Ando con bronca, pero se que la rabia no construye. La rabia se apodera de tus neuronas, te hace ver todo negativo, todo color sangre y entonces solo te salen puteadas, que son balas virtuales, no demasiado distintas de las físicas. Muchas balas reales fueron alimentadas, cargadas con la pólvora de la rabia. Pregúntenle a los nazis, a los stalinistas, a los montoneros o a los militares procesistas.
Pero de algún lado me nace la bronca.
Por ejemplo, del apoyo a Luis D´Elía de nuestros bellos actores e intelectuales como Norman Brisky, Horacio González o Cristina Banegas.
“se definen como "intelectuales y artistas históricamente comprometidos con los derechos humanos y el auténtico ejercicio de las libertades públicas", expresan su "honda preocupación y rechazo frente al procesamiento" del piquetero.
Además cuestionan que la Justicia haya tenido en cuenta que D´Elía haya "expresado su odio a la oligarquía" y su "odio a los ricos" y contraponen que "la historia enseña que la oligarquía, como forma concreta del poder de los ricos, es responsable de graves sucesos que ha sufrido la Argentina".
Entre otros, firman la carta, Vicente Zito Lema, Horacio González, Cristina Banegas, Ricardo Forster y Norman Brisky. “ (La Nacion)
Esta gente ¿será conciente de los que han hecho? ¿Saben que D´Elía es el jefe de la MazorKa ?¿Saben que su odio no es inocente, no es mera expresión "del derecho al pataleo” que supuestamente tendrían los explotados en contra de los “oligarcas”, de los “blancos”? ¿Sabe esta gente el rol que cumplieron Sartre y Neruda como intelectuales orgánicos del stalinismo, como encubridores del GULAG sovietico? ¿O acaso creen que eso es propaganda de la CIA y que don José Stalin solo era un tanto burócrata, pero buen tipo, en el fondo? ¿Saben de la máxima sartreana “fidelidad y crítica”: Fidelidad a la Revolucion y sus líderes (Castro, Pol Pot, Mao) pero critica “hacia adentro”, sin que se entere el periodismo? Lástima que esa crítica queda en cuatro paredes y lo único que trasciende es el apoyo incondicional de los intelectuales a los Dictadores “populares”. O Cortazar diciendo que los crímenes de la Revolución… no son realmente crímenes. El triste papel de estos artistas- algunos de ellos de indudable calidad- me hacen recordar los dichos de Hayek sobre los científicos, que se ponen a opinar sobre política: su rol de indagadores del mundo físico les hace creer que la sociedad es facilamente entendible, como un sistema de ecuaciones físicas. Y caen en la fatal arrogancia de creerse los dueños de la verdad.
Ellos dicen, haciendo un autobombo increíble, que son “ intelectuales y artistas históricamente comprometidos con los derechos humanos y el auténtico ejercicio de las libertades públicas”.
¿Cual es el “auténtico ejercicio de las libertades públicas”: tomar comisarías, tomar la Plaza de Mayo, golpear chacareros, insultar a los “blancos”, aclamar a Iran, condenar a los judíos argentinos, negar el Holocausto? ¿Qué “verdaderas libertades públicas” defiende este matón?
¿Se entiende? Cuando estos tipos dicen “verdadero”, estamos en problemas: Verdadera Justicia (la popular, sin derecho a la apelación),Verdadera Libertad (solo para los que defienden al ” pueblo”, no para los “contras”), Verdadera Prensa (la que está al servicio del Gobierno Popular), Verdadera Democracia (no los estúpidos votos, sino las masas movilizadas en la Plaza), Verdadera Ciencia (la ciencia al servicio de la Revolución), verdadero Arte (el Arte al servicio del “Proyecto nacional y popular”) y así sucesivamente.
¿Alguien leyó una carta abierta de ellos solidarizándose con el pueblo iraní, reprimido en las calles? ¿O contra la dictadura birmana y la ampliación de la cárcel que le dictó a la premio nobel Aung San Suu Kyi?
Ellos son los decoradores, los cosméticos del poder “popular”. Hacen digeribles a Peron, Castro, Chávez o Stalin. Los humanizan, los modernizan, los hacen “de onda”, con diseño y envoltorio postmoderno, neopalabras (”poder destituyente,” y otras creatividades) y mucha retórica que oculta la realidad de la represión chavista , evoista o kirchnerista: aprietes, subsidios, cortes de manga, mazorcas de D´elia...
Muchos de ellos fueron mis profesores en los setenta, donde nos vendieron a Peron como líder socialista- él, que armó del GOU fascista-: jamás les escuché la más mínima autocrítica por el desastre que ayudaron a armar desde las Cátedras Nacionales. Ahora son funcionarios y diputados, tienen poder político, además del poder de la palabra publicada. Perdieron en junio, y están como locos.
Me preocupan. Por eso ando con bronca: ¿dos veces nos van a hacer comer mierda disfrazada de chocolate suizo?
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