
Toda esta estética huele a fascismo: el gesto machista de Chávez, señalando a algún "enemigo", la manipulación de niños, como el pobrecito que aparece ahi, tieso, haciendo la venia a no se sabe qué, el culto a algun hecho "heroico" ("acuérdate de abril")y, en general, la necesidad de escenificar desde un atril, de "contar" desde arriba la versión del Príncipe, la necesidad de retórica. Viva il Duce!
El nene parece un mini-Chávez.
ResponderBorrarPobre crío.
JL