidioso recuerdo como una puñalada y aunque después supe que le habíamos curado el asma con el procedimiento electromecánico que le aplicamos entonces [la "picana"] , nunca dejé de sentir un cruel remordimiento.
Ahora, al reconocerlo a usted en los periódicos no puedo menos que manifestarle mi admiración y simpatía, así como mi más profundo arrepentimiento por aquellos excesos de juventud que ambos protagonizamos dialécticamente (sic) de tan insólita manera.
Quiera Dios que aquellos procedimientos sean definitivamente basura del pasado y que los argentinos conozcamos en el futuro la ventura de decenios y decenios de paz, fraternidad y democracia.
El destino me ha traído al final de mi vida a la Provincia de Córdoba, donde tengo un campito. Nada me haría tan feliz que un generoso signo de su parte, para el alivio de mi atormentada conciencia.
Mis señas son: Don Manuel Amigo, "La Loma". Villa del Totoral, Pcia. de Córdoba, Tel XX.
Suyo devotísmo"
Milo jamas le respondió.
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