La libertad del hombre puede ser no solamente incompatible con la libertad de la patria, sino que la primera puede ser desconocida y devorada por la otra.
Son dos libertades diferentes, que a menudo están reñidas y en divorcio. La
libertad de la patria es la independencia respecto de todo pais extranjero. La
libertad del hombre es la independencia del individuo respecto del gobierno de su pais propio.
La libertad de la patria es compatible con la más grande tiranía, y pueden
coexistir en el mismo país. La libertad del individuo deja de existir por el hecho mismo de asumir la patria la omnipotencia del pais.
La libertad individual significa literalmente ausencia de todo poder
omnipotente y omnímodo en el estado y en el gobierno del estado.
Las dos libertades no son igualmente fecundas en su poder fecundante de la
civilización y del progreso de las naciones. La omnipotencia o despotismo de la patria , para ser fecundo en bienes públicos necesita dos cosas:
1° se ilustrado, 2° ser honesto y justo. En estados nuevos, que ensayan recién
la constitución de sus gobiernos libres, la omnipotencia de la patria es estéril, y la de su gobierno es destructora. La libertad del individuo en tales casos, es la madre y nodriza de todos los adelantos del país, porque su pueblo abunda en extranjeros inmigrados, que han traído al país la inteligencia y la buena voluntad de mejorar su condición individual. mediante la libertad individual que sus leyes le prometen y aseguran. En países que han sido colonias de gobiernos omnímodos y absolutos los gobiernos de nueva creación son débiles
e ininteligentes para labrar el progreso de su civilización.
La omnipotencia de la patria, es exclusiva no sólo de toda libertad,
sino de todo progreso público, porque el obrero favorito de este
progreso es el individuo particular, que saber usar de su energía y
de su poder naturales, para conservar y mejorar su persona, su
fortuna y su condición de hombre civilizado.
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