lunes, agosto 08, 2005

Sociales versus Exactas-naturales

En una época- siempre, en realidad- los historiadores , los humanistas (los proto científicos sociales) estaban al tanto de la ciencia natural. Sus lecturas incluían –como obligación y desafío- a Darwin, Huxley o a los astrónomos desde Newton en adelante. Sabían de Biología, Geología, Astronomía, modelos de ciencias de las cuales extraían métodos, metáforas, ideas generales.
Pero desde hace décadas los científicos sociales solo miran en el ombligo de “su” ciencia, su único ámbito de polémica, estudio, reflexión. Yo nunca fui invitado en mis años de estudiante de Sociología a leer algo que no sea economía, historia o sociología, como si el conocimiento de lo social no debiera incluir las ciencias naturales, aunque más no fuera para aprender algo de la modestia que abunda allí y escasea por las “sociales” y adyacencias. Lo unico que leímos fue una invasión de lo sociológico en lo cientifico (“La estructura de las Revoluciones Cientificas”, merced al cual nosotros- ignorantes supinos de la ciencia y sus métodos, pusimos en duda la objetividad de la ciencia, bajo el “slogan” : la ciencia es un producto social...y decretamos así el fin del conocimiento objetivo. No, si para modestos, los de “sociales” somos lo máximo...)

Me pregunto, ¿alguno de nosotros ha leído, analizado, comprendido, sabido siquiera, el vuelco copernicano que ha sufrido la teoría de la evolución desde 1975? ¿Hemos escuchado hablar de los descubrimientos de Harry Whittington, divulgados por Stephen Gould? ¿ ¿Sabemos algo de las audacias de la teoría de las cuerdas, de las cosmologías de millones de Universos, de las cuatro dimensiones y una quinta en expansión, de la teoría cognitiva de Maturana? ¿incorporamos la explosión de tecnologías (PC, internet, celulares, y sus infinitas interconexiones y sinergias) al conocimiento social?

No lo creo. Seguimos –siguen, me excuso- retorciendo los discursos de oscuros profesores franceses o alemanes a ver si encuentran alguna pista perdida, mientras temas esenciales, maravillosos mundos de comprensión, de hipótesis, de nuevos mitos posibles, de nuevas formas de ver la naturaleza estallan a su alrededor.
Así como no previeron nada de lo sustancial en política (la explosión soviética, el nuevo fetichismo de la revolución islámica) o la economía ( el capitalismo en China, el peso de Asia, la increible fortaleza del dólar pese a los agoreros) y siguen repitiendo slogans de los sesenta, así se les escapará la comprensión de la realidad que en este siglo estará a cargo- no lo duden- de biólogos como Maturana , paleonteólogos como Gould o cosmólogos como el argentino Maldacena. Ellos tienen la palabra, porque tienen el rigor, la imaginación, el método y la inteligencia –extraordinaria- de la que carece/n/mos los manidos científicos sociales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Esteban , en el viejo continente en pleno verano, horas y horas de descanso, neuronas planas. En este contexto me di una vuelta por tu página, interesante artículo, abrí una carpeta en Favoritos con los textos de la gente que nombrás. Cuando termine este Agosto de fiaca total, los leeré.
Saludos
Miriam

esteban dijo...

Lamento romper tu paz veraniega con semejantes disquisiciones...Es que yo ,aburrido de la carga cotidiana de desastres, me estoy dedicando a recorrer zonas del pensamiento alejadas de la politica, la economía y otras desgracias.Hoy empiezo un curso sobre De Bono, dictado por Alejandro Rozitchner, a ver que se trae el muchacho...(visitá su página, es...provocativa: www.bienvenidosami.com)Un saludo desde el frio.

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